Tregua
1144 Words
Llegaron a la reunión, toda la junta ya se encontraba ahí, Ronald y Elena entraron y todos se pusieron en pie.
—Por favor siéntense.
Ronald abrió su carpeta comenzó la reunión. Cuando uno de los socios comenzó a explicar uno de los nuevos proyectos, Elena estaba atenta anotando cuando una mano se detuvo en su pierna.
Ella al observar, vio que Ronald había puesto su mano ahí, pero su miraba estaba en la presentación. Ella intentó separarlo, pero la mano seguía avanzando.
Elena sin querer hizo un gesto y todos voltearon a verla.
—¿Sucede algo, Elena? —preguntó Ronald, como si no estuviera haciendo nada.
—No, señor, no sucede nada.
—Continúen.
Ronald había separado por un momento la mano de la pierna de Elena, pero luego la puso de nuevo, pero esta ocasión fue más directo, la mano se dirigía más a su entrepierna.
—Elena le hacía señales de que no continuará, pero el hacia como si no la veía.
—Por favor, detengase —murmuró Elena.
—Todos la quedaron viendo y ella se sonrojo.
—Si le sucede algo señorita Elena puede retirarse —dijo el socio.
—La reunión ha terminado —dijo Ronald.
—No me sucede nada, no voy a interrumpir de nuevo.
—No lo decía por ti, pero el plan que me están presentando contiene inconsciente en la ejecución, así que deben de revisarlo nuevamente, nos reuniremos en tres días nuevamente.
Ronald se levantó de La mesa y Elena fue detrás de él. Cuando llegaron a la oficina ella le reclamo.
—¿Por que hiciste eso?
—El plan estaba mal...
—No me refería a eso, porque metiste tu mano dentro de mi falda, sabes la vergüenza que pasé.
—No creo que alguien se haya dado cuenta, pero al parecer a ti te gustaba.
—No es cierto, estaba muy nerviosa de alguien se diera cuenta.
Ronald enllavo nuevamente su oficina, se acercó a Elena.
—¿Dices que a tu cuerpo no le gustaba?
Él la arrincono y luego metió nuevamente su mano debajo de la falda, pero esta vez la levantó para tener mayor acceso.
La mano fue directo a su entrepierna y se deslizó por debajo de su ropa íntima, luego saco su mano y le mostró la humedad.
—Tu cuerpo no me engaña, te ha gustado y no quieres reconocerlo, quizás haber usado ese traje te hubiera gustado.
—Dejame entender, estas de acuerdo que pose en topple y que miles o millones de hombres me miren así, ahora ya lo entiendo.
—No he dicho eso.
—Si lo hiciste, dijiste que me hubiera gustado usar ese traje, pero ese traje es para un comercial de adulto, no me pondría la ropa intima si alguien ya lo ha usado, además de que es muy revelador.
—Estas muy a la defensiva.
—Quizás, dependiendo de que forma quieras verlo.
Ronald desenllavo la puerta.
—¿Ya descubriste cual era el error que tenia el plan?
—No, no soy tan rápido como tú.
—Revisalo, recuerda que tu también tienes una empresa y debes de evitar que otros se aprovechen de ti.
Elena salió de la oficina y se dirigió a su escritorio, su teléfono comenzó a sonar.
—Presidencia.
—Muchacha, soy Ericka Gamez, estoy buscando a la esposa de Ronald Wilson, comunicame con ella.
—La señora Wilson no puede atenderla en estos momentos, si me indica el motivo de su llamada yo le puedo notificar a ella.
—¿Como te atreves a pedirme explicaciones? Solo comunicame con ella. —Ericka se sentía humillada qué una simple secretaria le pidiera explicaciones.
—Si un motivo no puedo interrumpir, tengo que colgar.
—No te atrevas a cortar la llamada.
—¿Me darás la información? —preguntó Elena tranquilamente.
—No, no pienso recibir órdenes tuyas, solo obedeceme sino perderás tu empleo.
Elena sin dar más detalles corto la llamada y fue hacia Ronald.
—¿Sabes por que tu Ericka quiere hablar conmigo?
—¿Mi Ericka? No tengo nada que ver con ella y si te está llamando es porque le dije que si deseaba continuar con nuestra relación debería de verlo contigo.
El teléfono de Ronald comenzó a sonar, el identificador reflejaba a Ericka, Elena trato de salir, pero Ronald bloqueo la puertay puso la llamada en altavoz.
—Ronald, ¿como quieres que hable con tu mujer si tu secretaria se cree la dueña de la empresa y no me la comunica?
—¿Lo has pedido de buena manera o has exigido?
—No importa de que....
—Si importa, trabajan para mí, no para ti, si ella te dijo algo debías de obedecer.
—¿Me estas diciendo que ahora debo de seguir las ordenes de tu secretaria también? Ronald no se que ha pasado contigo, has cambiado.
—Te lo dije, sino te gustan los cambios puedes retirarte, pero a mi personal no lo trataras de esa manera.
Ronald terminó la llamada.
—Hicistes eso solo porque estaba yo.
—Te equivocas, lo hice porque yo le indique a Ericka de que debería de revisar los acuerdos actuales contigo, sino simplemente se cancelan.
—¿Quieres que me siente con esa mujer? Sabes que de negociaciones yo no se mucho, cuando vine aquí no tenía experiencia.
—No es nada difícil, si hay algo que no te gusta lo cambias.
—¿Y si quiero cancelar todos los acuerdos con ella?
—Puedes hacerlo, pero si nos ponemos a cancelar todos los acuerdos que haya mujeres involucradas entonces nos quedaremos sin clientes.
Elena entendió lo que Ronald le quería decir. La mayoría de las empresas preferían enviar representa con él fin de que ellas coquetearan con Ronald, no obstante, siempre salían rechazadas.
—¿Acaso quieres darme todos los contratos?
—No, solo donde aquéllos tengan que ver con mujeres.
—Todos.
—Ya veras que no, por cierto, mañana hay un banquete, iras conmigo.
—Recuerda que no iré a eventos así contigo —dijo Elena, queriendo desafiar a Ronald.
—Eres mi secretaria, estas obligada a ir con conmigo.
—¿Entonces voy como tu secretaria?
Elena salió de ahí y estaba pensando como vestir.
Un mensajero subió una caja hasta el último piso.
—Disculpe, busco a la señora Wilson.
—¿Qué necesita con ella?
—Solo entrego un paquete.
Elena recibió el paquete, desconocía su origen. Al abrir el paquete se encontraba un hermoso vestido.
—Es para que lo uses mañana.
—No puedo usar esto, se supone que voy como tu secretaria, no. En compañía.
—Debes de recibir lo que tu esposo te regale, aunque quizás no pueda anunciar que eres mi esposa, pero no por eso vestirás como si estuvieras en la oficina.
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