Capítulo 3
Negociaciones
Amelia Cavanauh
Estoy cansada de esta situación, estoy cansada de que mi padre siempre haya querido manejar mi vida a su antojo, y que aún en su muerte lo haga, las manos me tiemblan de ira y frustración, siento que quiero acabar con todo y veo como Blake Green se acerca a mí lentamente, con una mirada fija de un azul penetrante, se para frente a mi y me ve de arriba a bajo diciéndome
— Yo no sé qué piensas hacer tú, pero vengo dispuesto a no perder mi empresa, ¿Tú que piensas hacer?— me dice retandome y arqueando una ceja
Me alejo de él y camino de un lado a otro, pensando que hacer, ¡Carajo! No puedo creer que esto me esté pasando, me niego...
— Amelia, tienes 24 horas para decidir — sigue insistiendo — ¿Vas a echar a perder todo lo que has construido?— levanto mi mano para que se calle porque me exaspera por completo y le digo
— Tiene que haber una solución, voy a consultar con mis abogados, este contrato debe romperse.
El niega con la cabeza riéndose.
— ¿Crees que no intenté lo suficiente? ¿Crees que quiero casarme por obligación? El contrato tiene reglas específicas que ambos debemos cumplir si no queremos perderlo todo Amelia, no soy estúpido, no iba a venir ante una de las mujeres más importantes de nueva York sin ningún tipo de pruebas — me dice molesto
Tomo mi teléfono y llamo al departamento legal de la empresa, Luz, mi mejor amiga, o al menos la amiga más cercana que tengo, trabaja conmigo y es una excelente abogada en su área.
Le comento un poco acerca del contrato mientras Blake espera pacientemente, está parado en una esquina de brazos cruzados se me queda mirando y escucho a mi amiga decir
—¡Maldición Amelia! ¿Qué tal está el tipo? Si está bueno no sé de qué te quejas — me volteo un poco para darle la espalda a Blake, y susurro en el teléfono — Claro que está buenísimo tonta, pero igual, es un MATRIMONIO caray! ¿Acaso crees que tengo ganas de casarme con un desconocido?
Ella se ríe de mí y me dice — Según lo que acabas de decirme, debes vivir al menos todo un año con el, casarse legalmente, no es un juego Amelia, de igual forma enviame el contrato y todos los documentos a ver si encuentro una brecha por la que podamos escapar, además, eso te pasa por andar firmando documentos sin consultarme.
— eso fue antes de conocernos Luz, no seas dramática que ahora mi vida es un completo caos, todo marchaba bien y este hombre ha llegado a descomponerla por completo.
Cuelgo la llamada y volteo a ver a Blake que juguetea con un adorno. Tomo mi cartera y le digo — vamos — él me mira extrañado y pregunta — ¿A dónde? Mientras arquea una ceja
— ¿Me habías invitado a almorzar o ya se te olvidó? — le pregunto de vuelta y él coloca un dedo en su mejilla mientras sonríe, se ve tan sexy
— Y tú me habías rechazado si mal no recuerdo… — me dice lanzándome una mirada que me calienta por completo, ¡Dios! Este hombre alborota mis hormonas por completo.
— ¿Vamos o qué? Creo que tenemos muchas cosas de las que hablar — salgo de la oficina camino al ascensor sin voltear a verificar que me sigue, porque sé que sabe lo que le conviene, necesito llegar a una negociación con este hombre
Lo veo subir silenciosamente al ascensor y voltea a decirme cuando las puertas se cierran
— mi chófer nos espera en la entrada Amelia — volteo a verlo y le digo — para ti soy la señorita Cavanauh.
Lo escucho resoplar y luego reírse, las puertas del ascensor se abren y salimos a la entrada del edificio.
Camino siguiéndolo y se para detrás de una elegante camioneta negra, pensé que tan solo era dueño de una microempresa pero me doy cuenta de que él tiene más de lo que aparenta.
Me subo a la camioneta y paso todo el camino en silencio, maldiciendo mi vida y mi mala suerte.
Llegamos a un lindo restaurante y nos preparan un área privada, él educadamente, me acomoda la silla para que me siente y se sienta frente a mi.
— está bien señorita Cavanauh— gira sus ojos— necesito que hablemos de negocios, debemos casarnos en no menos de quince días, y el contrato estipula que cada uno debe permanecer juntos en una residencia a las afuera de la ciudad, conviviendo como lo hace pareja durante el tiempo estipulado, nuestros padres incluso tendrán a unos "vigías" para que el contrato sea llevado a cabo tal como ellos lo estipularon.
— están locos — exploto de repente — es increíble que aún muerto mi padre controle mi vida, no pueden jugar con nosotros de esa forma, ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?
Él se encoge de hombros y me dice
— Voy a mudarme a una linda casa junto a una linda chica, ¿Que más puedo pedir? — esta vez soy yo quien gira los ojos y el sonríe.
— Amelia, tienes que ver esto como un negocio, nos aguantamos por un año, nos divorciamos y listo, cada quien continúa con su vida. Además te digo que no prometo fidelidad en un matrimonio ficticio — menudo hipócrita y descarado.
— Muchas Gracias descarado, ¿Así le pides matrimonio a una mujer? — lo veo reír burlándose de mí y giro mis ojos molesta, debo admitir que en cierta parte tiene razón, ¡Maldición! No puedo perder todo por lo que he trabajado, si no tengo más remedio que aceptar este absurdo trato pues entonces debo hacerlo, inhalo profundo y le pregunto — ¿Qué hay que hacer? — el muy descarado sonríe triunfante y me dice
— Por lo pronto ve al viaje que comentabas, disfruta, haz lo que vayas a hacer, porque cuando vuelvas te convertirás en la futura señora Green.
Se ríe al decir esto, para él se ve que es un chiste, para mí será como estar en una prisión durante todo un año, maldigo una vez a mi padre por hacerme esto y decido valientemente continuar con el plan, es una completa locura pero como el mismo dijo, ni siquiera fidelidad existirá en el matrimonio, así que es una relación completamente falsa, acepto mi nuevo destino, me comprometo a estar junto a este hombre como la mejor actriz de holywood durante 365 días para hacerle creer al mundo que somos el matrimonio perfecto, total, ¿Qué más podría pasar?...