El mismo día Londres Nadir Llegue a pensar que había logrado convencer a mi chica misteriosa de compadecerse de mí, pero para mi sorpresa me jugaron en contra mis propias palabras sobre el destino, me repitió “Tú crees en el destino, entonces dejemos que él haga su trabajo” Me quería morir con su respuesta incluso me descontrole, me dejé llevar por la rabia e hice un comentario inapropiado, metí la pata hasta el fondo, la embarre de la peor forma ganándome unos cuantos insultos de mi chica. En ese momento me quería tirar balcón abajo por imbécil, es que ni siquiera entendía como llegamos a ese punto, si hace dos minutos estábamos charlando de un noviazgo y ahora estábamos discutiendo. Lo sé soy un desastre en las relaciones y me cuesta aplomarme, aunque cuando sujeto los controles de