Capítulo 3

933 Words
Julianne Pov Llego a la escuela y siento como no pasó desapercibida por algunos  chicos, los cuales no me gustaban pero está bien, supongo que me gusta que me miren. Llego al salón y está mi amada maestra de cálculo, no la puedo detestar más, me ve de pies a cabeza y veo como le molesta que me veo bien... eso le pasa por zorra. En fin estregue las actividades como si nada y llego la estúpida hora de física, este es el peor día, hoy no tendría química o literatura, cosas que adoro.  De nuevo estoy haciendo de todo menos poniendo atención en la clase de física, esto es ridículo, estudiaré medicina, no veo porque llevar esta materia. De pronto escucho como alguien toca la puerta mientras todos empiezan a murmurar, así que volteo y me encuentro con un hombre bastante atractivo de unos treinta años tal vez, rubio de ojos azulados, musculoso, alto pero no demasiado. -Chicos, el será nuestro nuevo psicólogo, pido que le den una calurosa bienvenida- dice aplaudiendo. -Estoy para lo que los chicos necesiten- dice mientras nuestros ojos se encuentran, mi corazón se paraliza, no puedo descifrar su mirada, pero me gusta. No aparto mi mirada, es sexi, en todo el sentido de la palabra aparte de que... ¡No, esperen! Al fin no tendré que soportar a la psicóloga, tendré terapia con él, tiempo a solas... aunque no creo que llegue a nada, él no perdería su trabajo por una alumna. Comienzan a entrarme unas ganas de que termine ya la clase para ir a su cubículo y hablar con él,  pero tal vez piense como los demás, si de por si mi probabilidad de salir con él es baja así menos, no se fijaría en una "adicta". Trato de descifrar su mirada, aunque me es difícil, sus ojos me ven, pero no mueve las manos, sonríe con mucha naturalidad, es realmente guapo. Se va junto con la directora y la maestra de física. También todo el salón, casi todos... no puede ser, me quede aquí como imbécil pensando en él y ya todos salieron. Corro hasta su consultorio y me siento a esperar que me llame, llegue cinco minutos tarde pero no creo que por eso cancele mi sesión, o eso espero. Se abre la puerta y veo como se asoma y ve fijamente, la misma mirada que tenía hace un rato. -¿Julianne Castello?- dice más amable, Dios amo su voz. -Sí, soy yo.- digo entrando tratando de calmarme, no sé porque pero mi corazón va muy rápido, jamás me había sentido tan nerviosa con un hombre. Cierra la puerta detrás de mí y hace una seña para que me siente en un sillón que parece más una cama, es bastante raro. Él se sienta hacía el frente, sus dos botones de la camisa azul hacen que se note su piel clara, resaltan aún más la belleza de sus ojos.  -Bien- dice tosiendo un poco- tu historial me dice que estas por uso de drogas aquí ¿Quieres contarme sobre eso? -La verdad no, son mentiras, estoy aquí porque le caigo mal a las maestras, solo por eso.  -Me encantaría que cuentes con detalle que es lo que pasa entre ellas y tú, tenemos hora y media para conversar, hay tiempo. Trato de contar todo a lujo de detalle pero su cabello y labios me distraen constantemente, ¿Qué se sentirá morder esos labios mientras enredo mis dedos en su rubia cabellera?, joder no te distraigas, se va a dar cuenta que te gusta. -Ya veo, entonces en pocas palabras, estas aquí por ridículas acusaciones no quieres estar en la escuela por eso y porque sientes que todo tu salón te odia y tu mamá desconfía de ti por esos inventos... -Así es- digo un poco desconfiada, tal vez está siendo sarcástico, solo veo que anota muchas cosas, supongo que también dirá que soy una adicta, era demasiado perfecto para ser verdad. -Tenemos que vernos más seguido, aun así, no creo que tu debas de estar aquí, tratada de este forma- dice al fin viéndome fijamente- ¿Por qué nunca te cambiaste de escuela? -Aunque me pasara todo lo anterior, sigue siento una de las mejores escuelas de la ciudad, y quiero quedar en la universidad, las buenas escuelas ya no tienen lugares disponibles. -En el poco tiempo que nos queda quiero que me cuentes un poco más sobre tu familia ¿Hay algún problema? -No tengo padre, el murió antes de que yo entrara a esta escuela, desde eso no ha habido nada más en mi vida que problemas.                   -Reprobaste una materia que sentías muy difícil pero la pasaste, demostraste que eres capaz de aprobarla, haz estado este tiempo sin tu mejor amigo, con problemas, insultos y desprecios de tus compañeros y aún sigues aquí, ¿De verdad crees que eres débil? No sé qué decir, jamás lo había visto así.         -Acabo ya el tiempo, pero mañana te veré nuevamente a esta hora, quiero atenderte más y saber más sobre esto. Tú no te preocupes, todo se va a solucionar- dice tendiéndome  la mano sonriendo cálidamente,  nuestro tacto hace que me sienta más tranquila pero todo me da vueltas.- No olvides regresas, de verdad quiero ayudarte,  me alegra mucho haberte conocido- dice al fin abriendo la puerta mientras salgo.  -Gracias, que tenga un buen día.-  Salgo corriendo a mi casa mientras brinco, hace mucho que no sentía estas mariposas en el estómago pero ¿No es muy mayor para gustarme?, no quiero que se repita lo que paso con mi primer novio.                        
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