-No se ni porque me quieres acompañar, solo vengo a entregar estos papeles-alce mi bolso lleno de hojas-Siento que estas perdiendo el tiempo conmigo.
-Mientras mas tiempo pase contigo mejor, quien sabe si hoy volveré a ver mi futuro suegro-solté una risa sarcástica.
-Cállate, mejor entremos-me coloque en la puerta principal y esta se abrió de inmediato.
Ambos pasamos por toda la recepción, algunos de los trabajadores que conocía me saludaban y otros solo se dedicaban a sonreírme.
-Hola Rebeca, ¿esta mi papa? -me pare en frente de la recepcionista.
-Melody, un gusto volver a verte-la pelirroja se levantó y me abrazo-Tu padre esta en su oficina, ¿quieres que le avise que estas aquí?
-No, le voy a dar una sorpresa-me separe de ella y me acerque al ascensor.
- ¿Quién es el? -me voltee a escuchar la voz seductora de Rebeca.
En ese momento observe como se comía con la mirada al pobre Arturo.
Rebeca era una mujer muy joven, creo que, de mi edad, su cabello rojo la hacía ver más blanca, incluso pálida en algunos casos.
-Es mi amigo, Arturo-me acerqué a él y lo sostuve su mano.
-No sabia que tenias amigos tan guapos, mi nombre es Rebeca-no perdió la oportunidad y enseguida se presentó.
-Ya vendrá un tiempo para que se conozcan, tengo prisa-mire Arturo que me veía con una sonrisa.
-Melody tiene razón, ¿nos vamos? -moví mi cabeza de arriba hacia abajo.
No espere que nadie hablara, tome con fuerza el brazo de Arturo y lo arrastre al ascensor.
- ¿Estas celosa? -dirigí mi mirada al causante de aquella pregunta.
- ¿De qué hablas? -toque el botón para cerrar el ascensor y toque otro para que nos llevara al piso presidencial.
-Estas celosa de aquella chica, no hay razones para estarlo, yo solo te quiero a ti-cruce los ojos-escúchame nena-me tomo de ambas mejillas-no importa lo que pase, siempre te querré a ti, incluso si hay obstáculos, tú serás la única que vivirá en mi corazón-confeso.
No sé porque razón, pero en el fondo de mi corazón sentía que me hablaba en serio, ¿Por qué me siento así?
- ¿Entramos? -su voz hizo que saliera de mis pensamientos.
- ¿A dónde? -pregunte confundida.
El miro hacia su lado, y ahí me di cuenta de que ya habíamos llegado a nuestro destino.
-Ah, claro, acompáñame-me aleje un poco de él.
-Espera-me sostuvo del brazo.
- ¿Qué pasa? -lo mire intrigada.
Empecé a retroceder al darme cuenta como caminaba hacia mi- ¿Qué haces? -me puso un dedo en los labios.
-No te imaginarias lo tanto que me gustas-se acercó más a mí, cuando observe que estaba a centímetros de mis labios, cerré los ojos por impulso-voy a hacer lo imposible hasta que te enamores de mi-me susurro en el oído, lo que hizo que me sonrojara al instante.
-No me digas eso-abrí mis ojos y lo mire aguantándose la risa-jamás me enamoraría de ti-le grite mientras salía del ascensor.
-Espérame- corrió hacia mí y me tomo del brazo-quiero ver a mi futuro suegro.
-cállate, deja de decir tonterías- abrí la puerta de la oficina de mi padre.
-Tu padre se debe enterar-me hablo.
- ¿De qué me tengo que enterar? -Arturo y yo nos miramos y luego miramos a mi padre, quien se encontraba observándonos.
Tome del brazo a Arturo y lo entre a la oficina, cerrando la puerta tras suyo.
- ¿Qué es eso de lo que me tengo que enterar? -maldije en mi interior al escuchar aquello.
¿Y ahora que respondo?
-Lo que pasa es que su hija saco excelentes calificaciones el día de hoy, después de todo estaba conmigo en la exposición, le dije que debía enterarse ya que me imagino que estaría muy orgullo de su logro-mi padre se nos acercó, y a pesar de la tonta excusa que había puesto Arturo, al parecer mi padre le creyó.
