It's time to play, little baby

Capítulo 2

Julianne Pov

De nuevo me bajo del auto de mi madre, veo la entrada de la cárcel conocida como escuela y suspiro antes de entrar, solo faltan nueve meses para irme de este lugar, no importa a que universidad me vaya, el caso es que ya no estaré aquí, no serán mis mismos compañeros, ni maestras o psicólogas locas. El caso es que llegue temprano a la escuela (eso es muy inusual en mi), pero llegue temprano y me senté sola, eso es normal.  Las clases pasan como de costumbre, la única materia que me gusta es química, pero la siguiente clase es de física, materia que odio pero no me va del todo mal, aun así no le veo útil para la carrera que quiero estudiar.

Empieza esa clase y escucho como se da la trasferencia de calor, formulas, ejemplos, gráficas pero no veo al pizarrón, ni copio nada, mi mente se va cuando empiezo a ver los árboles que hay, la ventana es chica pero desde el cuarto piso se puede ver toda la escuela, bueno casi...

-Julianne- hago un movimiento para voltear a ver a Melisa, pero sé que le caigo mal, seguro me dirá un insulto o quiere que me regañe la maestra, así que hago como que no escucho.

Las dos horas se me hacen eternas pero al final somos libres, espero a que todos salgan pero se acerca a mí una "amiga" llamada Elizabeth, se supone que es mi amiga pero habla muy mal de mí a mis espaldas, empezó siendo mi paño de lágrimas pero últimamente critica todo lo que hago, y se molesta de mis logros, le molesta que la relación con mi madre a mejorado, hay un chico el cual le gusta pero cree que a mí también, lo que ella no sabe es que a mí me encantan los hombres mayores de veinticinco, no estoy orgullosa de eso, pero es algo que no puedo evitar, mi exnovio tenía  treintaicuatro años, demasiado guapo, pero eso es otro tema, no funciono con él pues tenía hijos y creo que hasta esposa, y me gustan los hombres mayores pero no soy una zorra.

-Estuviste muy distante toda la clase, ¿Te pasa algo?- dice la descarada, así que solo niego, me he alejado mucho de ella pues no me cae bien, y no quiero más problemas en mi vida, pero no entiende y me sigue a todas partes. - he notado que casi no me hablas, desde que salgo con Alfredo, no quiero que estés celosa de mí.

-¿Eh?, ¿A qué te refieres con eso?

-Yo sé que me tienes envidia... de todo.- esto último lo dice orgullosa.

-No entiendo a qué te refieres- digo viento su cabello claro y maltratado, así como alaciado a la fuerza, el cual no queda nada bien con su todo tan moreno, así como tampoco queda el todo de color del que se pinta las cejas, pues solo tiene tres pelos, sus labios pequeños y sin forma o su cuerpo sin nalgas o cintura alguna... o tal vez cree que le tengo envidia a sus dientes torcidos.- Supongo que si lo quieres creer así pues te dejo, tal vez así suba por fin tu autoestima- digo yéndome tratando de analizar si también le tengo envidia a sus calificaciones reprobatorias, pues aunque no soy una mujer brillante, no repruebo tantas materias como ella, si yo repruebo una, ella ya reprobó tres.

Me pongo mis audífonos para caminar a mi casa, la acera esta despejada, todos los estudiantes viven del lado contrario a mi casa, así que puedo ir tranquila. En eso se empareja un auto ya bastante familiar para mí. 

-¿Quieres que te lleve?- dice mi amigo Juan, es bastante amable pues es vecino pero muchas veces siento algo de acoso, aun así tengo que llegar temprano a casa.

-Está bien- subo al carro n***o y el empieza a manejar a toda velocidad, a veces pienso que no es coincidencia que me lo encuentre seguido,   es 5 años mayor que yo, pero aunque no fuera un chico feo, pues es moreno con ojos color miel y sonrisa linda, no es lo que busco, no siento que pueda tener una conversación inteligente con él, ni divertida, es muy...no sé ni cómo describirlo.

Después de un rato me empecé a molestar por estar en el mismo espacio con el hablando del esmalte de sus dientes o de como sabe manejar increíblemente mientras yo no sé manejar aún, o de como él sabe jugar perfectamente bien cartas, no me gustan para nada la personas presumidas.

-Y hablando de eso, ¿Ya tienes novio?

-No.

-Deberías aprovechar el bonito cuerpo que tienes, así como su cabello tan lacio y rubio, no lo sé, eres hermosa.

-Gracias- digo observando como ya casi llego a mi casa.

-¿Entonces qué opinas?- dice sonriendo.

-¿Sobre qué?

-Creo que no me escuchaste-ríe como si de verdad fuera divertido- mmm hablaba sobre ir a ver una película de terror conmigo por la tarde, tengo una promo de dos por uno y a ti no te dejaría tirada en el cine- dice mientras recuerdo como me contó que dejo a una chica fastidiosa en la sala, cosa que me pareció de un verdadero patán. 

-Ah ya, pues la verdad no quiero.

-¿A qué te refieres?, es una salida en la cual prometo que te vas a divertir. No quiero ver esa película solo y antes de que empiecen los spoilers me encantaría ir contigo. 

-¿Por qué tiene  que ser justo conmigo?

-Sé que no te asustarías por eso, a veces eres demasiado masculina, de hecho me sentiría protegido-  dice burlándose un poco, en eso se estaciona frente a mi casa.

-Vamos a dejar las cosas claras, si quieres salir conmigo como amigos acepto pero si quieres algo más te diré que no, y no cambio de opinión, no gastes tu dinero conmigo pues no conseguirás nada.

-Entonces mejor no, yo creo que por eso no tienes novio, no te sirve nada estar tan bonita si te crees más de lo que eres.

-Di lo que quieras, pero no iré contigo- digo saliendo del carro mientras abro la puerta y entro a casa.

Mi mamá como siempre aún no llega, aprovecho para hacer tarea y quedarme dormida toda la tarde, aunque despierto a las cuatro de la mañana, he dormido casi doce horas así que me pongo a arreglarme pues en las mañanas casi no lo hago, me baño, maquillo, peino de una forma diferente y arreglo también de otra forma el uniforme, mañana tengo cita con la psicóloga y me encanta ir arreglada pues sé que la vieja amargada me ve con un poco de coraje o eso siento yo. Son cinco y media de la mañana entonces desayuno y arreglo todo para llegar temprano a la escuela. Al tercer retardo tendré un reporte y no quiero eso. Mi mamá espera en el auto y subo con la esperanza de no discutir hoy con ella o que me diga porque traigo la falda tan corta.