Kendrick llegó al departamento, apenas abrió la puerta, Shirley corrió a abrazarlo. —¡Kendrick! Él la abrazó sin dudar. —¡Mi conejito! ¿Qué pasa? ¿Estabas angustiada por mí? Ella asintió. —¿Cómo te fue? Él liberó un suspiro de cansancio. —Bueno, mi conejito, sabes que Ava es una loca, así que, se puso más loca. Kendrick se sentó en una silla, y ella frente a él. —Lo siento, Kendrick, lamento que estés en esta situación. —No es tu culpa, mi conejito, es la mía, por caer en la red de esa tarántula, está bien, saldré de esto, lo juro, te lo prometí. ¿Cómo está mi mini conejito? Shirley sonrió —Bien. —¿Bien? Mini, ¿Cómo ha estado mami? ¿Ha estado muy triste? —dijo poniéndose de cuclillas frente a ella, hablándole a su bebé. —Extraño a mi abuela, seré fuerte. Él besó su frente,
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books