Me despierto nuevamente con los ruidos de Sasha en la puerta, queriendo salir y que son el despertador de Chase de todos los días, sin importar que sea fin de semana o no. Realmente esa perra es muy juiciosa e inteligente y no me canso de verla todas las cosas que se inventa para lograr lo que quiere. Chase me abraza fuerte por la espalda y hace un ruido de queja que me hace reír. — Es hora de despertarse, dormilón— le respondo e intento voltear la cara para verlo. — No me quiero levantar— se sigue quejando y en la puerta de la habitación Sasha lo mira y pega un ladrido. — Jajajaja, creo que no tienes otra opción— me suelta de su agarre, me gira y con un rápido movimiento queda encima de mí. Lo miro un poco nerviosa y veo como una sonrisa malvada se marca en sus labios, se