No conoces los modales wright

1909 Words
Pov Artur —Siento que esto es premeditado. Comente mientras abría la puerta del auto para que bella ingresará en el. Sabía que algo tramaba Megara, ya que su cita fue de un momento a otro, al rodear el auto y antes de arrancar, decidi llamar a Fernando, antes de retirarme de la empresa estábamos esperando la llamada de un inversionista desconocido, el cual Estaba interesado en trabajar con nosotros —Artur... Escuche del otro lado de la línea, mientras ajustaba mi cinturón de seguridad con mi otra mano. —¿Aún no a llamado el inversionista? Pregunte sin rodeos, Fernando era mi hombre de confianza, el cual quedaba al frente de todo en mi ausencia, en su lugar escuche como aclaraba su garganta. —Referente a eso... No lo sé Artur, justo ahora, estoy por reunirme con Megara, así que salí antes Desde aquella noche del reencuentro de la facultad ese par está saliendo, el dice que no es nada serio, pero para mí si que lo es —¿Y por eso has abandonado tu lugar de trabajo? Pregunte un poco irritado, desviando mi vista a bella quien lucía incómoda a mi lado. No recibí repuesta alguna de su parte, al menos por unos segundos —Te espero mañana, y más te vale que no halla llamado, sino me las pagarás Odiaba la ineficiencia de algunos empleado, aunque sinceramente Fernando era alguien muy dedicado, definitivamente esto era importante, para faltar de esa forma, sin más que decir corte la llamada para centrarme en bella, la cual permanecia a mi lado observando por la ventana. —Creo que lo de la cita de Megara es verdad Comente para romper el silencio, ella por su parte desvió su mirada hacia a mi frunciendo el ceño de su frente —¿Cómo lo sabes? Existian muchos aspectos de mi vida, los cuales ella desconocia, entre esos que fernando Jhonson trabaja para mí, desde hace años —Fernando es un gran amigo, al parecer el y bella se reunirán. En su lugar ella sonrió levemente y después de iniciar nuestro recorrido los dos permanecimos en silencio, por desgracia no sabía exactamente cuál era su dirección, motivo por el que tuvo que mostrarme la ruta, hasta su para nada humilde casa —Hermoso lugar Dije apenas detuve el auto a las afueras de esta, la vivienda se encontraba en uno de los condominios más exclusivos de la ciudad, sin mencionar que la modesta mansión se encontraba remodelada en su totalidad —Asi es...Me esforcé mucho por ella Dijo bella encogiéndose de hombros, cuando estaba apunto de descender del auto, como todo un caballero me baje de este para abrir su puerta, por desgracia antes de hacerlo ella golpeó mi cara, al abrirla de pronto, descolocadome un poco por el golpe —Disculpa Artur... Soltó en un chillido llevando ambas manos a su boca, al parecer lo hizo sin intención alguna, pero el golpe me dejó un poco aturdido —No pasa nada fue solo un golpe.. Dije llevando mi mano a mi cabeza, la cual se encontraba adolorida por el golpe Bella al notar mi estado de descolocación me tomo del brazo y empezo a caminar conmigo al interior de su vivienda —Artur, no puedes marcarte así, insisto, quédate unos minutos y cuando estés bien te puedes marchar Sinceramente no me opuse, de verdad me sentía un poco mareado, motivo por el cual deje que me guiará hasta dentro de esta y que me indicara tomar asiento en un enorme sofa que abarcaba media sala. —¡Ufff! Eso luce bastante mal. Comento apartando mi mano para pasarme una pequeña bolsa de hielo para el golpe, habían pasado unos minutos desde el incidente y mi cabeza empezaba a dar vueltas En mi lugar no dije nada, ya que sentí que de verdad el golpe era grande; sin más opte por poner la bolsa en mi cabeza y descansandola en el sofá cerré mis ojos por unos segundos, mientras bella cuidaba de mi, tomando asiento a mi lado. El golpe sumado a mis dolores de cabezas incesantes hacian que mi condición empeorará, así que me quedé allí por un largo tiempo —Creo que debo irme. Dije Finalmente cuando senti que mi cabeza dejo de dar vueltas, colocandome de pie, empecé a caminar a la salida. —De verdad lo siento, no fue mi intención Espeto con voz de pesar, por suerte el malestar se había marchado. Bella Lucia igual de linda que en el pasado, definitivamente me sentía pesaroso de que ella se hubiese acercado a mi, por despecho y no por que yo le gustaba, desde el primer momento en el que había ingresado al restaurant mi vista se poso en ella, físicamente había cambiado un poco, sus frenos y gafas se habian marchado. No solo eso cambio en ella, la seguridad y elegancia que desbordaba esa noche, era abismal, haciendo imposible resistirme ante tal belleza —Descuida, no fue nada Me acerque a ella para depositar un casto beso en su mejilla, el cual hizo que se sonrojara levemente, era una tentación tenerla tan cerca, que cediendo en mis instintos, me acerque de nuevo pero en esta ocasión el beso fue dirigido a sus labios —Artur... Musito, apartando sus labios de los míos y juntando nuestras frentes, quería pensé que la había superado y que estos años de no verla, habían hecho que los sentimientos que sentía cuando joven, me habían abandonado, pero al parecer no fue así... —Disculpa... Tengo que irme Dije apartandome de ella y cerrando la puerta a mis espaldas, me sentía tan estúpido de caer de nuevo, cuando se supone que yo ya no era el