—Hay días tranquilos, ocupados, casi siempre son familias quienes vienen o fiestas de cumpleaños, cualquier tipo de evento.
Eso le habían comentado la chica Ana, su compañera de trabajo, siendo que a su otra amiga no la ha visto, ha estado trabajando, esa mañana fue su madre quien la fue a dejar al trabajo.
—Entonces era tu mamá.
—Sí y vendrá por mí al rato.
Se encontraban ocupadas en la dulcería, acomodando, generalmente no solo estaba en los go karts, era más común estar en el lugar donde se encontraban algunas maquinitas y parte de la dulcería.
—Como vez, en los go karts solo recibimos a los niños de 10 a 12 años.
—Hola Ana.
Saludan unos niños.
—Hola.
Las dos ven irse a esos dos niños ir hacia las maquinitas de juego, también se dan cuenta que los tres niños que se encontraban con sus go karts saliendo de ahí, y viendo a los muchachos acomodando a su lugar los go karts.
—Esos dos niños son hijos del señor Ramiro que vienen siempre, se te hará costumbre verlos por aquí. —dijo Ana, una chica alta de cabello castaña rubio largo, con su playera con el logo del parque y pantalones.
Atendieron a algunas personas, más que nada a niños que venían con sus padres, que parecía que ese día los niños no hayan tenido clases, al igual en su hora de comida podían comer ahí mismo.
—Hola, mi nombre es Karla, me dicen que eres nueva.
—A sí, hola soy Karina.
Karla, la chica que se convertirá en una nueva amiga de trabajo, una chica de cabello n***o con rizos, alta y muy simpática, ambas se estrechan las manos a comer.
—Yo atiendo en la tienda de regalos, me dijeron que estas en los go karts.
—Sí, hemos tenido algo de gente.
—Igual nosotros, debo volver en un rato.
Las dos siguieron platicando mientras comían, para después antes de volver a sus trabajos, ambas se dan sus números de teléfono, para de ahí ir a sus puestos.
Karina se encuentra aún en una de las máquinas de juego, ayudando a unos niños a quienes se le paro, mientras ella lo checa, ve en eso a uno de sus compañeros que conoció cuando llego.
—Lorenzo. —lo llama Karina.
—¿Si?
—Me dice el niño que mientras estaba jugando se detuvo.
Enseguida Lorenzo revisa, ellos lo ven que checa algo de la máquina, hasta que está lista.
Los dos dejan a los niños jugando.
—Vi que conociste a mi hermana Karla.
—Karla es tu hermana.
—Sé que no lo puedes creer, pero es mi hermana.
—Pues ustedes se parecen bastante.
Lorenzo solo asintió.
—Debes saber que Karla es quien empezó a trabajar en este parque, ya después yo cuando solicitaron aquí.
—Veo que no tuvieron problema siendo hermanos.
—La verdad no, y eso fue un gran alivio.
Después de haber estado hablando, cada uno siguió con su trabajo, al ser que en unas cuantas horas saldrían.
—Estuve conociendo a los demás.
—Pero como te sentiste.
—Muy bien, me gusta el trabajo.
Karina hace algunas horas había salido del trabajo, al ser que su madre la recogió y se encontraban platicando, llegando ya a casa.
—Hola papá. —dice al saludarlo Karina.
Igual que a su hermana.
—Comiste bien.
—Si papá bien.
Ya que era algo tarde, teniendo en cuenta que mañana debe trabajar de nuevo y tiene en silencio su celular, que no tiene idea de tanto mensajes o llamadas perdidas debe tener, mientras su mamá le prepara algo de comer, decide estar en su cuarto dándose cuenta de su móvil.
—Cuantos mensajes tengo y llamadas.
Se dice ella, al comenzar a ver primero sus llamadas, y después los mensajes, dándose cuenta que mayormente fueron algunos amigos, grupos donde la han agregado, Bruno y Oliver.
—Karina.
—Hola Bruno.
—¿Cómo te fue? —le pregunta su amigo.
—Muy bien, conocí a varios compañeros, pero me gustó mucho el trabajo.
