Inocente

1329 Words
Al llegar a casa estaba todo silencioso, eran un poco más de las una de la mañana, esperaba no despertar a nadie más. Subió con el ramo en sus manos, tenía esperanza que con este detalle pudiera contentar nuevamente a Elena. Cuando estuvo a punto de entrar a su habitación fue detenido por su madre. —Has tardado. —Estaba poniendo orden en el restaurante, luego pasé por esto. —¿Quieres mandar a tu esposa al hospital? Si es así mejor divórciate con ella. —No entiendo porque dices eso. —Se que eres poco detallista y que quizás te has esforzado al hacer esto, pero debes de saber que tu esposa tiene cierta alergias con las flores, en este caso le estas regalando quizás unas cien rosas, es suficiente para que le haga daño. —Lo desconocía. —Ya lo sabes, déjame eso y entra, que entre más tarde entres es perjudicial para ti, por cierto, déjame también el abrigo. —¿Por qué? —Has traído estas rosas, pudo haber caído algo de polen ahí, estoy cuidando de ella. Ronald le entregó su abrigo a su madre, luego entró a su habitación, ahora no tenia nada con que intentar conquistar a su esposa. Al entrar la vio a ella dormida viendo hacia la ventana, usaba una pijama de él y le quedaba muy grande. Se desvistió y luego se acostó. —Ya he regresado —le dijo después de darle un beso en el cuello. —No era necesario que me lo hicieras saber, no quiero saber lo que has estado haciendo, quizás la tal Nikki te dio un recorrido por la ciudad. —No, te equivocas, yo... —Dije que no quería saber, igual no importa, tu haces lo que deseas y sin importar que tanto lastimas a los demás, al final cuando firme ese contrato sabía el tipo de hombre que eres... —Basta, no he hecho nada para perjudicarte, al contrario, estaba dejando en claro que a mi esposa nadie la humilla, además que te traía un ramo de rosas, pero mi madre me ha dicho que eres alérgica, así que me las ha quitado. —Ronald, no soy alérgica a las rosas, me dieron un ramo en nuestra supuesta boda y no tuve ninguna reacción. Elena tomó su celular y luego buscó rápidamente una foto, en esta se encontraba Nikki cerca de Ronald, la puerta del auto estaba abierta y ella al parecer estaba a punto de entrar. —Si eso le llamas dejar en claro mi posición, me preguntó que será humillarme. —¿Quien te ha enviado esa foto? No te ha enviado cuando yo me alejo y ella quedó tirada ahí. —Quien la envió es lo de menos, pero la foto es evidente, además, no eres detallista, quizás ella te dio la idea de las rosas para tratar de conquistarme. Ronald estaba comenzando a perder la paciencia, ¿como podía decirle que todo fue idea de Nikki? Siguió revisando el teléfono de ella y encontró unos mensajes. [Le he sugerido que te lleve rosas, espero que te guste] El remitente era desconocido, ahora entendía porque alegaba que la idea fue de Nikki, pero ¿como consiguieron el numero de Elena tan rápido y como fue que lo siguieron? —Quien te haya enviado esto simplemente quería hacerte molestar, encontraré al culpable y lo traeré ante ti para que te de explicaciones. —Deja esas tonterías, puedes traer a cualquiera e intentar justificar, yo no tengo ninguna garantía de que serás fiel, quizás todo esto fue un error. Ronald quería matar al culpable de todo esto, quería matar a Nikki, por ella es que su noche está arruinada, aunque quería buscar una forma de solucionar las cosas, sabia que sin pruebas no podría hacerlo, así que pidió que le enviaran los videos de vigilancia de cuando el se iba, solo así demostraría que ella no subió a su auto. En pocos minutos llegaron los videos, pero la cámara no tenia todo el alcance hasta donde él se encontraba, en lo poco que se visualiza se puede ver que Nikki se acerca al auto, pero no que se aleja cuando el auto se retira, [Consigan cámaras aledañas, algo que se visualice bien mi retirada.] Ronald no podía dormir, quería demostrar su inocencia, nunca se había preocupado en demostrar algo, pero sentía que era lo correcto. Le costó conciliar el sueño, a las cinco de la mañana un mensaje le despertó. [No hemos podido encontrar una cámara en funcionamiento, habían cinco cámara apuntando hacia donde usted y ninguna estuvo grabando en ese momento, estamos investigando más a fondo] Este suceso le empezó a preocupar a Ronald, una cosa es que le tomen una foto, otra es eliminar cualquier registro, significa que están haciendo esto con otro propósito y no desean dejar cabos sueltos. Él se levantó de la cama y se sentó frente a su computadora, estaba revisando lo que sus trabajadores le facilitaron. —¿Qué haces levantado tan temprano? —preguntó Elena, quien vio el reloj que marcaban las cinco de la mañana. —Solo estoy revisando unos asuntos pendientes. —¿No puede esperar a que termine de amanecer? Ronald detuvo lo que estaba haciendo, quedó viendo un momento a Elena y luego cerro su computadora. —Tienes razón, puede esperar a mas tarde. Ronald volvió a la cama con Elena, aunque pocas veces el mostraba cierto afecto, pero lo que si ella podía observar es que le gustaba abrazarla, aunque estos gestos en publico no eran tan evidentes. —Sabes, al parecer hay alguien que quiere separarnos, estoy averiguando quien es. —¿Por qué lo dices? —Porque se tomaron las molestias de eliminar las cámaras de seguridad que podían probar mi inocencia, de que no tuve nada que ver con esa mujer. —Quizás tu lo estas haciendo para no dejar evidencia y luego me dices que alguien más lo está haciendo, quizás lo estas haciendo para encubrirte. Ronald hizo que Elena se girase, la tenia cara a cara. —¿Que puedo hacer para que me creas? —Sabes porque no te creo, te estas esforzando demasiado para demostrar tu inocencia, si realmente fueras inocente dejaría las cosas como están y luego la verdad irá saliendo a la luz. Elena se levanta de la cama. —¿Por qué te levantas? —Tengo que ir a prepararte desayuno, lo que menos quiero es que tu familia piense... —No hay necesidad de que hagas eso, aquí hay personal de servicio que se encarga de eso, mejor ven aquí y compláceme de otra manera. —Solo en eso piensas, ¿acaso no conoces algo más que el sexo? Ronald no respondió a la pregunta, simplemente quedaba viendo a Elena con rostro intimidante, pero a la vez buscando la forma en que ella cediera. No obstante, Elena se termino de cubrir y salió de la habitación, bajó hacia el comedor y la cocinera ya se encontraba ahí. —Buenas días, señora, mi nombre es Meylin, soy la chef de la familia, si desea algo en especial solo me lo hace saber. —Sabe, Meylin, yo nunca he sido muy buena en la cocina, ¿tú puedes enseñarme? Meylin se sorprendió al escuchar la petición de Elena, en lo que llevaba trabajando con la familia Wilson nadie le había pedido que le enseñara a cocinar, siempre preferían mantenerse alejado y en pocas ocasiones es que entraban a la cocina para dar alguna instrucción en especifico. —Sera un gusto enseñarle, sin embargo, no quiero entrar en conflicto con la señora Alicia, si pudiera comunicarle su petición seria de mucha ayuda. Alicia quien venia detrás de Elena después de haber salido de la habitación, le llamó la atención que haya entrado a la cocina, quizás solo quería pedirle algo a la cocinera, pero nunca espero tal petición. —¿Por qué deseas aprender a cocinar? —preguntó Alicia.
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