Por mi mente nunca pasó que yo tuviera una mansión como la que tengo ahora, así que mi rostro de sorpresa fue genuino cuando vi el hermoso piso en la ciudad que ahora poseía. Era simplemente increíble un lugar que ni en mis sueños más locos hubiese imaginado.
Al abrir la puerta, una hermosa sala con pisos de madera genuina y paredes blancas me dio la bienvenida, la decoración era en verdad moderna y mucho más sencilla que la mansión. La enorme salde color blanco rodeaba todo el perímetro, y en medio una deliciosa alfombra del mismo color le daba un sentido de sofisticación y a la vez de hogar.
El comedor para doce personas yacía al lado de la hermosa cocina completamente equipada no sólo con todo lo que se necesita si no con una isla en medio donde uno bancos de madera invitaba a tomar
