Una tragedia inesperada Nunca había compartido mi sinceridad con nadie, por eso después de ese día de revelaciones en mi habitación, Zharay se convirtió en mi mejor amiga. Me gustaba la picardía con que hacía referencia a cualquier cosa, me enseñó a sacarle doble sentido a todo. Los compañeros solían decir frases inocentes y ella me llevaba a tomarlas en el sentido contrario. Intenté alejarme un poco de Edrien para tener tiempo de aprender todo lo que ella estaba dispuesta a enseñarme. Solíamos reunirnos en mi casa después de las clases a resolver actividades, pero tambien para ver alguna película erótica de vez en cuando. Eso activó en mí, pensamientos pecaminosos y empecé a ver a los hombres de otra forma. Todos los muchachos con los que me reunía después del entrenamiento eran atra