El trabajo estaba tranquilo, Karina se encuentra sola en la caseta, aunque está pendiente se encuentra pensando en lo que hablo con Oliver, sobre quien era la persona del club bar.
—Es Raúl, un amigo de la familia. —él le había dicho.
Los dos habían hablado una vez que Greta y su novio Tadeo se despidieron y se fueron, quedándose un rato más ellos en el club bar, hablando sobre el amigo que Karina está segura de haberlo visto antes.
—Karina.
Fue Greta quien interrumpió sus pensamientos.
—Mande.
—Recordé donde había visto a tu amigo Oliver.
Eso le sorprende.
—En serio, pero como fue que lo recordaste.
—Con ayuda de Tadeo, porque él también lo conoció antes.
—Lo conoció antes.
—Sí y efectivamente, en uno de sus presentaciones en un bar un amigo cercano de Tadeo le presento a Oliver, ahí mismo es donde yo igual lo conocí, aunque solo fue un saludo, ahí fue donde lo había visto.
Karina creía que sería algo más interesante, lo que si era fue con la persona con quien hablaba Oliver.
Las dos continuaron trabajando atendiendo a otros niños, al ser que estos días ocupados, varios paquetes que se ofrecen han sido vendidos, viniendo varios niños a jugar y divertirse con los varios servicios contratados.
—Ja, ja, ja.
Karina reía mirando videos por su móvil, estaba sola y se encontraba comiendo, está vez se vino sola, había llegado caminando, le pareció que seguro saldría Karla a comer más tarde.
—Siento no haber venido contigo.
—No te preocupes Greta, pero dime que paso.
Greta comenzó a platicarle, al ser que no había venido con ella a comer, porque la jefa quería hablar con ella, de algunas cosas las cuales le comenta ahora a Karina.
—Pues está bien no.
—Sí, pero si piensas dejar de trabajar aquí.
Karina solo mueve la cabeza, al ser que ayer que salieron del club bar fuero, de nuevo a la sala de juego dejando su solicitud de empleo, que relleno ahí mismo.
—Si.
Ya había hablado sobre eso con sus padres, de ya no continuar trabajando en el parque valle roble, e ir a trabajar al salón de juegos de castillo binas, sabe que el p**o que gana en el parque es bueno, pero trabajar siendo un lugar más cerca de casa con un sueldo similar, al trabajo en el que está y que para sus padres la apoyan.
—Cuando piensas dar tu renuncia.
—Bueno, pienso en cobrar mi último sueldo y después pedir la renuncia.
Greta solo asintió, continuaban comiendo, Karina espera a que ella acabe para que las dos salgan y se vayan, volviendo en el carrito hasta estar en los go kart, continuando trabajando.
Iba en el auto, ya había salido del trabajo, de nuevo su padre había pasado por ella, quien se encuentra revisando su móvil dándose cuenta que tiene algunas llamadas perdidas de Oliver y de Bruno, ella solo mueve la cabeza guardando el celular.
—Bruno. —dijo Karina.
Viéndolo en su casa, al ser que hace unos momentos ellos habían bajado del auto, llegando a casa viendo sentado a Bruno en el sillón, mirando televisión con su hermana.
—Hola. —dice Bruno.
Los dos se abrazan.
—Buenas tardes señor.
—Hola Bruno.
—Qué bueno que llegaron. —dice la madre de ellas.
—Pero que haces aquí.
—Salí temprano del trabajo, y quise venir a verte.
—Vi tus llamadas perdidas, me ibas a decir que estabas en mi casa.
—No, era para que nos viéramos acá.
—Bueno, estás ya en mi casa.
—Ya está la cena dice mamá. —le dice Jimena.
—¿Quieres cenar o ya cenaste? —le pregunta Karina.
—Vamos a cenar.
Los dos fueron a cenar, mientras su mamá preguntaba de cómo le fue en el trabajo, tanto a Bruno como a ella.
—Muy bien señora.
—Igual bien mamá, han sido días muy ocupados.
Comenzó a decir él también sobre su trabajo, Karina no dijo más, solo escuchaba al medio reír de uno u otro comentario que decía su amigo, terminaron de cenar agradecieron y subieron las escaleras.
—A qué hora piensas irte, no es que te vayas ahora.
—Se porque lo dices, no te preocupes, más tarde me iré.
Ella solo asiente volviendo a la teclear el teclado de la computadora, mientras Bruno se encuentra acostado a la cama.
—Es cierto, que ya no piensas trabajar en el parque de atracciones.
—¿Quién te lo dijo?
—Tu hermana me lo menciono, entonces es verdad.
Ve que ella mueve la cabeza.
—Si pienso trabajar ahora en la sala de juegos del castillo bines, ya dejé mi solicitud de empleo, y tendré mi entrevista el viernes.
Bruno se levanta de la cama, abraza a su amiga enseguida felicitándola.
—Ya que celebramos que obtuve mi trabajo, tendremos que celebrar tu nuevo trabajo.
Karina voltea a verlo al sonreír.
—En serio Bruno, es solo una entrevista.
—Que saldrás muy bien, vas a tener el trabajo.
—Veremos después de la entrevista.
—Bueno, que tanto miras en la computadora.
—Checando mi correo y mi red social.
Ambos miran la pantalla, mirando varias fotos e imágenes diferentes.
—Oye Karina y ayer en el cumpleaños, como te fue, ya no me platicaste.
—A pues mira, nos fue bien y como fue un cumpleaños del hermanito menor de Greta, hubo payasos y uno de ellos era Oliver.
—Cómo crees.
—Te hablo en serio, después de eso nosotras nos fuimos al centro un rato, y como me quede de ver con él habíamos quedado en el parque, pero quedamos de vernos en esa sala de juegos, y después fuimos al club bar recuerdas.
—El lugar que tiene las mesas de billar.
—Sí, fuimos ahí porque igual a Oliver le gusta jugar.
—Deberíamos salir los tres a jugar, y ya no te platique.
—Sobre qué.
—En el trabajo me encontré con Carolina y Jesús.
—Que esos dos todavía son pareja.
—Sí, me dijeron que deberíamos ir a algún lado.
—Con ellos.
—Sí y también con Roberto y Alejandra.
—También los viste, a los hermanos.
—No, Jesús me dijo que están planeando, pero aún no saben dónde verse, voy a llamarlo.
—Bueno. —responde Karina checando unos mensajes.
Es en el momento que escucha que está hablando por teléfono, creyó por un momento que lo iba a hacer después.
—Jesús. —dice Bruno.
Karina se da cuenta que hablan por un buen rato, en un sí, claro, está bien, etc.
—Listo. —dice ella.
Siendo que Bruno ya se había despedido.
—Si dice que les comentara a los demás, y ya me dice si lo aceptaron, no está mal en que lleves a Oliver.
—Se lo preguntare, eso solo me lo dices porque quieres jugar billar para ganarle.
Bruno solo comenzó a reír.