EVANNIA, MAS ALLÁ DE LA SANGRE

Capítulo VIII

El día transcurría muy rápido, a tal punto que la tarde llegaba y con ello una visita inesperada.

Karen como de costumbre aparecía con esa energía que la caracteriza. Luego de recibir un abrazo de su parte tomábamos asiento en una mesa.

—En vista de tu ausencia decidí venir a visitarte.

—Que gusto que hayas venido, me contenta verte—aunque refiriera esas palabras tal parecía que mi semblante me delataba ya que de inmediato escuchaba su comentario.

—Quizás te agrade mi visita, pero algo te pasa, tus ojos te delatan, ¿que hizo Zayn esta vez?

Quizás no estaba bien que ella lo supiera, pero debía comentárselo, era de mi confianza y sentía que iba a explotar si no lo hablaba por ello relate lo ocurrido con Hamilton.

—No sabría que opinar, por un lado no sé si Zayn hizo lo correcto ya que tu padre era despreciable, por otro el que exista una chica y él no te haya hablado de ella deja mucho que decir.

—No me ayuda lo que me dices.

—Sé que amabas a tu padre aun después de lo ocurrido, pero debes tener presente que no merecía estar vivo.

—¿Quiere decir que si eso llega a ser cierto tu aprobarías la acción de Zayn?

—No, no quise decir eso, es solo… es muy difícil lo que sucede.

—Lo sé y no tengo idea como hablar de ello. No quiero que vuelva a ignorarme.

—¿Ahora de que hablas?

Pese a que desconocía sobre el tema también le hable al respecto.

—Reacciono de esa manera porque de seguro se molestó. Evannia, es alguien celoso y siempre ha visto a Andrew como su enemigo y rival amoroso.

—Pues no debería ser de esa manera y tampoco me agrada ese trato, no me gusto que me haya ignorado.

—Debes hablar al respecto asi como lo que supiste y saber si es cierto. Dudo que esa persona que viste te haya mentido, Zayn es alguien obscuro pudo haberse liado con su padre para llevar a cabo esa fechoría. Aparte de ello también debe hablarte de su psiquiatra. Tienes derecho, eres su prometida.

—Temo que se enoje o que pueda perderlo.

—Nada de eso, quien debe sentir ese temor es Zayn. Vales mucho Evannia y lo has amado por sobre todas las cosas, aunado a eso siempre has sido leal a los sentimientos que sientes por él.

—Quizás tengas razón, aun asi en ocasiones cuando estoy sin su compañía me siento sola, aparte, el no saber de Williams y Maximiliano también me afecta. Ellos eran lo único que tenía como familia.

—¿Aun no tienes información de ellos?

—No y temo que algo les haya sucedido.

Como si sintiera mi abatimiento me brindaba un largo abrazo. Seguido de eso le pedí que me acompañara al cementerio. Aunque mis padres no fuesen esa figura que siempre desee quería hablar con ellos aunque no pudiesen escucharme.

—Evannia, te dejare sola. Esperare por ti en la entrada.

—Gracias por entender, Karen.

A pesar de que mi finalidad era hablarles de lo que estaba sucediéndome no pude, el llanto me consumía, de tal manera que me llevo a caer sobre la lápida de mi madre, esa persona que parte de su vida fue un infierno por culpa de mi padre.

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Pese al sufrimiento que destrozaba a Evannia, esta no se percató de la presencia de Andrew, quien al verla en ese estado se aproximó para seguidamente ayudarla a levantar.

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—Andrew… que haces…

—Evannia ¿qué ocurre? ¿Porque…?

Era tal el sentimiento de tristeza que me invadía que sin siquiera pensarlo me fui a sus brazos, acto que propiciaba que él me acunara en ellos.

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Debido a lo dicho por mi madre creí prudente hablar con Evannia, tal como ella lo decía al parecer algo le sucedía, sobre todo por haberla encontrado de esa manera extraña en la zona que habían recreado para mí.

Al no encontrarla en su lugar de trabajo contacte a Larry, quien me informaba que no había ido por ella ya que se había negado en que la recogiera.

Pese a no poder ubicarla recurrí a ese último medio que muy poco usaba, este se trataba de un rastreador que había instalado en su teléfono sin que ella lo supiese.

No tenía una explicación concreta de porque llegue a tomar esas medidas con ella, pero esta vez este medio me venía perfecto para encontrarla.

En cuestión de minutos llegaba al cementerio y con ello notaba la presencia de su amiga, no obstante, seguí hasta donde imaginaba podía estar.

Apenas daba mis últimos pasos podía observar una escena que removía todo de mí, estaba colérico, furioso. ¿Cómo era posible que ella estuviese en brazos de Polanski? Ese desagradable sujeto que desde que conocí me parece detestable.

A pesar de que me considero alguien que controlo mis emociones, de nuevo esto no pasaba, me aproximaba con tal rapidez que sin mediar en palabras la apartaba de su lado.

—Zayn…

—Es hora de irnos.

Tomándola de la mano la llevaba conmigo mientras ese sujeto solo observaba sin referir palabra.

Antes de subir al auto le indicaba que debía despedirme de Karen, algo que Zayn me negaba mientras me adentraba al vehículo.

Como si mi amiga notara lo sucedido se aproximaba rápidamente.

—¿Que se supone que hace? ¿Cómo puede tratarla asi? Es su prometida no su esclava…

—No meta las narices donde no debe.

—Escúcheme pedazo de idiota, Evannia merece respeto y usted no se lo está dando.

—No perderé mi tiempo con usted.

—Evannia, no permitas esto, recuerda lo que hablamos.

En vista de que no pude despedirme de Karen como debía solo pude hacerlo desde adentro del vehículo. Durante el trayecto me limite a llorar en silencio mientras miraba por la ventanilla. Zayn por su parte no refería palabra alguna, sin embargo, unos kilómetros después detuvo el auto. Inquieta por saber que sucedía con el gire la vista, con esto observaba como posaba la cabeza sobre el volante. Preocupada quise tocarlo, acto que detuvo al tomarme de la muñeca como antes solía hacer.