Sefora. —Vamos afuera con Jemi un rato. —mi mamá nos mira a las dos con un poco de enojo. —Pucha, ¿no pueden esperar a que la película termine?. —No tardamos mami, es urgente lo que debo decirle. —Esta bien. —salimos las dos solas al patio, voy hacia los perros de al frente con ella en silencio. —Vamos a darles de comer a los perros. —procuramos que los perros no salgan del cerco porque sino después cuesta mucho entrarlos. —Pero cálmense por favor. —saltan como locos fregándose en nuestras piernas mientras les damos alimento y agua, los encargados le dan su comida en la mañana y antes de irse, en la noche nos encargamos nosotros de darles—. Y bien Sefo, no me pediste salir solo para darles de comer. —No, no fue por eso. —¿Entonces?. —mientras pienso en lo que debo decirle comienzo