Se descontrola todo

2018 Words
Pasó la semana tranquila, solo veía a Ahston entrar a la oficina de Matt, luego se iba, pero no sin antes volverme a ver. Hoy era de esos días en que Matt nos dio el día libre, eso quiere decir que el bar está cerrado. Hicimos el doble de récord y dijo que lo merecíamos. Así que hoy todos nos fuimos de tragos. Veo mi rolex, y me doy cuenta que es de madrugada, mi nuevo Jager en la mesa. Nico y Evans saben que me encanta, así que me piden  uno tras otro. Ya habíamos bailado, hasta quedar exhaustos. Nos sentamos por fin, porque ya no sentía mis piernas, y aquí estoy analizando si me tomo el último trago. Nico llegó y se sentó a mi lado.  —Belys, ¿qué opinas de Ashton?  Ya me sentía mareada, no sabía cuánto había tomado, esta vez me pasé de mi límite. Volviendo a la pregunta que me hizo Nico, sonreí. Era la misma de todos los días.  —No sé. Siempre le di la misma respuesta.  —¿De verdad, Isa?— Puso sus ojos en blanco—¿Vas a seguir con eso? Sabes que él no te deja de ver cada vez que va al bar.  —Ni sabía.—mentí— Ni lo he visto bien. —Dije con indiferencia, era más que obvio que lo había visto bien, pero no me iba a delatar —¿ Qué te aprecio a ti ?  —Tremendamente sexy. Y… más con esos rizos rebeldes y sedosos que tiene, se me quemaban los dedos por tocarlos—dijo con malicia. Sabía lo que quería decir. Porque hasta yo quise hacer lo mismo.  —Pero sabes que me tiene loca Evans.  Nico por fin admitió que siente algo, según ellos piensa que nadie lo sabía. De mi parte lo sé por sus actos y sus sonrisitas cada vez que se ven; también cuando según ellos estoy distraída un beso de aquí allá. Puse los ojos en blanco. —¿Por qué no salen de una vez y dejan de actuar como si no fueran nada? —Belys no digas tonterías.  —Ahora digo tonterías —dije con sarcasmo. —Tus labios están hinchados ¿por qué? Y no me vengas con una larga Nicole, que te conozco bastante para saber cuando te besas con alguien.  No sabía cómo reaccionar a tal acusación, bueno no era una acusación sino una verdad. En este instante se nos unió Evans con otro trago para cada una y yo que no me he todo el que tengo en la mesa —¿Qué les pasa?  Nico se sonrojó, así  que le apresure a contestar. —Nada, solo le pregunté a Nico  ¿por qué tenía los labios tan hinchados? Evans me volvió a ver soltando una sonrisa de hombre que se respeta. —Ay mi querida amiga, eso no es de tu incumbencia. Pero se que eres una memetodo en todo, así que con mucho orgullo fui yo.  Yo explote en risa, tirando todo mi trago al suelo. Trataba de ponerme seria, pero no podía. Me dolía la barriga ver lo relajado que está Evans y lo avergonzada que está Nico.  —Isabella te pasas en serio. —dijo malhumorada Nico.  —No le hagas caso Nico, sabes que es verdad y ya todo el mundo lo sabe. Para qué negarlo más.  —Evans, todavía estoy asimilando lo de nosotros. —Voy al baño. Ya vuelvo. Los deje en su media discusión. Cuando abrí la puerta habían muchas mujeres por todo lados, en realidad ni sabía en qué bar me encontraba. Estoy tan mareada que me costó un mundo sentarme a orinar, cosa que me dio por reírme. Después de una batalla en subir mis bragas, salí a lavar mis manos. Cuando por fin pude salir de tanta gente, encontré a mis amigos con mi Jefe y su primo en nuestra mesa. Los cuatro pares de ojos se fijaron en mí y sin darme cuenta me tropecé y antes de caer al suelo Ashton me tenía sujetada en sus brazos. Sin poder evitarlo del susto reaccioné poniendo mis manos en su pecho; que por cierto es bastante duro. No puedo apartar la vista de sus preciosos ojos, luego baje a su hermosa boca. Recorro mi lengua por mis labios y él sigue el movimiento con sus ojos hipnotizados. Una tos nos sacó de nuestro trance, y nos pusimos derechos.  —Veo que te lo estás pasando bien, Isa. —sabía que Matt lo decía con sarcasmo.  —Si, bastante bien. —sonríe abiertamente. —Pero es hora de irme ya son las cinco de la mañana. Los veo luego.  —Te llevaré —una voz detrás de mí me tomó por sorpresa y dejándome sin derecho a caminar. Perdí toda mi valentía, hasta mi habla. Cuando caí en cuenta de quién era la voz, reaccioné al momento.  —Señor Blake no...se preo...cu...pe, me voy sola —tartamudee con toda la embriaguez del mundo. —No me quedaré tranquilo —sentí su aliento mentolado en mi oreja.  Lo que me hizo estremecer, con eso cerré mis ojos. Y me armo de valor para alejarme de él, mi cuerpo se quema por volver a tocarlo, muero por besar esos labios carnosos y eso definitivamente no es propio de mí. Me alejé lo bastante sintiendo que mis piernas tiemblan. Necesito salir de aquí, lo más rápido posible, agarre fuerza de donde no la tengo e intento disimular mis nervios, vuelvo a poner la mirada en Ashton. —No me interesa si te quedas tranquilo o no, me voy sola. Salí del bar sin volver a ver atrás, escuchando unos pasos pesados detrás y espero que sean de Evans. —¿Se puede saber qué fue eso? —confirmado la voz de Evans.  —No —respiro profundo—. No puedes saberlo, porque ni yo sé que pasó ahí —llegué a la acera y me doy cuenta que deje mi bolso—. No puede ser, deje mi bolso.  —Belys… —me llama Nico—. Dejaste tu bolso.  —Ay, Nico mil gracias —tome mi bolso de sus manos. —No fue nada ¿Por qué saliste así? —Tengo prisa —mentí—Los dejo chicos, nos vemos luego.  —Belys, no me refiero a eso, si no… —se quedó callada cuando vio a Ashton salir molesto..  Viene con actitud hosca, se detiene frente de mí.  —He dicho que te llevo —se agachó y me cargó en sus hombros. —Suéltame —grité—. Por favor. Soy llevada a la fuerza hacia el todoterreno que lo vi subir en toda la semana. Me suelta y un sujeto de mediana estatura y más bajo que Ashton se acerca.  —Sube a la señorita en el coche y no la dejé bajar —dijo con autoridad. Mientras este sujeto intentaba meterme en el coche, gritaba desesperada.  —Te voy a demandar pedazo de bestia, suéltame —grite. —Suéltala —gritó Evans—. ¿Qué estás haciendo, imbécil? Pero Ashton se interpuso. —Llevarla a su casa.  —Pero ella no quiere irse contigo. —gritó Nicole. —Se la está llevando en contra de su voluntad, sobre mi cadáver imbécil. —escupió Evans. —Todo esto se está exagerando ¿no creen? —se interpuso Matt. Luché con todas mis fuerzas para soltarme, pero en seguida todo se volvió una locura. Vi como Evans se lanza encima de Ashton, cayendo al suelo por el impulso ambos, Evans no desaprovecho el momento así que se trepa a horcajadas dándole uno que otro golpe en la cara. Pero Ashton se mueve rápido y se voltea quedando encima de Evans dándole varios golpes, estaban descontrolados. Mis ojos no podían ver más esto, así que decido poner fin, golpeó al sujeto que me sostiene, agarrándolo desprevenido y me suelta por el dolor, aprovechó corro hacia ellos. Nicole estaba como loca gritando y llorando. —Matt, pare esto, por favor —gritó Nicole asustada y preocupada por Evans.  