capitulo 6

1198 Words
 narra Melody. ¿conquistarme a mí? ¿ser su novia? ¿esto es una broma? -deja de bromear con tales cosas y vamos a comer algo, muero de hambre-toque mi barriga con ambas manos-vamos-lo tome de la mano robando millones de lágrimas de las chicas que estaban reunidas frente a mí. -me siento como una basura que acaban de desechar-escuche su horrible actuación-jamás me habían rechazado de tal manera. -siempre hay una primera vez para todo-tomé mi bolso y empecé a caminar hacia la salida. -no espere que fuese tan pronto-toco su pecho y con su mano derecha-me gustan las chicas que se hacen las difíciles-confeso con una sonrisa sínica. -no digas nada más, salgamos de aquí-ignorando sus cursis palabras, me dirigí hacia la cafetería, la cual él había mencionado antes. Cuando cruce la calle, me gire para verlo, pero me lleve la sorpresa de verlo parado en medio de la calle. - ¿estás loco? Te pueden atropellar-le grite. -la vida no vale nada, sin ti a mi lado-observe como las personas se detenían a verlo-prefiero morir, a vivir una vida en la que no eres mi novia-los autos tocaban bocina enloquecidos. -quítate del medio si no quieres que te atropelle-un señor salió de su auto, tomando a Arturo del brazo y empujándolo hacia mi-que tu novia no te quiera, no es mi problema, si mi jefe me despide por llegar tarde, pagaras las consecuencias-lo tomo de la camisa. Espere que Arturo se disculpara, pero su disculpa nunca llego, al contario. Solo se acercó al señor y le susurro algo al oído. -lo lamento señor, yo…yo no sabía quién era usted-el pobre señor tartamudeo varias veces-no era mi intención. Me quede sorprendida al ver como aquel señor que hace un momento gritaba enojado, ahora corría como un cobarde. -eso no lo vi venir-dije acercándome a el- ¿Qué le dijiste? -pregunté con intriga. -solo le dije que mi novia sabia boxeo, y si seguía gritándome, tú lo ibas a golpear-sacudió sus pantalones llenos de polvo. -no soy tu novia-le grite caminando hacia dentro de la cafetería- jamás seré tu novia, estás loco. Me senté en una de las mesas disponibles, esperándolo. -eso dices ahora, no duraras mucho, y caerás a mis pies-bufe irritada por su comentario. -sueñas mucho-él se sentó junto a mi-eres un idiota. -soñar es gratis, y no dejo de soñar con una vida a tu lado-paso su mano por mi mejilla. -déjame en paz-me levanté de mi asiento y fui a ordenar mi comida. En cuanto termine de ordenar, note que Arturo que no se había movido de su lugar. - ¿no vas a pedir tu comida? -pregunté cuando me senté a su lado. - ¿no pediste por los dos? Pensé que habías pedido mi comida también-abrí mis ojos lo más que pude, esto ya se estaba saliendo de control. -no te conozco lo suficiente para saber qué tipo de comida te gusta-le responde. -aunque no me conozcas, yo si te conozco a ti, y puedo decir que bastante bien-su voz salió un poco ronca, lo que hizo que me pusiera nerviosa. -lo dudo-confesé. Saque unas hojas de mi bolso y las coloque encima de la mesa. - ¿Qué es todo eso? -señalo mis dibujos. -aunque mi padre es dueño de una empresa hotelera, ahora piensa empezar una empresa de joyas, y yo estoy a cargo de los dibujos-le explique. -escuche que hay una competencia de diseños de joyas, ¿tu padre participara? -se veía muy intrigado. -pues sí, empezara a promocionar los diseños cuando gane esa competencia-dije segura de mis palabras. - ¿Por qué crees que tu padre ganara? -observa mis diseños-el bajo la mirada y empezó analizar cada dibujo. -ya no tengo dudas de que ganaras, son increíbles-admiro mis hermosos dibujos y luego me miro-eres asombrosa. -gracias, aunque tenemos una gran competencia con una empresa, siento que ganaremos-repace los bocetos, y luego lo mire-iré a pedirte algo para comer, dejare esto aquí, vuelvo en un momento. Me levanté de mi asiento y me puse en fila para pedir más comida. -pedí una orden hace unos minutos-la chica analizo mi rostro y luego asintió-quiero pedir una orden más. La chica que me estaba atendiendo busco un cuaderno y me miro esperando que hablara. -lo mismo que pedí hace un momento, mesa ocho-anoto lo que dije. -espere unos minutos en su mesa, en cuanto su comida este lista, se la llevaremos-tome el recibo de lo pedido y volví a mi asiento. Mire a Arturo que estaba muy metido en su teléfono. -ya pedí por ti-recogí las hojas que estaban esparcidas por la mesa. -gracias, tengo una duda, ¿Qué día tu padre enviara estos diseños? -señalo los dibujos que estaban ya dentro de mi bolso. - ¿Por qué tanta curiosidad? -pregunte frunciendo el ceño. -solo me llama la atención, tu padre es mi ejemplo por seguir, en un futuro quiero ser como el-lo mire directo a los ojos cuando escuche tales palabras. -no sabía eso de ti-solté una bocana de aire-le llevare los dibujos hoy a su empresa, luego las joyas serán creadas, creo que los enviara el lunes, y el jueves van a dar los resultados-le explique todo lo que sabía. - ¿puedo ir contigo a la empresa de tu padre? Amaría conocer el lugar-sostuvo mi brazo y suplico con ansias. -claro, en cuanto terminemos de comer, nos vamos-le avise. -eres la mejor-se acerco a mi y se sentó al lado mío. Tal acto no me sorprendió, lo que casi me mata de la sorpresa es cuando observe como su rostro se acercaba al mío. - ¿Qué haces? -trate de esquivarlo, pero el sostuvo mi mentón. -lo que quiero hacer desde que te conocí, besarte-se acercó más a mí, lo que hizo que me tensara. Su nariz rozo con la mía en un simple movimiento, estábamos tan cerca, que podía sentir su respiración. -aquí esta su orden…ups, lo siento mucho-lo empujé lo más lejos que pude y me puse de pie. -no se preocupe, gracias-ayude al mesero a poner los platillos en la mesa. Le agradecí al chico, y con sus mejillas sonrojadas se esfumo. -esto es una avaricia, ¿Cómo se atreve? -me halo hacia el- ¿podemos seguir en los que estábamos? De nuevo se acercó a mí, pero cuando estaba a punto de besarme, gire mi rostro, lo que hizo que su beso cayera en mi mejilla. -no seas ridículo-tome una papa frita de mi plato y la lleve a mi boca-no beso a desconocidos. - ¿no has dado tu primer beso aun? -casi me atraganto con las papas-yo tampoco. -ajan, y yo soy caperucita roja-tome de mi soda y luego lo mire-mejor ponte a comer, antes de que me vaya. -y luego se quejan de que los nosotros los hombre no sabemos mostrar interés cuando alguien nos gusta-empezó a jugar con un mechón de mi cabellera. No dude en soltar una carcajada. -eres un idiota-cuando note que iba a decir algo, le tape la boca con su sándwich-mejor dedícate a comer. Era todo un casanova, todo un idiota, pero había que admitirlo, era un idiota muy guapo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD