Felices 11 años Noemí.

1201 Words
El día dos estuvieron en la bodega con los go kart, eligiendo a través de la lista, subiendo a un camión que iría a dejarlos al área de los go kart, donde hoy están viendo correr y disfrutar a varios niños. —El cumpleaños es de la niña Noemí. —dijo Karina, viendo que esa misma niña se encuentra jugando, manejando con ese gran vestido bonito en color lila, sonriendo y emocionada, los niños bien vestidos también manejando. —Sí y esa niña es la cumpleañera, me dijo Saúl que los papás ya trajeron el pastel, que está algo grande. —Pues mira cuantos invitados vinieron. —Sí y siempre son así los cumpleaños de los escuincles. Karina se encontraba con Greta, desde que comenzó a trabajar, a Greta la veía de repente con los muchachos, es la primera vez que las dos se hablan, y se encontraban en el mismo lugar checando. Los demás se encontraron haciendo otras cosas. —Vez al naranja. —le dice Greta de cabello n***o, con su coleta alta y con pantalones, con su playera que tenía su nombre. —Sí que bien, ahora ve con el de verde. —Iban parejitos, ya lo rebaso. Las dos miraban dándose cuenta de algunos niños que ya regresaban, mientras ellas reciben esos vehículos, acomodando igual que otros de sus compañeros, mientras los niños corren para adentro. —Tú tienes novio. —No y tu Greta. —Sí, él es quien viene a recogerme, creo que lo viste cuando ibas bajando de tu auto. —El mechudo ese. Eso hace reír a Greta, no era mentira, el cabello de su novio es muy mechudo. —Cierto, es que tiene un grupo de música y ayer regreso muy tarde, tuve que despertarlo para que me trajera, hubiera llegado yo sola, pero no se manejar su auto, no sé si te ha pasado de ver esos carros de antes, que llegan a tener su maña. —Si he sabido de algunos, aunque no es muy común. —Bueno mi novio Ricardo es uno que tiene ese tipo de carro, que yo nunca he intentado usarlo, es por eso que solo él sabe de su propio auto. Karina asiente, mientras platicaban se encontraban atendiendo a los otros niños, que bajaban de los go kart, siendo que están por cortar el pastel, el lugar está lleno de padres de familia y niños. Hasta que dio su hora de comida, es como ahora no solo salió. —Igual es mi hora de comida, solo que siempre me voy en uno de los carritos, ven vamos. —Pero. —Entiendo a lo que te refieres, que solo se usan para ir a la bodega o demás, pero siempre las uso y nadie me ha dicho nada, bueno si, el jefe me llamo la atención. Llegaron al carrito a lo que ambas subieron y Greta, mientras le comentaba más sobre eso, manejaba rumbo a donde generalmente comen todos los trabajadores, ya hay los de la cocina servían, a lo que Karina solo fue por su plato. —Hola Kari, Greta. —les dice Karla. Ellas solo responden a su saludo, sentándose con ellas. —Karina, quieres ir a un concierto hoy. —Un concierto. —Si. —¿Quien se presenta? —pregunta Greta. —Bueno, se presenta el grupo Licar. Greta no le encanta saber que ellos sean los que se presentan. —Entiendo tu expresión, pero no es para verlos a ellos especialmente, sino que quienes le abrirán el concierto son los Súchil. —No es cierto, ellos abrirán su concierto, no así si voy. No sabía cómo decirlo, ella nunca había escuchado Karina un grupo que se llamara así, claro que le gustaba escuchar la música, solo que nada a escuchado de ese grupo. —Pero qué clase de música tocan ellos. Greta y Karla voltean a verla. —Nunca has escuchado rock. —Muy poco, digo que no soy de escuchar mucho, la música me gusta, pero de rock no mucho. Karla saca su teléfono, al poner una canción. (https://www.youtube.com/watch?v=FkdMhHTKsY8) Karla escuchaba la canción, moviendo la cabeza de que le gusta la canción. —Está padre la canción. Ellas asentían a lo que Karina les decía, lo que ellas comenzaban a comentarle sobre otros títulos de canciones, que también son buenas, terminando de comer, al aceptar tanto Greta como Karina. —Entonces, paso por ti el domingo. —dice Greta. Mientras iban en el carrito. —Si está bien. Volvieron al trabajo, esta vez sí que fue un día muy atareado, a lo que llego a tiempo su mamá por ella. —¿Cómo te fue hoy hija? —Algo atareada mamá, ya que hoy fue el evento de cumpleaños y aparte abra otro mañana. Su madre la escuchaba, Karina ya le había comentado que donde trabaja a veces rentan el lugar, al mencionar los cumpleaños de unos niños de once y doce años, en cambio, su mamá la conoce bien, y abría la posibilidad que ella llegue a cambiar de trabajo. —Lo bueno es que ya vamos para la casa. —Sí, solo quiero llegar porque pienso irme a dormir temprano. —Está bien, pero cena antes. —Claro mamá, oyes, antes de que se me olvide, decirte recuerdas que te había hablado de Karla. —Si. —responde su mamá mientras se encuentra manejando. —Pues hoy conocí a Greta, me cayó bien, se puede hablar bien con ella y aparte Karla me invito el domingo a un concierto, y ya que es mi descanso le dije que si iba a ir. Para su madre hubiera sido un no rotundo, pero ella es mayor de edad, a lo que dijo: —Solo no llegues tardes. —No claro que no mamá. —Iras con Bruno. —No, Greta pasará por Karla y vendrá por mí a la casa. —Bueno, solo quiero conocerlas. —Sí, si mamá. Las dos hablan de otra cosa, hasta llegar a casa bajan las dos enseguida. —Hola papá. —Karina llegaste, como te fue. —Bien, pero cansado. —Se ve en tu cara. A lo que ella hace un puchero, acostándose al sillón, mientras su mamá prepara algo rápido, siendo que ya se lo debía calentar, así lo hace ella. —Ven a cenar, para que después te vayas a dormir a tu cuarto. —Si má. Karina solo se levanta, al solo cenar un cereal con leche. —Y Jimena mamá. —A tenia tarea en equipo en casa de su amiga Fabiola, al rato van a venirla a dejar. —Qué bueno. —dice terminando de cenar En eso que acaba, agradece, dejando al lavabo el tazón con su cuchara, para ir a su habitación donde se viste poniéndose su pijama, metiéndose en la cama viendo su celular un rato, no mucho, está vez no tiene tanto mensaje o llamadas, a lo que solo decide ir a dormir. —Bueno. —dice al teléfono, siendo que estaba a punto de dormirse. —Siento despertaste soy Greta, solo quería checar que era tu número de teléfono. —No te preocupes. Hablaron muy poco, hasta que se desearon las buenas noches.
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