Confesiones

1322 Words
Ronald solo esperaba el momento perfecto, el Rector simplemente habló. —¿Dónde estan las pruebas que confirman que fue la señora Rodríguez y no alguien más? ¿Investigaron el caso o solamente la señalaron a ella sin saber si ha sido víctima? —No hemos investigado, pero si ella dejó grabar cuando... —¿Sabe si la drogaron? De no tener una investigación simplemente están afectando a alguien que fue afectado anteriormente y por ende cayeron en el objetivo de su victimario. Hubo un silencio del otro lado. —Investigaremos bien el caso, pero el blog ya no funciona. —Lo he quitado, ¿acaso quiere seguir viendo a la señorita Elena desnuda? —decir esto le molestó a Ronald, por alguna razón no quería que alguien más la tocara—. Yo si investigue a mi empleada y fue drogada, estoy investigando a los responsables. Realmente Ronald no había investigado aún, pero algo le decía que no fue ella, le creía a Elena. —Si ese es el caso, entonces creemos que... —Si no restituyen a la señorita Rodríguez, quien ha sido víctima en todo esto, dejarán de recibir mis fondos. Ronald terminó la llamada. Elena había escuchado todo en silencio. —¿Por qué hizo eso? ¿Cómo sabe que fui drogada? —En todo este tiempo veo que te alejas del sexo, lo que te pierdes, pero simplemente veo que no es algo que tú harías, además, sin mi ayuda ellos perderán más de $300 millones de dólares al año. El teléfono de Elena sonó, ella sospechaba quien pudiera ser. —Diga. —Señorita Rodríguez, le saluda el decano, le llamo para informarle que se ha restituido su matrícula, tras una investigación se determinó que es poco probable que usted haya hecho tal cosa de forma consciente, le sugerimos que escoja bien sus amistades. —No creo volver, tengo un alto estándar sobre mi mismo y si la universidad no hace primero una investigación justa, entonces no cumple con la reputación que yo deseo, hasta luego. Ronald se quedó sorprendido al escuchar ésto, ella fue humillada y ahora no deja que la sigan tratando como moneda de intercambio. —Pense que querías seguir estudiando ahí. —No lo haré tan fácil, hasta no ver una conferencia de prensa y una disculpa pública, no pienso volver. Eso le gustó más a Ronald, al menos que el otro se humille más, ella no cedería. Se levantó, tomó dos copas y sirvió unos tragos. —Toma, celebra conmigo. —Señor Ronald, ¿cree que si me emborracho terminaré durmiendo con usted, se equivoca, desde esa ocasión decidí no tomar ninguna bebida alcohólica. —Te traeré un jugo. —Preferiría irme, no entiendo porque me ha traído aquí. —No te irás, pasarás la noche aquí. —No puede retenerme, sino me deja ir llamaré a la policía. —Puedes llamarla, pero se que estás interesada en buscar a tu familia. Elena entendió que su jefe estaba tratando de aprovecharse de ella, pero con todo lo que se aprovechó su amiga Jacqueline, ella ya no confía con facilidad. —Te propongo algo, quiero que lo medites bien antes de que me des una respuesta. —No me está gustando como lo dice. —Te propongo un acuerdo de matrimonio, mi abuelo está viejo y quiere que me case, tu serás mi esposa para mí familia, pero para los demás solo serás mi secretaria, a cambio te ayudaré en encontrar a tu familia y evitaré que alguien más te haga daño. Elena se quedó sin palabras, nunca esperó que su jefe le propusiera algo así. Si ahorita que no tenían ningún vínculo el la acosaba, ahora siendo esposos sería peor. —No puedo aceptar eso. —He dicho que lo medites bien, en todo caso, si aceptas puedo entregarte a la persona que te hizo esas fotos, como muestra de mi sinceridad. Entiende algo, Elena, si aceptas ser mi esposa no habrá divorcio, no podrás tener a otra pareja, tampoco acostarte con extraños o producir películas para adultos, además que tendrías que darme hijos. —Yo no quiero casarme con usted, puede casarse con cualquier otra mujer que esté dispuesta a complacerlo y hacer todo lo que usted quiera, además, si quiero saber de mi familia o saber quién me hizo esto, pero no por eso me venderé como una cualquiera. Ronald se levantó de su asiento, dejando sola a Elena. Ella no sabía que hacer, intentó irse de ahí, pero la puerta estaba cerrada con llave. Empezó a buscar a Ronald, pero el sitio era grande y habían decenas de puertas, cuando ella comenzaría a abrir una por una, Ronald apareció con una bandeja de comida. —¿Pensabas irte? Dije que te quedarías aquí esta noche. —No sabía que hacer, estaba sóla y en un lugar extraño. Ronald le sirvió algo de comida a Elena, pollo a la plancha, con ensalada y aderezo. —El detalle es que tú no quieres aceptar que estás sola, aquí en esta casa no te pasará nada, pero allá afuera... Ronald sacó un folder de un mueble y se lo mostró a Elena. —Sabía que no aceptarías con facilidad, de hecho si hubieras aceptado rápidamente ya no estarías aquí. Eran las mismas fotos que estaban en el blog, pero el hombre era diferente. —¿Qué es esto? —Estas fotos son las fotos reales que te tomaron a tí, tengo a la persona que está ahí contigo y fácilmente vincula a quién tomó las fotos. —¿Quien fue? —Creo que lo sabes y no lo quieres aceptar, pero pasó algo más esa noche. —¿Por qué tanto misterio? —Porque cuando te diga quién fue el culpable y lo que pasó esa noche, tu vida ya no será igual. Elena miró a Ronald con cara de susto, lo que él le estaba diciendo le estaba dando miedo, ¿que tanto podría saber él? —¿Qué es lo que usted sabe? —Es mejor que comamos primero, no hay que comer frío, además, necesito que firmes primero el acuerdo, todo lo que te diré hay evidencias. —No, dígame ahora, yo no pienso firmar nada. Después me puede dar información falsa o cualquier basura. Martín se quedó pensativo Por un momento, necesitaba garantizar que Elena no cometa una locura. Se levantó de su asiento y se acercó a ella. —Hace unas noches asististe a un banquete con antifaz, ¿cierto? —Si, porque Jacqueline me había dicho que mi padre estaría ahí Ronald le tiró otra foto, Jacqueline vaciando un sobre en la copa de Elena. —¿Mi amiga me drogó? Es por eso que perdí fácilmente la cordura. —No fue la única vez, luego tú te reuniste con ella y ya había vaciado otro sobre, pero esa copa accidentalmente la derramaste. Elena se quedó pensando con razón la actitud de Jacqueline era toda extraña, pero esto no quedará así buscaría venganza. Su mejor amiga la había traicionado y no solo eso, quería destruirla moralmente, es algo que no se perdona. Elena levantó nuevamente las fotos del hotel, quiere decir que ella estuvo con ese hombre, se entregó por primera vez a un hombre y fue ese tipo que no tenía nada atractivo. Se empezó a sentir sucia, la necesidad de bañarse. —Esa noche del banquete tu no estuviste con ese hombre, ese solamente fue contratado por tu amiga para tomarte las fotos. «¿No fué él? Entonces fue alguien peor que ese hombre» pensó Elena, quien aún seguía sorprendida. —Esa noche, estuviste bailando con alguien, luego tú te el propusiste a esa persona y fueron a una habitación. —Claro, como cualquier hombre que no puede negarse a una mujer. —Te equivocas, fue algo diferente, desde esa vez que estuve contigo, no puedo estar con otra mujer —confesó Ronald.
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