capitulo 13

1669 Words
Abrí la puerta de mi casa y caminé con sigilo. Me gire antes de cerrar la puerta y le tire un beso a Arturo. Con un movimiento de labios le dije en susurro ¨Nos vemos mañana¨ El asintió y empezó a conducir. Fue cuando vi que estaba lejos que cerré la puerta. Subí por las escaleras en silencio, tenía miedo de despertar a mis padres. abrí la puerta de la habitación de mis padres y caminé hacia la cama, donde estaban durmiendo los dos. -Lamento tener que irme, pero si sigo aquí jamás lograre avanzar-toque la mejilla de mi hermanita-Volveré algún día. Mire a mi padre quien estaba abrazando a mi madre. -Espero tener un amor como el de ustedes-susurre saliendo de la habitación. Camine hacia mi cuarto y saque mi maleta, entre varias prendas y busque mis ahorros, no eran muchos, pero eran lo suficiente para empezar de nuevo. Cuando terminé de empacar; encendí mi computadora, me sorprendí al ver el sss de Arturo; al parecer ya había comprado los boletos de avión. Mientras las dudas de hacer esto me comían, las expectativas de mi futuro me llamaban la atención. Ya no era tiempo de arrepentirse. Me di un baño y luego de colocar la pomada para mi pie, enseguida me fui a la cama. (...) Mire por la ventana de mi habitación y note que el sol estaba saliendo, mire en el reloj de mesa; eran las cuatro y cincuenta de la mañana. Me levanté de la cama de un salto y corrí hacia el baño para ducharme, cambiarme de ropa y por supuesto lavar mis dientes. En cuanto estuve lista tome mi bolso y la maleta, baje las escaleras con el mayor cuidado posible para no lastimar mi pie. La maleta pesaba un poco pero no lo suficiente para detenerme. -Alto ahí-aquella voz me detuvo en cuanto toque la puerta. La voz de mi padre sonaba gruesa, y muy enojada. - ¿A dónde vas con esa maleta? -me gire y observe a mi padre bajando por las escaleras aun en pijama. Camine hacia el con la cabeza baja. -Voy a casa de Maribel-le conteste. -Al parecer tu mayor escusa siempre es estar o ir donde Maribel-mi padre tomo su teléfono y empezó a marcar algo-tráiganlo aquí. Mi cuerpo se punzo tenso al escuchar aquel mandato, deje mi maleta atrás y me acerque más a él. - ¿Qué paso por tu cabeza al casi cometer una locura? -pregunto mi padre muy tranquilo. - ¿De qué hablas? Quise seguir preguntando, pero un ruido que provenía desde afuera me interrumpió. -Les ordeno que me suelten ¿Saben quién es mi madre? Les doy un minuto para que me suelten-mire a Arturo quien venía gritando desde la puerta. - ¿Qué hiciste papa? -me acerque corriendo hacia Arturo al ver los moretones que tenía en el rostro. Arturo se soltó del agarre de los guardias de seguridad y me abrazo. - ¿Estas bien? -el me miro a los ojos. - ¿Por qué estas así? -le interrumpí. -Vine a buscarte hace unos minutos y esos hombres me agarraron, empecé a golpearlos, pero cada vez se hicieron más y más-me explico algo agitado. - ¿Por qué le hiciste eso? -empecé a llorar al ver su cara de dolor tras tocarlo en el rostro. -Aléjate de el-ordeno mi padre. -No, jamás, el me gusta mucho papá ¿Puedes dejarme ser feliz con él? -le implore, me acerque a mi padre y me arrodille-Te lo suplico. Mi padre se agacho y me abrazo. -Mi hermosa hija, por favor no llores, te dejare ir con el-se me iluminaron los ojos al escuchar eso-luego de que te diga la verdadera identidad de ese hombre y luego tu decidirás si quieres irte o no. - ¿De qué hablas? ¿Cuál identidad? -el me levanto del suelo. - ¿Se lo digo yo o se lo dirás tu? -mi padre miro a Arturo. Por el rabillo del ojo observe a mis hermanos en la planta alta observándonos. - ¿De qué identidad habla Arturo? -me acerque a él y lo mire a los ojos tratando de entender de que hablaban. -Está bien, te lo contare, es hora de que se revele la verdad-mire a los dos hombres que estaban mirándose con un respectivo ¿Odio? -Solo dilo-le grite nerviosa. -Hace unos años conocí a una dulce niña, ella era la luz de mis ojos; un día unos chicos se estaban burlando de mi por mi apariencia, esa niña dulce de la cual me enamore me defendió y golpeo a los niños que se estaban burlando de mí, días después de eso le empecé a dejar cartas con dulces palabras en su asiento en la secundaria y con una hermosa rosa al lado, la mejor parte era ver su expresión al leerla, mirar cómo le decía a su mejor amigo que Moria por conocerme, un día le escribí que también quería verla y le pedí que nos juntáramos en un parque donde la espere durante dos horas, al final vi una foto