Narrador
—Hoy sera la junta con los posibles accionistas
Casi corriendo tras su jefe, la asustadiza de melissa, seguía a maximiliano quien últimamente manejaba un humor de perro; esta era su tercer asistente en lo que iba de año, ya que nadie toleraba su humor; su manía de acosar a sus trabajadoras, había quedado en el pasado, debido a su última experiencia con Sofia Mendoza quien hizo que su manera de pensar cambiara, solo un poco
—Perfecto... Ahora, traeme un café... Mi cabeza quiere estallar
La noche había sido algo larga, por no decir que fascinante junto a la desconocida con la que follo hasta que el sol se puso; que asintiendo, la chica salio de prisa dejando caer un par de documentos que traía en sus manos; Maximiliano solo negó al ver lo torpe que era y caminando hasta ella, que se hallaba sobre sus rodillas en el suelo, recogiendo lo que por accidente dejo caer, la ayudó hasta finalizar
—Deja la prisa... Puedo esperar
La mujer se quedo hipnotizada por los ojos azules de su jefe y tras agitar su cabeza como tonta, se coloco de pie y salio de la oficina, algo extrañada por su actuar tan pacifico ante semejante estupidez
—Creo que con esta chica, no tendrás que esforzarte... Esta loquita por ti
Ingresando a su oficina con una enorme sonrisa, alexander, su hermano menor, señalo la puerta por donde salio melissa y caminando hasta el, maximiliano lo abrazo con gran aprecio
Hacía un par de meses desde que no se veían y a pesar de pelear muy a menudo, lo extraño sinceramente, con todo lo sucedido con su sobrino y la investigación que tuvo que atravesar la trasnacional, alexander se encargo de la cede en la capital y maximiliano se quedo en la gran manzana, lo cual ocasiono distanciarse un poco
—La manía de acosar a mis asistentes quedo en el olvido... Ahora queda levantar este lugar, por lo que eso, no sucederá
Regresando a su escritorio, maximiliano tomo asiento y recargando su cabeza en su silla, empezó la ronda de preguntas hacia su hermano, lo cual no lo distraía del todo del recuerdo de la diosa de cabello rojo que lo hizo enloquecer
—¿Por que no avisastes que venias? Hubiese enviado a alguien por ti
Su hermano solo negó y tomando asiento también, menciono algo que hizo que maximiliano se tensara
—Fue de imprevisto... Andréw regresa... Cambiara de ciudad... y vivirá aquí, en la gran manzana y quise venir a verlo
La mandíbula de maximiliano se tenso, desde que andrew estuvo detenido, la relación entre ellos cambio demasiado debido a los problemas económicos que trajo esté incidente; haciendo que casi ni se dirigieran la palabra en la actualidad
—Ojala no sea para problemas... Quiero levantar la trasnacional de nuevo y si su padre sabe que regresaron, esto sera un desastre
Alexander solo asintió al saber que se refería a su hermano mayor, el cual se hallaba muy molesto con su hijo, por todo lo que hizo; y cambiando abruptamente de tema, toco una fibra sensible de maximiliano
—¿Como estas? ¿Estas saliendo con alguien ahora?
Los ojos azules del hombre pasaron de un par de documentos que ojeaba, a el y asintiendo, mintió sobre eso
—Si... Es hermosa, tiene el cabello rojo
El ceño de alexander se fruncio al parecerle extraño esto, según su asistente su hermano seguía solo, en ocasiones tenía citas furtivas, algo de sexo salvaje, pero jamas una pareja estable después de su matrimonio fallido
—¿Como se llama?
