Allison Abrí lo ojos de manera lenta y remolona, la luz tenue de un incipiente amanecer se estaba colando por las ventanas y en mi cerebro confuso, podía recordar haber cerrado las cortinas cuando dormí a Olivia. Estaba por volver a cerrar los ojos, agradecida de que mi niña aún no se hubiera despertado cuando la pesadez de mis pechos, se volvió dura y dolorosa. ¿Por qué tenía los pechos tan llenos? Volvi a abrir los ojos, somnolienta pero profundamente descansada. Recorrí con mi mirada todo el lugar, esta no era mi habitación, no era mi cama. ¿Dónde estaba mi bebé? Me levanté de un salto, horrorizada al ver que eran las siete de la mañana. ¿Cuánto había dormido? ― ¿Edward? ― salí casi corriendo de la habitación, tratando de no entrar en pánico―, ¿estás aquí? Oí su voz diciendo mi