Narra Leyla —Papá, me gustaría que conocieras a Henry Mendels en persona. Henry se quitó las gafas de sol, revelando sus ojos azul cristalino. Me hice a un lado. Se dieron la mano y se saludaron. —Henry siéntate—ordenó mi padre. Se sentó a mi lado en el sofá—.Eres un hombre persistente. Asumo que estaba hablando contigo por teléfono temprano esta mañana, lo que a su vez la hizo llorar. Henry se sentó en el borde del sofá, con los codos apoyados en las rodillas y las manos entrelazadas. —Sí. Necesitaba saber que ella estaba bien—me miró—.Todavía no me ha dicho qué hice para molestarla–volvió su atención a mi padre. —Leyla tomó Uber para llegar aquí—respondió mi padre. —No estoy contento conmigo mismo por no escuchar o esforzarme demasiado. Daré un paso atrás. Sin embargo, no dej