La misma noche Ámsterdam Bahir Fue una eternidad esa milésima de segundo hasta que Alessia menciono el día de la fiesta del cumpleaños de Mustafá, no estoy exagerando, pues rogaba que no fuese el sábado, y solo respiré aliviada cuando me saco de mi incertidumbre, se puede repetir que sortee ese inconveniente. Lo malo seguía siendo que debía lidiar con mi padre, incluso esa misma noche no dejaba de pensar como sería mi charla con él, al final, a la mañana siguiente estuve tocando el timbre del departamento donde se alojaba y como era lógico no lograba reaccionar ante mi presencia, hasta que lo hizo de forma natural. Al punto de repetirme “Hija que bella sorpresa tener de visita” Claro que no le creí y le di una sonrisa forzada mientras ingresaba al lugar para terminar repitiéndole. –Pap