Matt reaccionó, sosteniendo por el cuello a Ashton prensandolo con su brazo, y jalándole hasta que pudo alejarlo de Evans. Ashton con cara de odio, se zafa de los brazos de su primo y se voltea hacia él. —Suéltame o no respondo —gritaba—Pierce, te ordene que no la dejes salir. —grita a todo pulmón. Me agachó donde está tirado Evans limpiándose la sangre con el brazo y Nico ayudándole. —¡Oh, qué horror! —me llevé las manos a la boca —. Tienes sangre por toda la cara Evans —me salían las lágrimas—. Lo siento tanto…—me eché a sus brazos sin importar llenarme de sangre. —Mírame —alce mi cabeza para verlo —. No te disculpes, no es tu culpa —sonríe con sus dientes llenos de sangre—. Estoy bien.  Me levanto del suelo, Evans intenta detenerme pero es en vano. Me dirigí hacia Ashton furiosa, para desquitarme.  —Pierce, ni que miércoles, ¿qué te pasa? —le grité a Ashton mientras me acercaba a él—. No sé quién eres, no te conozco… ¿Qué te hace pensar que me voy a ir contigo? —apunte con el dedo índice—. Me voy sola y tú te quedas en este maldito bar —di media vuelta y antes de seguir mi camino me detengo—. Hazme el favor de dejarme en paz.  —¡Oye, nena!... —dijo Matt, pero lo interrumpieron. —No me importa si me conoces o no. ¿Te vienes conmigo o le sigo dando golpes a tu amiguito? —me amenaza. —No le hagas caso a Isabella. —grito Nico. —Te vienes con nosotros. —No lo puedo creer.  —dije con sarcasmo— Apareciste para echar los tragos a perder. Vete a tu casa, Señor Blake.  —Tú no vas a ningún lado —contesta Evans—. Se queda con nosotros.  —Todos se pueden ir a la mier..— Que horror, ya iba a empezar a maldecir, cosa que detesto.  Comencé a caminar, ignorando los gritos de Evans, Nicole, Matt e incluso el dramático Ashton. Sentí un coche moverse a mi lado. Sabía que era el todoterreno de Ashton así que me paré en seco y le dije. —¿Qué quieres?  —Te vienes conmigo sea por las buenas o por las malas. Elige de una vez. Cansada de este espectáculo me encamino hacia su coche. Veo a Pierce con la nariz roja y con sangre. Vuelvo a ver al troglodita de Ashton, con mala cara.. —Ashton, te estás pasando —dijo Matt molesto, que venía detrás de mí. Sin importarme nada subí al coche, me acomodé en la ventana, lo más lejos posible. Donde nos sumamos en un silencio profundo, aún sigo sin entender, ¿qué quiere de mí?  ¿Por qué tanta necedad de llevarme? Él rompe el silencio.  —Deberías pedirle disculpas a Pierce —dijo, cuando este se unía al tráfico—. Él sólo hizo lo que se le pidió. No lo podía creer, este hombre no tiene ni la más mínima vergüenza.  —Tú empezaste. Pero si es así, tienes que ir donde Evans y Nico a disculparte por el espectáculo que montaste. —le solté. —Y eso que soy yo la que está ebria.  Su cuerpo se tenso con mis palabras, era obvio él jamás haría eso, es un hombre arrogante. Me imagino que está acostumbrado a que todo el mundo tiene que seguir sus órdenes y como a él le plazca. Me siento harta de esta situación.   —¿Qué quieres de mí Ashton? —alce la mirada para enfrentarlo.  Por ser de noche no lo veía bien, o bueno podía ser mis tragos también. Solo de vez en cuando por los faroles de las calles se ve poco, y sabía que me estaban viendo con mucha intensidad. Ashton es increíblemente sexy.
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