Capítulo 4. ¡Carachoo!, que miércoles hice anoche.
A la mañana siguiente
Bella abre los ojos y no tiene idea de donde esta, ella puede ver la enorme cama donde se encuentra pero no recuerda nada de como llego a ese lugar, quiere levantarse pero siente como si la hubiesen atropellado una estampida de elefantes la noche anterior, al sentarse en la cama la sabana se desliza y se da cuenta que se encuentra totalmente desnuda, ella coge la sabana y se cubre nuevamente con ella, mira bien a su alrededor y comienza a recordar algunas imágenes de lo que había vivido el día anterior.
Recuerda haber llegado temprano al hotel llevando el último pedido de San Valentín y ver que sería para la suite reservada a nombre de Mateo, también su fiesta de cumpleaños, en ella se suponía que iba a pasar la primera noche con él, ella le entregaría su primera vez a Mateo, pero lo que encontró en esa suite fue a su prima y su novio en la cama.
Los recuerdos de haber encontrado Mateo con su prima y mejor amiga, le dio una punzada de dolor en el pecho, luego recordó que salió de ahí, recordó también que ella se metió en un bar y bebió hasta emborracharse, no recordaba que fue lo que bebió pero se tocaba la cabeza porque esta comenzaba a dolerle, pero que paso luego, por más que quería recordar no podía hacerlo, ella mira a su alrededor y de pronto una mancha roja en la sabana llamó su atención, ella había tenido relaciones con alguien, eso sí lo recordaba,
-- ¡Carajo!, que miércoles hice anoche. ¿ Con quién estuve anoche? ¿ con quién me acosté? – Bella recordaba claramente que había tenido relaciones toda la noche con alguien, pero no recordaba con quien, ella había obtenido su venganza, había terminado haciendo lo mismo que le hicieron, pero porque no se sentía bien, miraba alrededor intentando buscar algún indicio que le diga de quien era la habitación en la que estaba, pero no había nada, ella intentaba recordar al hombre con el que se había acostado anoche, pero no había nada en su cabeza, miró el piso y tampoco estaba su ropa, como carajos se iba a ir de este lugar si tampoco tenía ropa que ponerse, de pronto escucho un golpe en la puerta de la habitación, Bella se puso en guardia, ella tenía que enfrentar al hombre con el que había pasado la noche, no le quedaba de otra, se movió para levantarse y se dio cuenta que estaba totalmente desnuda, se cubrió con una sábana y se levantó, camino por el gran dormitorio y salió hasta un salón enorme, ¿ dónde estaba? Una puerta se abrió una muchacha fue quien entro, ella llevaba en sus manos una bandeja con una bolsa sobre ella, parecía contener ropa y unos zapatos, también pudo ver algunos objetos personales,
-- Esto es para que se cambie señorita, una vez que lo haga puede irse – le informó la muchacha, pero Bella necesitaba saber más, ella quería saber de quién era la casa donde estaba,
-- ¿Dónde estoy? ¿De quién es esta casa? – preguntó Bella, la muchacha que le había llevado la ropa la miraba con incertidumbre, es más, parecía estar de mal humor mientras la escuchaba,
-- ¿No sabes a donde estas?, ¿acaso no recuerdas nada? – fueron las únicas dos preguntas que le hizo, Bella la miro de pies a cabeza y volteo los ojos, acaso lo preguntaría si lo supiera, era obvio que no lo sabía,
-- No, si lo supiera no te lo preguntaría – le dice y se queda ahí esperando que la chica le responda la pregunta, la muchacha la mira por un segundo y luego le dice,
-- Llegaste anoche con un hombre, este es un hotel –
-- ¿Con qué hombre llegue? – pregunta Bella ansiosa,
-- Disculpe, pero debemos mantener resguardado el nombre de nuestros clientes, yo solo soy una empleada no sé quién es el hombre que la trajo a usted, eso debería saberlo usted no cree, solo me informaron que dejó encargado que te entreguemos esta ropa cuando te despiertes y que te vayas de acá luego – le dice y Bella intenta mantener la calma, ahora que se da cuenta la muchacha tenía un uniforme, así que era cierto, parecía que ella estuvo con un desconocido esa noche, Bella se había emborrachado y había terminado acostándose con un desconocido, ahora como volvería a su casa, como volvería a su trabajo, ella que había pensado que su prima y Mateo eran unos miserables por haber hecho lo que hicieron y ella había terminado haciendo algo peor.
Bella espero que la muchacha salga de la habitación, tomo la ropa que estaba en la bolsa, se cambió, ella pudo notar a través del espejo que tenía al frente, la cantidad de marcas y chupetones que había en su cuerpo, si Mateo o Sofia la veían así pensarían lo peor de ella, como había llegado tan lejos, Bella sabía que no debía beber, ella perdía la conciencia y se convertía en una persona totalmente diferente cuando lo hacía, pero estaba tan decepcionada y dolida, que solo el alcohol la calmarían. Cuando era más chica bebió hasta perder la conciencia y termino bailando sobre una tarima en la fiesta de graduación, ahí fue cuando conoció a Mateo, él había ido acompañando a otra muchacha esa noche, y no pudo despegar sus ojos de Bella, él se enamoró a primera vista de aquella hermosa castaña de ojos verdes que bailaba sensualmente sobre la tarima, después de ese día se encargó de averiguar su nombre y no paro hasta enamorarla. Hacia seis meses que Bella aceptó comenzar una relación con él, y desde ese momento Mateo nunca permitió que ella bebiera una sola gota de alcohol, él sabía perfectamente que su novia perdía los papeles cuando lo hacía. Por eso era complicado entender porque había querido darle de beber ese día, acaso Mateo se enamoró realmente de Sofia y ya no quería nada con Bella, si ese fuese el caso, porque no terminar con ella y estar con su prima, ellos no habían tenido intimidad, solo tenían seis meses de relación, Bella podría comprender la situación sin problema, acá pasaba algo extraño.