Parte 1|| Coqueteó Inocente.

2259 Words
Itzel. Sostengo varias bocanadas de aire controlando el despelote emocional que llevo semanas conteniendo después del evidente descaro de cierto europeo que con solo un guiño de ojos me termina teniendo mas rápido a sus pies de lo que sucedería con cualquier persona. El cansancio no cesa y estar trabajando estas horas extras me tienen los pies hechos puré de papilla. Me mantengo en completo silencio admirando la soledad que me envuelve y el barullo en el interior de la oficina mientras verifico las entradas, junto a las salidas que aún quedan por realizar en el día de hoy. Ser uno de los hoteles más lujosos del mundo nos mantiene con un pequeño público selectivo de clientes que suelen venir por agencias, la mayoría de las ventas en directo, es decir; al precio rack rey de la recepción es bastante complicado debido a lo elevados que se encuentran. Trato de mantener mi mente ocupada y mis sentimientos descontrolados a talla aislándome de todo lo que me rodea por unos segundos en donde las ideas que pasan por mi cabeza me causan una explosión masiva de dudas con respecto a mi vida. He notado que tengo un extraño trastorno psicológico donde cada vez que llega un hombre a mi vida que cumple en gran parte con los aspectos que me atraen de un hombre a nivel físico«por que la verdad que emocional es complicado si no interactúanos demasiado»termino ilusionándome de más para al final darme cuenta de que es imposible que tengamos un chance. Ya esto me sucedió una vez con Aarón y ahora me esta pasando con este hombre. Las red flags de mi vida son qué nunca podré estar con el tipo de hombre que quiero… No, estoy forzada a estar con el tipo de hombre que me quiere, alguien lo suficientemente cuerdo para amarme. Ahora lo entiendo todo. Mis momentos emocionales cada vez que veo una película y me doy cuenta de que… ¡Jamás tendré algo como eso! Estoy tan jodidamente maldita por el simple hecho de que no interesa lo mucho que desee estar con una persona que se podría convertir en mi sueño hecho realidad, estoy hecha para grandes cosas… Eso quiero pensar… Es por eso que nunca podré tener algo más con un hombre que cumpla las expectativas físicas o emocionales del hombre que me gusta. He tenido amores que me han roto en mil piezas, pensamientos que me auto consumen y estar en un lugar donde el silencio es lo que más reina mi mente comienza a pensar todo tipo de cosas. Estoy decepcionada de mi misma también… ¿Cómo no estarlo? Suelo darme por vencida con muchas cosas demasiado rápido sin que nadie sea capaz de darse cuenta. No lucho por las personas porque siento que lo estoy haciendo en vano, puedo creer que estoy nadando contra una marea en dirección hacia ellos, para que al final me den la espalda y dejen que el remolino me termine absorbiendo. Las cosas en la amistad son así… No puedo querer tener algo con alguien que cumple todo lo que tengo en mi lista porque es imposible… Entonces finjo ser ciega y me quedo sin ver las red flags de las personas confundiéndolas como green flags. A veces me preguntan porque siempre vuelvo con Mario… La única respuesta que tengo para darles es la real, porque es la única persona que me da valor y puede salvarme de la autodestrucción… Me conoce al completo, tal vez no será mi tipo al completo, pero en su momento me trato como la reina y después de tantos altos, bajos, tropiezos ha estado haciendo hasta lo imposible por verme feliz. —¿En que piensa tanto señorita? Si puedo saber. Mi corazón se acelera enloqueciendo por la interrupción a mis pensamientos encontrándome con el frondoso azul de sus ojos. Lo ven, aquí vamos otra vez… En el fondo se que esto fracasará, sin embargo, hago hasta lo imposible con permanecer esa ilusión de qué tal ves esté equivocada… En lo muy profundo soy una persona bastante positiva. —Nada de su interés señor. Mi tono es brusco y frío, tomarme de sorpresa mientras mis pensamientos me absorben sacan mi versión irritable con facilidad. —¿Segura de que todo esta bien señorita? Miro su