Capitulo XV

1242 Words
“Ámame u ódiame, ambas están a mi favor. Si me amas, siempre estaré en tu corazón. Si me odias, siempre estaré en tu mente.” —William Shakespeare— ◦✤ ∴ ✤ ∴ ✤ ∴ ✤◦◦✤ ∴ ✤ ∴ ✤ ∴ ✤◦ Debido al intento fallido de hablar con Zayn sobre ese tema que para Rose aunque no deseara tocar necesitaba saber con todos los detalles, tomaba la decisión de dirigirse a la penitenciaria donde Sasha se encontraba recluida. Misma que pese a que estaba recibiendo un pésimo trato lo reflejaba a su hermana. —No entiendo que haces aquí, Rose. Imagino que debes estar feliz asi como tu esposo el cual se ha encargado de hacer un infierno mi estancia en este maldito lugar. —Para alguien que alude estar deprimida y trastornada intentando que la absuelvan de los cargos luego de todo lo que hizo pienso que es poco lo que recibes, pero no vine a hablar de ello, necesito saber hasta qué punto dañaste a Zayn, algo que jamás te perdonare, Sasha. Aun siendo mi hermana no imaginas lo que ahora siento por ti. —Hablas de el como si fuese una pobre víctima, no tienes idea lo que has criado. —Suficiente y habla de una vez, no es nada agradable verte de nuevo luego de haber escuchado esas sucias palabras. —Te diré algo, si tuviese la oportunidad nuevamente lo haría, lo reprendería, lo ataría, lo quemaría y lo follaría como lo hice en el pasado. Aunque me odie siempre estaré en su mente. Fui la primera y esa chica tonta que está a su lado jamás lo será ni siquiera lo satisfacera como yo llegue a hacerlo. —Estas desquiciada, ¿cómo jamás pude notarlo? —No lo estoy Rose, solo aprendí una forma de divertirme y Zayn fue mi jugador favorito—refería para luego sonreírse. Debido a la ira que embargaba a Rose, esta abandono el lugar teniendo presente cada palabra que su hermana había referido. Por otro lado, Evannia se encontraba en el departamento, estaba desecha tras haber escuchado las palabras de Zayn. El estar desalentada no le brindaba los ánimos para acudir a su lugar de trabajo. Pensando al respecto la domestica que se encargaba de la limpieza me entregaba una especie de libreta que de acuerdo a sus palabras no sabía dónde ubicar ya que era la primera vez que la veía. Al cabo de unos minutos la curiosidad por saber que había escrito dentro me llevo a leer. En cada hoja que leía podía notar que era un diario y por la letra pude detectar que era de Zayn. Lo que allí contemplaba era abrumador, cada línea redactada me dejaba asombrada y horrorizada por la crudeza de las palabras, a tal punto que tuve que tomar asiento. Tenía presente que invadía su privacidad al leer esto sin su consentimiento, pero era necesario. A pesar del vínculo que habíamos iniciado, Zayn muchas veces se mantenía en silencio guardándose para sí mismo los traumas y malas experiencias que había vivido. Aunque sabía un poco lo que experimento junto a su tía, lo que allí había redactado era… gráfico, perverso y degradante tratándose de alguien como su tía, misma que debía cuidarlo no abusarlo para satisfacerse. Dejando a un lado mi persona y el sufrimiento que padecí me ponía en la piel de Zayn, todo lo que vivió asi como el maltrato que también sufrió por algunos compañeros en la escuela en la que estuvo. Pese a ser muchas hojas y entender cada uno de su sufrimiento decidí parar. El llanto me abordo sin que pudiera detenerlo. ************** Lo sucedido con Evannia me llevo a replantear lo que teníamos, aunque estábamos comprometidos su reacción tras haber descubierto lo que había acontecido son su padre hizo que de alguna manera lo que sentía hacia ella me tomara la tarea de pensarlo, algo que anteriormente no creí necesario ya que desde que formalizamos nuestra relación me siento confiado y seguro en mi decisión. Tomando asiento en el jardín percibía la presencia de alguien, al percatarme de quien se trataba comprobaba que era ese sujeto nuevamente. Esa copia de mí que se empecinaba en seguirme como sombra. —Espero en esta oportunidad me dejes terminar lo que debo decirte. —De nuevo te repito que no me interesa lo que dirás—referí para desviar la mirada. —Te informo que si es de tu interés. Supe que Hamilton se encontró con Evannia, tal parece… —Ya lo sé y como de costumbre no hiciste nada al respecto, el miserable le comento lo de nuestras conversaciones, dejándome expuesto como el que propicio la muerte de Clay Walsh. —Lamento lo que sucedió, se escapó de mis manos, al parecer supo escurrirse para que mis informantes no lo notaran. —Ya no importa, todo se arruino. —¿De qué hablas? —Su reacción, su semblante. La soledad que vi en sus ojos la comprendí a la perfección. —No comprendo. —Obvio que no lo entiendes, siempre has sido una pintura en mi vida. —Zayn, admito que no he sido un padre para ti, pero quiero serlo. Si tan solo me escucharas y me dieras cabida. —¿De veras? ¿Y que según tú debo hacer? —Para empezar no actúes como idiota, si te perdono por ese incidente no la abandones, no la alejes de ti. Te lo he dicho varias veces, de no actuar como es debido la perderás. —No entiendes nada—dispuesto a marcharme evitaba que lo hiciera. —Se lo que sucedió con Sasha, hasta los mínimos detalles y no te imaginas lo que esa zorra está sufriendo por ello. —Pues quizás no sirva de nada. La persona que fui y la que soy no es la que Evannia merece. —Que tonto te escuchas, se a la perfección lo que sientes. —¡No lo sabes! Dejar de lado el control, esa forma de sentirme seguro conmigo mismo no es tan fácil. —Nada es fácil, Zayn, pero si la amas dejaras de lado lo que no te conviene. El ejercer control no puede gobernar tu seguridad como persona. Lo sé por experiencia. Habiéndome zafado de su agarre tome asiento nuevamente. —Tu madre me comento lo de tus síntomas algo que ahora veo no los tienes… Zayn, tu gusto por la sangre no es algo anormal, al menos no en nuestra familia, sobre eso quería hablarte. Aunque hablara sobre eso mantenía mi postura cabizbaja. —Ya que no hablaras y es algo que no deseo que sepa tu madre debo decirte que tienes que acompañarme a Birmingham, allí entenderás de lo que te hablo. —No te acompañare a ningún lugar. —Lo harás, quizás eso te ayude a que compruebes que tu rareza es de familia. —No me arrastraras a ninguna parte, me niego y no podrás obligarme. —De acuerdo, si asi lo quieres. Solo te diré que quise hacerlo por las buenas. —¿De que hablas? ¿Qué pretendes hacerme?—inquirí, levantándome del asiento. —Pretendo llevarte sin tu consentimiento ya que no obedeces. —¿Cuál es tu insistencia? —Quiero despejar tu mente y que comprendas de donde proviene tu manera de ser. Te aconsejo que aceptes de buena manera, también me agrada ejercer control, en especial cuando no suelen obedecer.
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