Furia Dejé que mi cuerpo entrará en reposo unos instantes para entrar a la cancha. Pensaba tantas cosas, entre ellas que en definitiva ahora todo se había acabado. —¿Preparadas mis muchachas? Den lo mejor de ustedes que estarán siendo analizadas por críticos muy importantes. Si consiguen convencerlos, les garantizo un brillante porvenir. —Palmeo mi espalda con fuerza para qué me centrará, me había visto algo distraída y sabía que cuando no podía enfocarme solía ser un desastre en acción. —¡Así será! —De los resultados de ese día dependía mucho el rumbo que tomaría. Me persigné y no podía dejar de mover las piernas por nerviosismo. En la cancha seríamos veinticuatro mujeres y por lo que se rumoraba solo elegirían seis. No podía estar con mediocridades, si quería resaltar debía dar todo