rostro y no logro descifrar lo que piensa en su totalidad, es como un pequeño cubo de rubik que nunca he tenido en mis manos, pero que en estos instantes se me vuelve fascinante, que claramente quiero resolver. —¿A que viene tanta curiosidad? Arremeto. —¿No tiene algo de que ocuparse en su puesto laboral? Apuesto lo que sea que lo deben necesitar en algún lado. La forma en la que sus hombros se tensan, su mandíbula se contrae y la mirada en sus ojos me fuerza a cerrar las piernas con evidente fuerza… Aunque nada se compara con el impulso que ejecuta deteniendo ambas manos en los bordes del asiento con su rostro a unos pocos centímetros de mi. —No tienes una idea de las cosas que has hecho que se me pasen por la cabeza. Trago con mi corazón volviéndose loco y descontrolado en mi pecho. —No me interesan la verdad. Hago el intento de mantener la compostura e ignorar lo mucho que me pone, alzando mi mentón en lo alto conociendo que esta vez podría ser la ultima vez que juegue con mi compostura porque.. —Si te interesa. Muevo una de mis cejas. —¿Qué le hace pensar eso? Sonríe. —Lo acelerado que tienes el pulso y tu respiración agitada. Me mantengo serena por fuera aunque por dentro esté hecha un completo desastre emocional y demasiado hormonal. —Eso no significa nada. Las comisuras de sus labios se curvan en una leve sonrisa que basta para poner mis piernas y mente a flaquear. «Maldición» El odio que quiero sentir hacia a el por todo lo que me causa es aterrador y agobiante, pero no lo suficiente para que las alarmas de mis cerebro tomen fuerza apartándome de èl… Siempre me dejo llevar y eso es lo que me termina destruyendo. —Créeme hermosa… Coloca un mechón pasajero de mi cabello detrás de mi oreja acariciando lentamente esa parte sensible de mi cuerpo causando la explosión de sensaciones en mi bajo vientre. —… Significa más de lo que quieres admitir. Sus momentos de seducción solo causan el terror en mi porque estoy al tanto de que si lo desea me puede hacer caer en sus redes solo con un movimiento de sus pestañas y un chasqueo de sus dedos. Él me tiene en la palma de su mano, no soy la chica fácil que se lanza a cualquier hombre, podría contar con los hombres que he estado de manera s****l en mi vida y me sobrarían dedos… Aún así jamás en la vida he tenido a esa persona que me ha enamorado hasta los huesos y me he desistido de tenerlo a mis pies. —Lo mejor será que se marche… Se lo pido de favor. La súplica es notable en mi tono… Por una vez en mi vida tengo que soportar el nudo en mi garganta por la rabia contenida de no poder lanzarme a sus brazos y decirle lo mucho que me llama la atención, pero a veces lo que más deseas no es lo que más te conviene. —Esta bien. Suspiro de alivio cuando creo que se va a apartar relajando mis hombros los cuales no tenia la mas mínima idea de que estaban conteniendo tanta presión en el instante justo en que… —Deseo que no me dejes de pensar. Besa mi mejilla en un toque suave, delicado, comprometedor y tan dulce que ni siquiera parece venir de él… Tanto es así que el shock que me deja es inmediato y loco por lo extraño de esa diminuta acción que intensifica las ganas que tengo de tirarme al suelo a llorar con todas mis fuerzas. —Usted también. Creo que se va a marchar, pero permanece a mi lado por unos segundos. —¿Necesita algo, o está esperando que haga algo? Medio sonríe dejando entrever uno de sus hoyuelos en su mejilla. «No puedo dejar de amar el color de sus ojos» —¿Qué tengo que hacer para que me bese la mejilla? No es un pecado. Muerdo mi labio inferior jugueteando con el dobladillo de mi uniforme un poco llamativo color crema alzándome para con un suave roce besar su mejilla. —¿Satisfecho? Una sonrisa petulante se apodera de sus labios aumentando de por si las ganas que tengo de golpearlo y llevo unos buenos minutos soportándola con tal de no buscarme la peor candela de la historia, pero sobretodo porque estos jueguitos que el lleva acabo con tal de acaparar mi atención me ponen mas de lo que jamás le admitiré en su