Aferrando sus manos a sus apoya brazos, alexander quiso saber y entrando de manera oportuna, la asistente de maximiliano los interrumpió
—Su café señor... Afuera se encuentra la señorita Rinaldi... La posible accionista
Asintiendo, maximiliano tomo un sorbo de la bebida y casi escupiendo esta por la falta de azúcar, observó a melissa con cierta molestia
—Dame 5 minutos... Limpiare este desastre y ya la recibo
La chica de manera torpe, quiso limpiar el desastre sobre el escritorio que ocasiono la bebida y deteniendo sus manos, maximiliano no se lo permitió
—Mejor sal...recibe a la chica
Alexander solo se mantuvo conteniendo la risa y viendo como la asustadiza secretaria, ajustaba sus lentes de pasta oscura y fea, salió del lugar
—Eres malo... Esperó que tu novia soporte tu humor
Maximiliano lo observó con cierto recelo y terminando de arreglar el desastre, se ajusto su corbata para recibir a la heredera Rinaldi
—No mencionastes el nombre de la chica... Solo que tenía el cabello rojo
Maximiliano lo volvió a observar con molestia y moviendo su cuello de una lado al otro, debido a que se hallaba algo a dolorido por la noche intensa, finalmente confeso
— No lo se.... Solo pase una noche con ella... Pero averiguare quien es y la haré mi mujer
Una sonrisa se dibujo en los labios de su hermano, al verlo tan decidido a conquistar a la chica desconocida y viendo como la diosa inmaculada de cabellera roja, cuerpo esbelto y piel blanca como el marfil, ingresaba a la oficina; tanto maximiliano como su hermano se quedaron sin palabras
—Buenos días... Lamento molestar, me presentó... Isabella Rinaldi
Extendiendo su mano hacia máximiliano, este observo a alexander, al parecerle demasiado conocida esa mujer ante el; apostaría su mano derecha y no la perdería en vano, a que ella era ella la misma mujer que le hizo perder la cabeza la noche anterior y con la que paso momentos excitantes y maravillosos, que por desgracia oculto su rostro bajo un absurdo antifaz que no le hacia justicia su belleza
Con manos sudorosas, la estrecho y sonriendole de manera nerviosa, invito a isabella a tomar asiento junto a su hermano
—Señorita Rinaldi que gusto tenerla aquí... ¡Eeehhh! Nos gustaría saber ¿que tan dispuesta esta a trabajar con nosotros en la trasnacional Barragella?
Tartamudeando por los nervios, maximiliano realizó una pregunta clave, que de responder mal, isabella quedaría expuesta como una mentirosa; y sonríendo con las palpitaciones de sus corazón al mil por horas, al sentir la mirada de maximiliano sobre ella, isabella movió sus dedos nerviosa antes de responder.
—Muy dispuestos... De hecho tenemos nuevas ideas que con el tiempo nos gustaría que implementarán, esto con el fin de mejorar, esta demás decir ...que tanto mi padre como yo, estamos ansiosos por esta colaboración
Para captar la atención de máximiliano, nicandro monto un negocio falso de exportación textil, que mueve su mercancía de Europa a América, y que su flujo de dinero es enorme, esto para que maximiliano se sintiese tentado a negociar con ellos, cuando realmente el solo estaba haciendo lo mismo que Andréw... Exportando drogas
—Genial...¿y quien sera el encargado de negociar con nosotros? ¿Usted o su padre?
De manera tranquila intervino alexander y sintiéndose menospreciada por ser una mujer, ya que normalmente esto hacia su padre, isabella se coloco de pie
—Conmigo... señor Barragella... Soy lo suficientemente capaz para manejar un negocio, tengo la capacidad y la inteligencia que se requiere... Aunque no lo entiendo... Pensé que vería solo al señor maximiliano
Tanto alexander como maximiliano fruncieron el ceño de su frente ante el repentino actuar de la dama y colocándose de pie, el caballero de ojos azules intento aligerar la tensión del ambiente
—Ninguno de los dos esta diciendo lo opuesto, confiamos que tanto su inteligencia como su belleza sera de gran ayuda... Ahora, tiene razón ... Su negocio sera conmigo, por lo que mi hermano ya se marcha ¿cierto alexander?