-No espero menos de mi hija, después de todo es mi bebe, siempre estaré orgullosa de ella-solté el brazo de Arturo y me acerqué a él para abrazarlo.
-Vine para traerte estos diseños, los termine en mi tiempo libre el día de hoy-le entregue varias carpetas y le explique de que era cada una.
-Me entere de la competencia, se que le va a ir bien, le deseo la mayor suerte posible-mi padre se sorprendió por aquellas palabras, pero aun así le agradeció.
Mientras le explicaba a mi padre, Arturo miraba la oficina de mi padre con sorpresa, era como si se sorprendiera de que este lugar sea de mi padre.
- ¿Nos vamos? -pregunte llamando la atención de Arturo.
-Claro, nos vemos pronto señor Sebastián-estrecho su mano con la de mi padre, y sentí la mala energía presente.
-Nos vemos esta noche, padre-abrí la puerta de la oficina en cuanto Arturo se colocó detrás mío.
Ambos salimos y nos dirigimos al ascensor.
-Por cierto, mi cumpleaños es el próximos miércoles, voy a hacer una fiesta algo pequeña con unos amigos, ¿Puedes acompañarme? -me removí algo incomoda.
-No podre asistir, mañana en la noche me voy de viaje y creo que vendré el viernes en la madrugada-solté un suspiro algo decepcionada-es una lástima.
- ¿A dónde vas a ir? -pregunte en cuanto las puertas del ascensor se abrieron.
-Tengo que ir a visitar a mi madre y a traerla conmigo a la ciudad, tengo varios meses que no la veo y aprovechare que no tengo un horarios muy fuerte para ir hasta donde esta ella-me explico tomando mi mano.
-Está bien, te esperare aquí-el asintió y beso mi frente.
- ¿Me vas a extrañar? -pregunto con su sonrisa de oreja a oreja.
-Claro que no, al contrario, me sentiré feliz de que ya no estés aquí molestándome-como hace unos minutos atrás se acercó a mí, estaba tan cerca que creí que me besaría, pero solo se acercó a mi oído.
-No seas mentirosa, me vas a extrañar con todo tu ser, eso te lo aseguro-me aleje de él.
-Si que tienes el ego alto-lo empujé y empecé a caminar hacia la salida.
-Así me quieres-exclamo.
Abrí la puerta de su auto y me adentré a él esperándolo.
-Yo si te extrañare, cada segundo que pase, estaré pensando en ti-tomo su teléfono y abrió la aplicación de cámara-vamos, tomemos una foto-se acerco a mi y junto su mejilla con la mía- sonríe mi diosa.
Hice lo que me dijo, cuando vi que la tomo trate de alejarme, pero me sostuvo fuerte.
-Me iré por unos días, se que no me conoces bien, pero yo a ti te conozco mejor que a nadie, y quiero ser algo mas que tu amigo, ¿podrías pensar en lo de ser novios? -me pregunto viéndome fijamente a los ojos.
Sus labios rozaron lo mío-No lo sé, yo a ti no te conozco-susurre aun mas cerca de sus labios.
-Tenemos una vida por delante, y pienso dedicarme a enamorarte y por supuesto amarte-sus labios estaban a un movimiento de los míos, pero ningunos daba el siguiente paso-por lo menos piénsalo.
Y si, lo hice. Lo bese.
Junte mi labios con los suyos, al parecer estaba sorprendido ya que escuche como su teléfono caía al suelo del auto y ni siquiera se movió, pero como si leyera mis pensamientos, me sostuvo de las mejillas y profundizo el beso.
Nuestros labios se movían sincronizados, bajo su mano hasta mi cuello y me atrajo hacia el haciendo que jadeara.
Me separe un poco, me dedique a dejar mis ojos cerrados y unir nuestras frentes-prometo que lo pensare-abrí mis ojos y le di un simple beso en los labios-llévame a mi casa-me acomode en el asiento del copiloto.
-Como ordene-por el rabillo del ojo observe que estaba sonriendo, incluso note que estaba un poco sonrojado.
Tratare de pensar en su propuesta, se que el me conoce, pero yo a él no lo conozco.
Pero antes de todo, tenía una duda ¿De donde me conoce? Porque según yo, no recuerdo haberlo visto en mi vida.
Son tantas preguntas, pero como dijo el, aun tenemos una vida por delante.
Hellooooo, volví