Cuando Cameron dejó la habitación de Kendrick supo que todo su esfuerzo estaba perdido, que no habría ningún poder que hiciera que Kendrick amara a Ava.
«Lo sé muy bien, cuando uno ama, no hay poder que pueda apagar el fuego de esa pasión. Sí, yo también amé, solo una vez, pero, fui cobarde, y este es mi castigo, vivir una vida solitaria, sin amor, sin nada que perder, ni ganar», pensó.
Kendrick estaba con el doctor.
—Aún debes estar en el hospital una semana más, Kendrick, es importante, podrías volver a tener una infección.
—¡Por favor! Entiéndame, tengo muchos asuntos que resolver, si fueran solo laborales, no me importarían, pero, hay algunos más valiosos.
El doctor lo miró con reproche.
—Señor Granndach, comprenda lo que queremos es que esté bien de salud. Ha pasado por mucho,
