Aunque por un momento Elena consideró comentarle a Ronald sobre el video, prefirió no hacerlo, sabía que sería capaz de despedir a todos con tal de detener los rumores.
Cuando Elena tenía que dirigirse a algún piso administrativo para obtener alguna información sobre algún reporte, las malas miradas se fijaba en ella.
Cuando ella se dirigía hacia el ascensor para regresar a su piso una chica se acercó a ella e hizo como si Elena la había empujado.
—Oye, ¿que te pasa? Yo no te he hecho nada y me empujas.
Elena solo la quedó viendo.
—Ayuda, Elena me quiere lastimar.
Varias personas se acercaron al sitio, algunas solo observaba mientras que otras criticaban.
—Solo porque el jefe te haya salvado una vez, no significa que siempre te salvara.
—¿Acaso crees que eres intocable? Si le causas muchos problemas a la empresa te despedirán.
—Estoy segura que Elena lo hizo porque Emely es amiga de Michelle, ahora va por la amiga.
—Deberíamos de avisar sobre esto, luego dirán que somos cómplices.
Los comentarios no dejaban de surgir, el ascensor llegó hasta el piso, la puerta se abrió y Elena no subió.
—Antes de que sigan con sus chismes o mentiras deben ser testigos oculares, nadie me vio empujando a Emely, ella tropezó sola, solamente está la palabra de ella y al parecer es mala actriz.
—¿Me estás llamando mentirosa? —preguntó Emely furiosa.
—Si así te sientes, pero podemos hacer algo, están las cámaras de seguridad, podemos solicitar a alguien que las revise y así podremos demostrar que te has tropezado sola, al menos que no quieras que la verdad salga a la luz.
—Los de seguridad no se tomarán el tiempo en algo tan innecesario —dijo Elena, tratando de evitar que hiciera eso.
Elena tomó un teléfono de un escritorio y llamó a seguridad.
Cuando Elena estaba a punto de hablar, Emely desconectó el teléfono.
—¿Quieres que nos corran a las dos? Ellos solo obedecen al señor Ronald.
Eso no le importó a Elena, tomó rápidamente otro teléfono y llamó a Seguridad.
—Soy Elena Rodríguez, secretaria del señor Ronald Wilson, necesito que me envíe los videos de seguridad del piso 8, la que apunta hacia el ascensor.
—Señorita, no puedo enviar los videos de seguridad sin la debida autorización del señor Ronald o del señor Martín.
Elena sabia que no sería tan fácil empezar a usar su autoridad.
—Si quiere conservar su empleo es mejor que me envíe el video de seguridad, si el señor Ronald te llama no será para pedirte eso, sino para despedirte.
—Lo siento, no puedo facilitar eso, es política de la empresa.
—Esta bien, llamaré al señor Wilson y asumiras las consecuencias.
Los demás empleados escucharon como ella amenazaba al de seguridad solo por no cumplir su petición.
—Ella cree que por ser defendida una vez por el jefe, tiene inmunidad.
—Tengo una idea, le enviaré un mensaje al señor Martín y le diré que alguien está tratando de usar el nombre del señor Ronald para sacar provecho.
La persona envió el mensaje.
Elena no tuvo éxito en conseguir el video de seguridad.
—Que miedo te tengo, Elena, ahora serás tú quien se atenga a las consecuencias por querer usar tu puesto para aprovecharte de los demás.
—Así es, el señor Martín no tardará en llegar, serás despedida.
—¿Han llamado a Martín?
El otro ascensor llegó al piso y Martín bajó del ascensor.
—¿Qué sucede aquí?
Elena solo tomó asiento y esperó qué todas dieran su "testimonio" como si fueran testigos oculares de lo sucedido.
—Ella está tratando de usar su puesto para intimidarnos, empujó a Emely y luego llamó a seguridad para tratar de obtener los videos de vigilancia, trato de intimidar al de seguridad porque no le hizo caso.
Martín quedó viendo a Elena, para ver como quería actuar en tal caso, pero Elena ni hizo ningún gesto. Martín tomó el teléfono y llamó a seguridad.
—He escuchado que la secretaria del señor Ronald te pidió un video de una cámara de seguridad.
—Así es, señor, no se lo he brindado ya que no tiene la autoridad.
—Enviale ese video y luego tomas tus cosas, estas despedido por desobedecer una orden.
—Señor Martín, no sabíamos que ella tenía la misma autoridad...
—Si tenías dudas me hubieras llamado y yo te confirmo, pero tomaste tu propia decisión, así que estas despedido.
Los demás que estaban cerca escucharon como Martín despedía a alguien por no obedecer una orden de Elena.
Emely empezó a entender que Elena no fue protegida por el jefe como un accidente, al parecer si tenía cierta autoridad.
—Señor Martín, creo que esta exagerando en despedir a ese pobre hombre, lo que menos quería era que este incidente afectara a otros —dijo Emely.
Martín no dijo nada y pronto el video llegó a correo de Elena, ella transmitió el video hacia una computadora para que todos lo vieran.
En el video se ve claramente como Emely actuaba para llamar la atención de todos y Elena no la tocó en ese momento.
—Señor Martín, por favor, no tome ninguna acción contra mí, soy madre soltera, tengo dos hijos que dependen de mí.
—Debiste de pensar en eso antes de haberme acusado, me has hecho perder el tiempo y por tu culpa otro trabajador también ha perdido su trabajo, no entiendo por que debería de haber clemencia por ti —dijo Elena, Martín permaneció callado.
—Lo siento, no sucederá de nuevo.
—Si, no sucederá de nuevo porqué ya no estarás aquí.
Elena continuó hacia el ascensor con los informes que había recogido previamente, Martín entró con ella.
Cuando la puerta se cerró Elena se dirigió hacia Martín.
—No quiero que despidas al de seguridad, él solamente cumplió su trabajo y lo hizo muy bien, no le dio información a alguien extraño.
—Entiendo, haré que reciba sólo un llamado de atención.
—Lo otro, no quiero que le digas una sola palabra a Ronald, por favor, cada vez que me pasa algo, Ronald despide personas.
—En esa parte no puedo prometer mucho, si el me pregunta debo de informarle.
—Sino te pregunta no lo menciones.
Los dos llegaron a piso, Ronald se dirigió hacia otro lado y Elena fue a la oficina de Ronald.
—Te he traído el informe financiero, a las 4:30 tienes una reunión con la junta directiva.
—Has tardado.
—Un poco.
—¿Otro problema?
—Nada por preocuparse, me retiro.
—¿Segura que no quieres contarme algo?
—Si, segura.
Ronald volteo su monitor y mostró el video de seguridad.
—Me ha llegado este video de seguridad, vi el destinatario principal y eras tú, alguien te ha causado problemas de nuevo.
—Ya está resuelto eso, Martín llegó para ayudar.
—Elena, si anunciamos que tú eres mi esposa nada de esto seguiría sucediendo.
—¿Vas a romper tus propios términos? Los divorcios en estos tiempo no es nada malo, así que es como si no pasara nada.
—¿Qué estas tratando de decir?
—Lo que quiero decir es que si quieres anunciarlo tu estarás terminando el contrato y por ende podré divorciarme de ti, si quieres puedo ayudarte a redactar el memo donde anuncias que somos esposos.
—¿Me estas retando?
—No hago eso, simplemente te estoy recordando nuestro acuerdo.
Ronald solamente quedó viendo a Elena, ella ya no le mostraba miedo a él.
—Prepárate para la junta, entraras conmigo.
—Pero eso no es parte de mis funciones.
—Lo es, debes de anotar todos los temas que hablemos, así que lo tiene excusa para ausentar te.