—Y cuéntame que día descansas.
—Sobre eso depende, porque no es un día fijo. —le explica a su amigo, igual cuando se los dijo a sus padres.
—Bueno Karina.
—Igual yo te aviso Bruno.
En eso que ambos se encontraban platicando, escucha una llamada entrante que entra, checa rápido quien es el que habla, al leer el nombre “Oliver”, después piensa “ignoro o contesto”, cuando dice:
—Espera Bruno tengo otra llamada.
—Ok, si quieres hablamos luego, la verdad iré a cenar.
—Igual yo en un rato.
Los amigos se despides deseándose también las buenas noches, para después contestar la llamada del otro chico.
—Bueno.
—Hola Karina soy Oliver.
—Hola Oliver ¿Cómo estás?
—Bien ¿Cómo te fue hoy?
—Muy bien ya sabes. —comento ella, volviendo a decir lo mismo que les ha dicho a todos.
—Eso está bien.
—Pero dime a ti como te ha ido.
Oliver se encontraba en su casa, que es amueblada y sencilla sentado a su sillón, hablando por teléfono solo contesta:
—Igual bien, hoy estuve trabajando en la mercería.
—Sigues trabajando ahí, creí que estabas de payaso.
—Eso solo es de vez en cuando.
—Te confesare que quisiera verte de payaso.
Escucha que solo se ríe.
—Ya cenaste.
—En un rato, voy a cenar y tú ya.
—Voy a ver que ceno.
Sabia Karina que él vive solo y que claro, lo que tienen en común es que han trabajado en lo que sea, sin dejar ser un payaso, que en un principio cuando se lo dijo su amiga no se lo creyó, pero él lo afirmo.
Hablaron un rato más, cuando escucho a su madre que la llamaba diciéndole sobre la cena.
—Oliver, debo irme iré a cenar.
—Yo igual, que cenes rico.
—Igual tú.
Se despiden por teléfono, ella solo deja su móvil sobre el mueble que está a lado de su cama, y sale de su habitación yendo rápido hasta el comedor, donde ve que su madre preparo algo para la cena.
—Y cómo te fue en la escuela.
Karina y Jimena cenaban los hot cakes que su mamá les había hecho, hablaban sobre la escuela o como estuvo su día, en eso Jime le enseña algunas cosas que compro.
—Están bonitos.
—Pero te traje esto.
Su hermana Jimena le enseña entregándole un colgante para el celular, que era una carita de muñequita.
—Gracias.
Hablan de otras cosas.
—Y Bruno. —dice Jimena.
—Bien, hace rato hable con él.
Jimena solo asiente, ambas terminan de cenar para después miran algo de televisión, de lo que su mamá y papá están viendo, para después ir a sus cuartos.
Ella solo se pone su pijama rápido, para solo quedarse en su cama con su teléfono, que está checando un rato más, Oliver ni Bruno la volvieron a llamar, a lo que solo decidió ir a dormir.
Ya muy temprano se encontraba en el trabajo, como aun le enseñaban algunas funciones del lugar, siendo que estaría más que nada en la caja atendiendo a la gente.
—Como debió decirte Ana, tenemos más eventos que nos contratan y como escuchaste, la jefa nos anunció que tendremos dos fiestas de cumpleaños de 11 y 12 años para mañana y pasado mañana.
Desde esta mañana, después de que su mamá la dejo en su trabajo, y enseguida que llego su jefa, les había anunciado exactamente eso, al ser que Karina se encontraría en los go karts.
Karina asiente a lo que Lorenzo le dice, al igual conoció a los chicos que ya había conocido antes, dándose cuenta de Greta, quien igual esta con ellos.
—Debemos ir a la bodega, debemos ir por otros para mañana. —dice dándole la lista a Karina, donde viene el registro de todos los go karts.
Varios de ellos se dirigen al ir en el carro de golf, yendo Karina con Lorenzo, Víctor y Greta, mientras los demás iban en otros, hasta ir hacia la bodega, nota más ella el gran campo que pertenece al parque valle roble.