Se armó un limpio —¿Sabías que tengo un amigo que es gerente de ese banco? Me lo tiré un par de veces y déjame decirte que por ti lo volvería a hacer. —No entiendo cómo podía hablar así, sin ningún pudor. A mí me costaba decir ese tipo de frases. —No lo recuerdo. Es que usted sale con cualquier tipo que se le insinué. ¡Aja! Volviendo al tema que nos interesa ¿Cómo puede el ayudarme? —Paso ambas manos abiertas, con las palmas por los lados de su rostro, indicándome que era lenta. —Pues él me dirá cuánto dinero hay en esa cuenta. Y de ahí dispondremos la cantidad que vamos a sacar. Ahí Clarito dice “Pon el monto que se te antoje” Si su fantasía era hacerte pasar por prostituta, pues cóbrale bien caro. —dijo y me pareció justo. —Gracias, amiga, por siempre decirme que hacer. Pero bueno, n