capitulo 14

1251 Words
Narra Arturo. Deje mi auto frente a mi casa y de un empujón cerré la puerta, mire en el estacionamiento y note que estaba vacío. ¿En dónde se habrá metido mi madre? No era nuevo llegar a casa y no encontrarla. Camine hacia la entrada de la casa, iba a abrir la puerta, pero algo me detuvo…Las rosas. Las había sembrado cuando apenas tenía diez años, jamás pensé que estas rosas me causarían tantos recuerdos. -Señor, su madre me mando a avisarle que volverá tarde esta noche-me aviso David, el jardinero. -Justo te encuentro David, ¿Puedes cortar estas rosas por mí? -le pregunte tocando una rosa blanca, sus rosas favoritas. -Pero su madre me dijo… -Solo córtalas-enseguida me giré y subí a mi habitación. Cada cosa que veía me recordaba a ella, sin pensarlo caí de rodillas al suelo. -Dios, te pido que por favor ella me perdone, mi intensión jamás era lastimarla-Si, como un maldito cobarde estaba llorando. En verdad, cuando la vi ese día en la universidad no la conocí; se veía también que me sentía extraño al acecharme mucho a ella. Cuando mi madre me hablo del plan sobre engañar a su familia me puse nervioso al instante, pero cuando ella me hablo sobre aquel chico que le mandaba rosas aquella tarde, me enoje al notar sobre lo desinteresada que estaba sobre el tema, pero como siempre me pasa; me equivoque de nuevo, pensé cosas que no debía y le falle. Cuando la conocí jamás pensé enamorarme así, pero tenia tanto miedo a que ella no sintiera lo mismo que yo, después de todo ella era tanto y yo no era nada. Me odio tanto, pero en este momento alguien me odia mas que yo, y se quién es. Con esos últimos pensamientos, con lagrimas brotando de los ojos: me dormí. ……….. -Despierta ahora mismo Arturo-escuche voces-Arturo-ahí están de nuevo. - ¿Qué? -abrí mis ojos de golpe causando que me mareara un poco. - ¿No vas a ir a la universidad? -mire a mi madre como pude y la ignore. Me levante de la cama, y me moví hacia la ducha para darme una baño frio para poder despertar por completo, luego de mi baño me coloque un pantalón n***o que se ajustaba a mi cuerpo, con una camisa blanca y por supuesto mis tenis blancos. Sali de la casa sin mirarme al espejo, me dolía la cabeza y lo último que quería era tener una pelea con mi madre. Conduje sin ánimos a la universidad, las bicicletas iban más rápido que yo. Cuando entre al estacionamiento, pensé en que palabras iba a decirle a Melody, necesitaba que ella me perdonara, y si, Dios escucha porque justo se estaba estacionando al lado mío. Abrí mi puerta lo más rápido que pude, y Sali corriendo a su encuentro. -Melody-le grite en cuanto salió de su coche-Necesitamos hablar-me acerque a ella y observe como rodaba los ojos. -Déjame en paz-la agarre del brazo. -No, tenemos que hablar antes, debo explicarte tantas cosas-ella se soltó de mi agarre y dio dos pasos hacia atrás-Por favor. -Te acaba de decir que la dejaras en paz, ¿eres sordo o te haces? -un chico casi de mi tamaño se posiciono en frente mío. - ¿Tú quién eres? ¿Por qué te metes? -lo moví hacia un lado e intenté caminar hacia Melody. El chico enseguida se puso frente a ella. -Soy su prometido, y es mi deber protegerla-mis ojos se aguaron al escuchar eso. ¿Su prometido? ¿Se iba a casar con él? -Eso no puede ser posible, yo soy su novio-trate de aguantar, pero una lagrima salió. -Eres mi ex novio, es cierto lo que dice James, el es mi prometido y nos casaremos en cuanto termine la universidad-yo la mire sin creerlo. -Eso no es cierto, a penas terminamos ayer y ya sales con que estas prometida, no te creo-camine hacia ella. -Es extraño, pensé que sabias todo de mí, me comprometí hace dos años con este chico-observé como lo tomaba de la mano-Por primera vez decidí romper las reglas, pero arruinaste todo. Me miro por última vez y empezó a caminar de la mano junto con aquel chico. Entonces si…ella jamás sintió lo que yo. Camine hacia mi auto desesperado, me moví de un lado hacia otro sin saber que hacer, sin espero mi mano se estrello contra uno de los cristales del auto me sorprendí en cuanto note el enorme hueco que había dejado. Perfecto. Ahora la estúpida ventana se rompió. Me adentré a mi auto y conduje de nuevo a mi casa. El karma es un platillo que se sirve frio. En cuanto llegue a mi casa cerré la puerta de mi auto con toda mis fuerzas haciendo que el cristal de la ventana de la puerta termine de caerse. Me quede viendo las rosas aun en el mismo lugar que antes, tengo que despedir a ese jardinero. -No pensé que llegarías tan pronto-la voz de mi madre me recibió- ¿Por qué quieres cortar las rosas del jardín? -Solo quise y ya-respondí en tono seco. -Dejare pasa eso por ahora, ¿Por qué los directores del imperio Rodríguez nos pisaron una demanda? -me detuve en seco al escuchar eso. -Porque estoy harto de tu tonta venganza y simplemente le Conte todo nuestro absurdo plan. - ¿Le contaste todo? -asentí- ¿Todo? Ella empezó a moverse de un lado hacia otro. - ¿Qué vamos hacer? -me encogí de hombros. -Decir la verdad y empezar a vivir como personas normales-le empecé a decir. - ¿A que debe esta actitud? -Por esa estúpida venganza perdí a la chica que amaba-le respondí de inmediato. - ¿Por una chica? -soltó una carcajada-Prefieres estar con esa chica antes que con tu madre-se tocó la cabezas-Como decía mi madre ¨Cría cuervos y te sacaran los ojos¨ Me reí por su comentario. -Después de todo ella estuvo ahí cuando no tuve a nadie-mi madre me miro-cuando llegaba de la escuela llorando porque mis compañeros se habían burlado de mí, te pedía ayuda entre lágrimas pero jamás me escuchaste, al contrario me ignorabas y decías que era solo un juego de niños, por un momento llegue a pensar que no tenia mamá, cuando papá llegaba a la casa borracho y entre lagrimas le pedias que ya no bebiera más, y él no te hacia caso, así me sentía yo incluso peor-le grite entre medio de lágrimas-mi madre nunca se acerco a mi y nunca me dio su apoyo cuando lo único que quería era un abrazo o un ¨Te quiero hijo¨ pero era demasiado pedir-me tape el rostro frustrado. -Yo no sabía-ella se acercó a mí. -La única que se quedo y me brindo su apoyo fue ella, la hija del que crees que es tu enemigo-la mire a los ojos-La empresa en la que mi padre trabajaba se la otorgaron a la familia Rodríguez hace unos meses, el no fue el culpable. -Lo siento tanto-ella trato de abrazarme, pero me moví hacia atrás. -Desde hoy ya no soy parte de tu plan-me limpie las lágrimas-Te quedaste sola madre. Lo siento, no te enojes conmigo, se que no eres así, eres mi niño, la luz de mis ojos. -Es demasiado tarde Madre-camino hacia mí, pero yo volví a retroceder- ¿Qué pasa Madre? ¿A caso no te gusta el monstruo en el que me convertiste?     ¿Qué tal? ¿Lo perdonan?
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