en su i********: junto con aquellos chicos que una vez se burlaron de mi en una gala, me dejo en ridículo, se había burlado de mí, ella era una chica muy egoísta-nos narro-Esa chica eres tú-me señalo. ¿Yo? -Recuerdo ese día-mi madre entro a la sala en su silla de ruedas- mi hija estaba muy emocionada por verte pero ninguno de los chicos presentes en la gala la dejaban ir, tuvo que saltar por una ventana para poder escaparse conmigo, el transito estaba tan malo ese día que habíamos perdido la esperanza de conocerte, pero la fe nunca se perdió, mi hija salió del auto y corrió hacia tu encuentro; cuando llegue al lugar tu no estabas, solo estaba mi hija destrozada y con una pierna rota, ella de seguro te conto que corrió una vez y se rompió el pie cuando estuvieron ayer en el hospital, no puedo creer que por tu culpa no tuvo la oportunidad de usar tacones en su graduación-termino de contar mi madre. - ¿Eso es cierto? -Arturo me miro, pero yo baje la mirada. -Claro que sí, yo presencie todo-le dijo mi madre. -Aun así su familia fue la causante de que mi padre muriera-se excuso el-por culpa de su padre mi padre salió en la madrugada a una supuesta reunión, mi padre no podría conducir esa noche ya que se encontraba con un terrible dolor de cabeza y algo mareado, su jefe insistió en que fuese, mi padre falleció esa noche de camino al trabajo, y por coincidencia del destino o por pura casualidad descubrí que el dueño de la empresa en la que mi padre trabajaba es tu papa, hace unos meses mi madre y yo nos prometimos que se iban arrepentir, nos metimos en una competencia de diseño pero ninguno sabia diseñar, hasta que alguien se me acerco y me mostro sus diseños, era la oportunidad perfecta-termino de decir Arturo con una sonrisa cínica en su rostro. - ¿Entonces fuiste tu? -Claro, sabia que no le creerías a tu padres luego de que dijeran que fui yo, ganamos la competencia y tu padre fue echado de la competencia, eres tan ilusa-alce mi mano y lo abofeteé. - ¿Luego de que te haya defendido a muerte? Acabo de traicionar a mi familia-le grite mientras lo golpeaba en el abdomen. -Lo sé, tu familia me quito a mi padre ¿Por qué yo no podría quitarle a su hija? -me sostuvo ambas manos-Solo te dije que moriría por ti y te lo creíste. Mis padres lo miraron y luego yo. -Sobre esa empresa-me separe de el y me coloque lo mas lejos que pude-esa empresa se la otorgaron a mi padre hace tres meses, días antes de que el antiguo dueño muriera de cáncer, no sé quién fue el causante de la muerte de tu padre, pero estoy muy segura de algo y es que; mi familia no tiene nada que ver con eso. -Entonces todo este tiempo yo... -Si, estuviste equivocado-solté con un toque de asco. -Yo no sabía-quiso acercarse a mí, pero mis hermanos se colocaron frente a mí. -No te acerques a ella o aquí mismo mueres-le hablo Marcos. -Quítense del medio, ella es mi novia-grito muy alto haciendo que lo mirara. -Sobre eso, ya no soy tu novia, Algún día te superare, te lo juro-me quite el resto de lagrimas que tenia en el rostro-Guardias llévenselo. Los guardias de seguridad se acercaron a el y lo tomaron por ambos brazos, el seguía gritando, pero fue inútil, al final fue echado de la casa. En cuanto el silencio se adueñó de nosotros todos me miraron con lastima. Mis pies me temblaron por unos segundos, enseguida caí de rodillas. -Lo siento-les dije-Fue todo mi culpa, al final lo entendí yo soy la rosa; era la jodida rosa, caprichosa, egoísta, orgullosa y llena de espinas. Y ustedes han pasado tanto tiempo regándome y cuidándome a pesar de que nunca hice algo bien-mi madre movió su silla de rueda y se acerco a mi-Lo lamento tanto. -No nos pidas perdón, una vez me dijeron que el amor era ciego no pensé que fuese cierto-mi madre soltó una leve risa-pero estamos aquí, y te apoyaremos no importa lo que pasé, siempre nos tendrás de apoyo, así que no te culpes-mis hermanos se agacharon junto con mi padre y me abrazaron. -Si yo te hubiese dicho quien era el desde el principio no terminaríamos así-comento mi padre. -Es normal que pasen cosas así, pero sabemos que vas a salir de esta-mis hermanos me abrazaron mas fuerte-Se que lo lograras. Mi familia se quedo un buen rato ahí abrazándome y dándome apoyo. Aunque sabia que tal vez logré superarlo rápido con el apoyo de mi familia, aun así, siempre recordé que ¨Una flor que se marchita nunca vuelve a florecer¨ Si, me enamore, pero al final...El me decepciono.
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