Jefa no me quiero casar

Durmiendo como un muerto

Emma se quedó hablando durante un buen rato sobre las posibles fechas para la boda, sobre donde se realizaría y cuántos invitados tendrían.

Adrian estaba tan cansado que al final se había quedado dormido. Emma al darse cuenta que se había quedado dormido lo movió para que se despertara, pero él dormía como una roca y no despertó. Emma fue a por una manta y mientras lo estaba tapando Adrian envolvió sus brazos alrededor de su cintura y la tiró en el sofá.

Luego enterró la nariz en su cuello, Inhalando la fragancia de cuerpo. Emma le dio varios golpecitos en el hombro intentando despertarlo.

_ Adrian, despierta, me estas aplastando.

Por mas que Emma intentó despertar a su asistente fue inútil, él dormía como un muerto y dijo para sí misma.

_ Ahora ya se algo de ti, eres como un muerto cuando duermes.

Al día siguiente cuando Adrian se despertó sintió que su mano estaba tocando algo suave y cálido, él lo apretó ligeramente, escucho un chillido y luego sintió un fuerte golpe en la cara. Era su jefa, ella estaba durmiendo a su lado y lo cálido y blando que había apretado era su pecho, ella se veía molesta y le dijo.

_ Quítate.

Adrian la soltó inmediatamente, estaba un poco desorientado, él no sabía cómo habían terminado de esa manera.

_ Lo siento, yo no quería...

Emma se levantó y le dijo.

_ Suerte que mi sofá es grande, de lo contrario hubiera caído al suelo.

_ Nosotros, ¿Cómo terminamos así?

_ Te quedaste dormido mientras hablaba, cuando te quise tapar con una manta me atrapaste con tus brazos y no me liberaste por más que lo intente, eres como un muerto cuando duermes y al parecer te gusta manosear a la gente.

_ Jefa yo no...

_ Te perdonare solo por que serás mi esposo dentro de poco, de lo contrario te habría despedido y denunciado por acoso, así que prepara mi desayuno mientras me cambio.

Adrian abrió los ojos como platos, su jefa tenía una nueva arma para usar en su contra y pensó que lo mejor sería tenerla contenta.

Mientras Emma se arreglaba Adrian preparo el desayuno, después ambos desayunaron y volvieron a la empresa. Emma entró en su oficina y Gabriel se acercó a él y le dijo.

_ Al parecer alguien ha tenido una noche movida.

_ ¿Quien?

_ Tu, quien más, llevas puesta la misma ropa de ayer, ¿Con quien pasaste la noche, picaron?

Como se había despertado un poco tarde Adrian no había podido ir a su casa a cambiarse de ropa y como su jefa no parecía estar de buen humor no se atrevió a pedirle permiso para llegar más tarde al trabajo.

_ Mejor no preguntes.

Emma estaba terminando de revisar los contratos que Adrian le había dado el día anterior cuando escuchó sonar su celular, era su madre, ella ya sabía para que la estaba llamando así que no contestó la llamada.

Adrian estaba terminando de organizar todo para el viaje a Italia que estarían realizando el fin de semana cuando Mayra la madre Emma llegó a la oficina y lo saludo.

_ Hola Adrian.

Adrian se puso de pie inmediatamente.

_ Buenos días señora Mayra.

_ Esta Emma.

_ Si, ella está en su oficina.

_ He estado llamándola toda la mañana y ignora mis llamadas.

_ La señorita Emma tiene mucho trabajo el día de hoy.

_ ¿Por qué te refieres a Emma de manera tan formal, ustedes son novios, ¿O no?

_ Por supuesto que si, es solo que me he acostumbrado a llamarla de esa manera enfrente de los demás.

_ Deberías quitarte esa costumbre, pronto serán marido y mujer.

No me lo recuerde, pensó Adrian.

_ Podrías decirle a Emma que estoy aquí.

_ Por supuesto, espere un momento, la anunciare.

Adrian tocó la puerta de la oficina de Emma y le dijo.

_ Tiene visita señorita Emma.

_ ¿Quien?

_ Es su madre.

Emma suspiró y le dijo.

_ Déjala pasar.

Cuando Mayra entró en la oficina, Adrian iba a retirarse, ella le dijo.

_ No te vayas muchacho, me gustaría hablar contigo un momento.

_ ¿De que quieres hablar con Adrian mamá?

_ De vuestra boda por supuesto, ¿Ya han elegido la fecha de la boda?

_ No.

_ ¿A qué esperan?

_ Queremos hablar con los padres de Adrian antes de elegir la fecha, ellos están en México así que tenemos que esperar a que regresen.

_ Y veo, supongo que no se puede evitar, tendremos que esperar a que regresen.

Adrian se sentía incómodo por mentir y como él no había dicho ni una sola palabra desde que había entrado Mayra lo comenzó atacar con preguntas.

_ ¿Hace cuanto tienen de haber iniciado vuestra relación?

_ Dos años mintió Emma.

Mayra veía un poco falsa su relación y dijo.

_ Vosotros no parecéis muy cercanos.

_ Eso es por que estamos en la oficina.

Contesto Adrian.

_ Si es asi me gustaria verlos fuera de la oficina, vengan a cenar a casa esta noche.

_ Mamá tenemos mucho trabajo.

_ No creo que la empresa se vaya a la quiebra si salen un poco antes.

Mayra se puso en pie y dijo.

_ Los espero esta noche para cenar, no lleguen tarde.

Cuando Mayra se fue Emma dijo.

_ Mi madre es un dolor de cabeza, me pregunto cuándo me dejará en paz.

_ Señorita Emma me parece que esto no va a funcionar, su madre se dará cuenta que entre nosotros no hay nada, lo mejor será decirle la verdad, seguro que ella entenderá.

_ Estás loco, si le digo a mi madre que nuestra relación fue algo que inventé para zafarme de un matrimonio arreglado me casa mañana mismo con Fabian o me quita la presidencia.

_ Pero yo no soy bueno mintiendo, su madre nos descubrirá de todas formas.

_ Claro que no, solo tenemos que mostrarnos cercanos.

_ Para mi eso no es fácil.

Emma se levantó de su silla, se acercó a Adrian y le dijo.

_ Entonces practiquemos un poco, besame.

_ ¡No!