Es oficial. Soy toda una celebridad y no sé como manejarlo porque en realidad jamás me había pasado. Así que mientras estoy en el hermoso jardín tomando un café y a punto de desayunar, leo con ansias el encabezado. “Sebastian Sanz, joven y heredero ¿Quién ganará su corazón” —¿Joven? Ni lo estoy tanto.— Comento refunfuñando como todo un abuelo. Volteo para ver a Bruna llegando el jardín. Hoy los vestidos y ropas elegantes se han ido y ella camina de vaqueros negros y una playera blanca con la palabra “Sensuelle” (Sensual) y con el pelo recogido. —Buenos días.— Me dice sonriente. —Buenos días. Somos noticia. Tomo el periódico y se lo paso, ella lo ve y sonríe.— Amo ese vestido y tú te ves muy bien. —Al menos no salgo en la parte de “Lo que no debes vestir”. —Ya te dije que te