—Bien te escucho — dice Gustavo algo nervioso. —Bien, mañana habrá una reunión a las 9:30 a.m. quiero que estés presente, aunque ya tú sabrás de qué será la reunión porque te lo voy a decir primero. —¿Es algo grave? —¡No!, bueno al menos para mí, es una magnífica noticia, aunque no todo haya sido bueno. —¿Quieres por favor explicarte? —Claro, claro, como tú y todos saben, yo perdí la memoria, sólo sabía lo que Andrés me había dicho desde que desperté en ese hospital — Gustavo asiente pero no dice nada — Pues resulta que hace unas semanas atrás, me encontré con una conocida, una que me dijo quién era en realidad, resulta que Andrés nunca fue mi esposo, ni mi apellido es el que el me dijo, ni siquiera es el padre de mis hijos. — Abre los ojos como platos, al escucharme. —¿Como? ¿Ese m