Cuando llegué a casa lo primero que hice fue ir por mi pequeña Emma, estaba derretida de amor por aquella bebé.
Nunca pensé tener una hija en estas circunstancias pero debo decir que estoy feliz.
Amamantar a mi hermosa Emma me da años de vida, ver su tierno rostro me recuerda que tengo que luchar por ella, por salir hacia adelante y quizás buscar a su padre.
¡Oh por Dios! ¿Buscar a el padre de mi hija?, estoy totalmente demente.
Eso era algo que no podía pasar nuevamente pero mi mente, necesitaba realmente alejar aquel pensamiento y concentrarme en algo que también es importante.
Al día siguiente.
Fui temprano a la oficina, necesitaba completar lo que no había podido hacer anoche.
Mientras estoy organizando la agenda del día en cuanto a la publicidad, el nuevo presidente de la empre