Al captar la indirecta de maximiliano, el menor de los hermanos Barragella, se coloco de pie y despidiéndose inmediatamente, salio de la oficina dejandolos solos
La mirada de maximiliano casi inmediatamente se poso en isabella y tras pedirle que regresara a su lugar, retomaron la conversación
—Según tengo entendido dominan el mercado textil en Europa, por lo que entiendo lo ansioso que se hallan por esta colaboración
Isabella asintió y tendiéndole una carpeta con un par de balances alterados de su supuesta empresa, di por finalizada las dudas en Barragella
—Así es... Ahí se evidencia todo, ahora lo que deseamos saber ¿Cuanto porcentaje de acciones se nos sera otorgado?
Todo esto estaba planificado con antelación y tras acabar con cada una de las dudas del otro; el plan de seducción de los Rinaldis inicio su marcha; cruzando sus piernas isabella dejo ver parte de su lencería, lo cual hizo que maximiliano tragara grueso
El desde su lugar solo sonrió de lado al reconocer esa acción de la noche anterior y enarcando sus cejas, fue directo al punto, haciendo que los nervios atacaran a isabella
—Se te veía mejor el conjunto de látex de anoche ... No digo que la lencería no te asienta bien, solo que te prefieron sin nada
Soltó con voz cargada de deseo, mientras que la polla bajo sus pantalones empezaba a despertar, haciendo que los ojos de isabella se abrieron como platos; y colocándose de pie, por el escote pronunciado de su vestido n***o, una marca de nacimiento que se encontraba en su espalda baja, se dejo ver, reconociéndola maximiliano enseguida como la chica del antifaz
—No entiendo a que se refiere... Creo que esta cometiendo un error y me confunde con alguien más
Una sonrisa ladina se dibujo en sus labios y colocándose de pie el tambien, camino hasta ella, la tomo de la base de su cuello y sin previo aviso.... solo la beso, su boca danzaba sobre la de ella con tal pasión que robándole casi el aire, las palpitaciones de ambos se hicieron aceleradas, al reconocerla como suya; al inicio la renuencia de ella lo alarmó un poco, pero al responder a su beso, supo que no estaba equivocado del todo
—Niega de nuevo que no eres tu....
La mirada de isabella paso de los labios de maximiliano, a sus hermosos ojos azules, y negando, solo se aparto de el, sintiendo el martillar de su corazonnen sus oídos
—Insisto, esta usted en un error... Ahora si me disculpa... Tengo que retirarme, si necesita que firme un documento y alguna otra cosa... Solo notifiquemelo
Con sus piernas como gelatinas al tener al dios del sexo frente a ella, isabella solo se acobardó, le parecía increíble como un hombre la hizo desistir de su objetivo al primer encuentro, cuando ella era alguien tan decidida y caminando hasta salida, solo se marcho, dejando a maximiliano estático, con sus pies fijados al suelo al no esperarse algo asi
El no estaba equivocado, era ella, la sensual y hermosa pelirrojo con la que tuvo la mejor noche de su vida, con la que sintió que el mundo entero desaparecia a su alrededor al tenerla, de la que deseo saber al menos su nombre y no lo consiguió
—¿Paso algo?
Regresando, alexander quiso saber mas, ya que al ingresar isabella en la oficina; sintió cierta tensión entre ambos
—Es ella...
Musito maximiliano dejadose caer sobre su silla bastante impactado; al inició su hermano no entendia a que se refereria y mirando hacia la puerta y luego a su hermano... Comprendió que hablaba de la chica con la que había pasado la noche
—Pero no lo admite... ¿acaso hice algo mal?
Aun asombrado e inseguro de si mismo, maximiliano se quedo en silencio y estampando su mano en su espalda, alexander lo hizo regresar al realidad
—Consigue la manera de que lo haga... Si de verdad te gusta... ¡buscala!
Maximiliano solo escondio su cabeza entre sus manos por unos segundos y después de fregar su rostro, se repuso de manera magistral con la intensión de distraer su mente y no pensar en isabella
—Mejor trabajemos, tengo mucho por hacer
Ahora maximiliano se había fijado otro objetivó, confirmar que isabella y la mujer del club, eran la misma persona y no descansaría hasta lograrlo