mismo, tecnicamente no le estaba faltando el respeto, por qué ella y yo pronto nos casaríamos, aunque primero, tenía que solucionar mi pequeño problema Recargue mi cabeza en la puerta por unos segundos y cuando senti que mi corazón dejo de palpitar desenfrenado, camine hasta mi auto. Me encontraba de pie en la puerta de este, cuando senti un ligero toque a mi costado. —Veo que tú y bella, no pierden tiempo... Espeto con un ligero toque de irá Harrison, el cual se encontraba con su mandíbula tensa, a mis espaldas Sonreí de lado ante tal afirmación, el tipo nisiquiera sabía en dónde estaba parado, se notaba que no conocía a bella —¿Y que con eso? Al igual que tú con Mónica. A ciencia cierta no la conocía, pero según la información que recaudo el detective, ella no era más que una trepadora detrás de una gran fortuna, es ahí que se involucra con harrison, ella no sabía que el dinero era de bella y que el, solo era un vividor que destacaba por estar casado con una hitman. —!Alejate de bella y mi hijo¡ Soltó en una advertencia jalando el cuello de mi chaqueta, gesto que me hizo sonreír por verlo acorralado, el pobre idiota no sabía que hacer para mantenerla a su lado, era obvio que su mayor temor era que ella se marchara y con ella su fortuna. —¿Y que si no quiero? Pregunte de manera retado a escasos centímetros de el, quería saber que tan lejos podia llegar, por desgracia, el empezaba a irritarme y que estuviera en este lugar solo significaba una cosa... El seguía molestando a bella y ella no quería decirlo —Lo lamentaras... Solté una carcajada apenas escuche sus palabras, liberandome de su agarre, el no sabía con quién se estaba metiendo, por desgracia antes de arremeter contra el, tenía que liberar a bella, aunque que quedará viuda, era una idea que empezaba a agradarme —Creo que el que se tiene que alejar es otro, sino quieres que procedamos contra a ti, como sabes el divorcio está en proceso y si ella solicita una orden de alejamiento, demostrando acoso, el que estará en problema serás tú Explique tratando de controlar mi pulso que empezaban a incrementar debido a la ira por su descaro. En su lugar Harrison frunció su ceño y dando varios pasos en retroceso regreso a su auto, que se encontraba a escasos metros de mi Tesla negro Con una mueca de desagrado subió a este y rechinando sus llantas en el asfalto, arranco dejándome de pie con una mezcla extraña de sentimientos. ¿Que tenía que hacer? Definitivamente casarme con bella... Albert no dejaría que me burlara así de ella, así que tenía que enfrentar a estela, para pelear mi divorcio, por otra parte... Harrison se estaba empezando a convertir en una molestia. Desgraciadamente yo conocía su mayor debilidad y está era el dinero Apenas me detuve a las afueras de mi casa, me dispuse a prepararme para dormir, el día habia sido largo y agitado, por lo cual estaba exhausto Mañana sería otro día y cada día tenía un afán y el mío en definitiva, era harrison, que tenía que sacarlo de mi camino costara lo que costara. **** **** —¿Seguro de lo que vas a hacer? Pregunto Fernando mientras aferraba mi mano a mi maletín, el cual contenía la única solucion para deshacerme de la bazofia de Harrison —Asi es, uno menos, falta uno ¿Recaudastes lo que te pedí? Pregunte caminando a la salida —Asi es, ya la apelación la introdujo el abogado, ya solo falta esperar la anulación, aunque conociendo a estela y a su padre, eso no será nada fácil. Escuchar la mención de esas dos personas, hizo que la migraña regresará, está vez con más intensidad. —Referente a Brown ¿No a vuelto a molestar? En su lugar Fernando solo nego, frunciendo sus labios —Al parecer anda de gira politica, como sabes las elecciones serán muy pronto y el desgraciado quiere una reelección. El padre de estela podía ser muy persuasivo y de proponerse quedaría en su cargo de nuevo, haciendo que mi proceso de divorcio con Estela se complique. —Deseame suerte... y que el muy hijo de puta acepte, por qué si no juro que le partire la cara Sin más opción, salí de allí con rumbo a bufet de harrison, tenía que alejarlo de bella de alguna manera y está era la única mediática que yo conocía. Conduje por largo rato hasta llegar al enorme edificio en dónde se encontraba sus oficinas, como uno de mis comodines, baje con el maletín y apenas estuve en la recepción de este, pedí que me anunciarán. Por desgracia el imbécil se negó a verme —El señor se encuentra trabajando en un caso, me temo que tendrá que regresar luego Sabía que no era más que una excusa para no verme, así que pasando por un lado de la chica delgada y piel pálida, camine al interior de su oficina, en dónde apenas ingresé lo encontré de piernas cruzadas del otro lado del escritorio —Veo que no conoces los modales wright... Comento con una enorme sonrisa, vestido con su traje de gran calidad pero de pésimo gusto —Creo que ninguno de los dos.. ahora seamos directo, tu y yo tenemos un asunto que resolver y como los dos hombres que somos, lleguemos a una solución sana sin tener que recurrir a métodos tan drásticos Espete tirando mi maletín sobre su escritorio, haciendo que este de un respingo por la impresión. Este asunto se solucionaria hoy, sino tendría que buscar otra salida, para nada sana
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