Capítulo 3. ¿Acaso has escuchado lo que te he dicho?
-- Levántate en estos momento sino quieres que te enseñe una lección – le dice Paolo a Bella, él ya había perdido toda la paciencia, su hombría estaba a punto de estallar adentro de su pantalón y ella seguía hablando recostada sobre su entrepierna,
-- Una lección, eso es lo que debes enseñarle a ese sobrino tuyo, seguro que tú eres igual, todos los hombres son iguales, todos son unos bastardos – le increpa ella, Paolo ya no aguantaba más, Bella se había vuelto muy imprudente, ella no solo insultaba a Mateo, sino que también insultaba a Paolo.
Paolo empujo varias veces a Bella para que se levante, pero ella volvía a echarse sobre él, Mark su chofer sudaba frio viendo la situación por el espejo retrovisor, él hombre trataba de manejar rápido para poder llegar al departamento del joven Mateo rápido y dejar a la señorita Bella ahí antes de que su jefe la mate, Paolo había perdido gradualmente la paciencia, él se había dado cuenta que era muy difícil deshacerse de una borracha, lo peor de todo es que Bella había tomado más confianza y ahora estaba casi sentada sobre el regazo de él,
-- Quieres volver a tu sitio – le pide Paolo por enésima vez, pero ella no solo había perdido la vergüenza, sino que había comenzado a interrogarlo haciéndole preguntas que no debía, y con las manos sobre el cuello del hombre con una sonrisa pícara en los labios Bella le pregunta al empresario,
-- Paolo ¿ tú tienes problemas de disfunción eréctil? – cuando Paolo escucho esa pregunta la cara se le puso roja del coraje, podría decirse que esa fue la gota de derramo el agua, como se le pudo ocurrir a esta mujer hacerle semejante pregunta, Paolo era considerado un hombre despiadado en los negocios, el empresario tenía solo 28 años de edad pero ya era dueño de todo un monopolio en el país, muchos le temian y eran incapaces de dirigirle la palabra, su chofer Mark escucho la pregunta dicha por Bella y quiso frenar el auto para salvar la vida de la muchacha, lo mejor era dejarla en medio de la nada en ese momento,
-- ¿Estas jugando con fuego preguntando eso? – responde Paolo con los dientes apretados, él podía notar la mirada curiosa de la mujer borracha, inclusive podía notar cierto brillo coqueto en la mirada, Paolo no podía creer que esta mujer le estuviera coqueteando de esta manera tan vulgar, acaso estaba buscando la muerte,
-- Tú te quieres quemar conmigo, no te das cuenta que te puedo matar – le dice serio y con los puños cerrados, sus ojos ahora lanzaban dardos de fuego, Bella había activado una pasión oculta en el hombre y sería muy difícil aplacar, ella acerca su rostro al de él, Bella no puede verle bien, el alcohol no le permitía hacerlo, tampoco entendía claramente su respuesta, ella quería oír si tenía o no ese problema, así que de pronto su mano la lleva a su parte intima del pantalón y toca la hombría al hombre, ella puede claramente notar el enorme bulto sobresaliente en el pantalón de Paolo, Bella abre sus labios de la impresión, al sentir el tamaño y la dureza del mismo, pero Paolo ya no aguantaba más la osadía de la chica, él toma su cabeza con las manos y la acerca hacia él, en ese momento sus labios se apoderaron de los de Bella.
Paolo beso a Bella de manera posesiva, demandante, sin el menor cuidado, a ella ese beso la tomo por sorpresa y su boca estaba abierta de la impresión, pero ese beso no se parecía en nada a los que su novio Mateo le daba, así que le gusto, Bella prefirió responder el beso que este hombre comenzó a darle y su mano que había estado sobre su hombría subió hasta el cuello de él, Mark el chofer y asistente de Paolo ya había llegado al lugar donde quedaba el departamento del joven Mateo, el edificio estaba totalmente a oscuras, parecía que estaba desierto, pero no le importaba debía dejar a la muchacha ahí, antes de que sea demasiado tarde, él podía escuchar claramente lo que pasaba en la parte de atrás del auto, Mark podía escuchar los besos que la novia de Mateo se estaba dando con su jefe y si miraba por el espejo retrovisor podía notar que la muchacha estaba sentada en el regazo de su él,
El hombre no comprendía como era posible que su jefe permitiera que la novia de su sobrino este besándose de esa manera con él, sobre todo porque ella estaba borracha, lo más probable es que ella no recuerde nada de lo ocurrido al día siguiente, pero su jefe estaba en sus cinco sentidos, y era un hombre responsable y mayor.
-- Señor llegamos al departamento del joven Mateo – le informa el chofer, Paolo lo escucha, pero esta tan entretenido con los besos de Bella y las sensaciones que ella ha despertado en él que no quiere detenerse, él no estaba dispuesto a dejar a esta muchachita esta noche, ella había querido jugar con fuego y él estaba dispuesto a quemarse con ella,
-- Arranca y llévanos al hotel – le indica, Mark hace lo que su jefe le ordena, el pobre hombre tiene que continuar la marcha escuchando todo lo que pasa en el asiento de atrás, Bella ya le había abierto varios botones de la camisa que llevaba el empresario y podía recorrer con su mano el pecho de él, cuando llegaron al hotel Paolo Milano bajo con en sus brazos, Mark llamo el ascensor, su jefe tenía una suite en el último piso del hotel, el cual era de su propiedad, la utilizaba cuando estaba muy cansado para llegar a casa, o cuando algunos de sus invitados especiales se quedaba en el país, desde el sótano había un ascensor directo, la puerta se abrió y ambos desaparecieron adentro de esta, el chofer se tuvo que girar para no tener que ver lo que pasaba, era la primera vez que veía a su jefe actuar de esa manera, su camisa estaba totalmente abierta, su pecho descubierto, las manos de su jefe no dejaban de tocar las nalgas de la mujer, el vestido se había levantado totalmente, ella estaba cargada a horcajadas por Paolo, él hombre caminaba sin dejar de besar a la muchacha.
Cuando llegaron a la habitación principal de la suite, Paolo coloco a Bella sobre la cama ella por fin se dio cuenta de lo borracha y cansada que estaba, ella estiro sus brazos pensando que por fin podría descansar bien, las sábanas que estaban debajo de su cuerpo eran demasiado suaves y deliciosas, pero Paolo no estaba en situación de permitir que ella se durmiera, Bella lo había provocado durante toda la noche, lo había tocado en sus partes íntimas, le había preguntado cosas tan intimas, había avivado el fuego interno que este hombre tenía apagado por años y ahora tenía la obligación de apagarlo, así que Paolo Milano se encargó de que Bella no duerma en toda la noche, él no dejo tranquila a la muchacha hasta que no quedo totalmente saciado de ella, Paolo bebió su esencia por completo, la llevo al clímax máximo, Bella quería que el tiempo se congele es ese momento, ella quería que su vida se detenga ahí, en ese instante y con ese hombre, ella disfruto durante toda la noche y parte de la mañana, hasta que la muchacha prácticamente lo hacía con los ojos cerrados, ella se movía debajo suyo sintiendo el placer que le brindaban pero era incapaz de abrir los ojos, porque el cansancio era mucho mayor, hasta que los últimos fuegos artificiales terminaron por dejarla agotada y vencida.