cara. —No lo suficiente. Acaricia la mejilla con el pequeño residuo de mis labios jugueteando de un momento a otro con el mechón rubio de su cabello que en pequeños momentos se suele convertir en castaño claro contrastando con la tez pálida de su piel europea. «No entiendo como un tío puede estar tan jodidamemte sensual y ponerme tan cachonda» —Acabe de marcharse, evité buscarme problemas. Noto la tensión en sus hombros, pero nada se compara a su expresión neutral que para mejorar todo ajusta su mandíbula con brusquedad sacándome una media sonrisa que contengo en lo más profundo de mi ser tranquilizando las ganas que tengo de besarlo…. Por que si, deseo besarlo sin temor, pero hay extremos a los que no se puede llegar. —Que tenga buena tarde señorita. Lo veo marcharse, no sin antes echarle una ojeada a la sensualidad con la que su traje se ajusta perfectamente a sus curvas masculinas de una forma tan comprometedora que vale lo suficiente para resurgir en mi la duda de si en alguna momento alguno de los dos tomará el impulso y dejará quebrar las reglas solo con tal de tener lo que quiere… Descarto cualquier tipo de pensamiento pervertido que me llevaría solo a lanzarme encima de él con el único objetivo de olvidarme de lo mucho que me gusta, pero lo directo que me terminará llevando a terapia. Tomo una extensa bocanada de aire que infla mis pulmones con oxígeno para después centrarme en el sistema y la música suave del piso más importante del hotel, no sin más entretenerme con el móvil a escondidas de los jefes. £ Estoy agotada. Mi trasero duele a montones y el ardor en mis ojos es algo más que insoportable e inevitable si contamos on el tiempo que me la paso mirando el móvil como una tonta, aun así rasco mis ojos terminando todo con la sola idea de marcharme lo mas rápido posible de aquí. —Ya estoy aquí no te preocupes. Mi relevo llega corriendo con sus tacones altos y su larga cabellera pelirroja sacándome una media sonrisa por lo irónico de todo. —¿Lograste comer? Niega rotundamente. —Airana no me dio tiempo, el lobby estuvo bastante movido. Deja sus cierres de cajero sobre el podio abanicándose de manera dramática. Le echo una ojeada a mi reloj. «18h» —Ve a comer, todavía tenemos tiempo, solo no te demores por favor. No quiero abusar de ti. Me muestra una media sonrisa que contrasta con el marrón de sus ojos aumentando la calma en su respirar. —Lo hago rápido. Asegura, a pesar de eso no puedo ponerle presión y comprendo completamente su situación por eso trato de tomarme mi tiempo con teniendo un poco de empatía. Comienzo a cerrar cajero tecleando los controles f2 y la contraseña del comercio para después ejecutar un cierre en cero debido a las nulas operaciones que ni siquiera lleve acabo. A veces suelo amar mis días en este puesto de trabajo, prácticamente me pagan por solo estar sentada y sonreír a algunos clientes… Al menos los pocos que se toman el placer de ponerme un poco de atención. Los otros prefieren pasar de largo e ignorarme como mejor se les parezca. El tiempo corre de tal manera que en menos de lo imaginado ya me encuentro saliendo finalmente de mi centro laboral encontrándome con la exuberante sonrisa del seductor Mario, el maldito amor de mi vida y como bien dije el único hombre que no me ve como un objeto de mucho placer, sino algo más profundo y sentimental. —Buenas noches amor… ¿Qué tal te fue el día? Sostiene mi mochila dejando después de eso un suave beso en mi mejilla que mejora un poco la incomodad de mis tacones en mis pies. —Tranquilo y sumamente aburrido como siempre. Sonríe recordando que siempre le digo lo mismo. —Eso es bueno, no tener dolores de cabeza. Sonreímos a la par. —¿Algún cliente te molestó lo suficiente como para ganarse un buen golpe? Es mi turno de sonreír. —La verdad es que no… Se portaron bastante bien. Besa mi coronilla en un toque suave y dulce que enternece a mi corazón, seguido del agarre de su mano cuando ambos nos detenemos en la esquina organizando todo. —¿Qué tal tu día? —Bastante ajetreado en comparación con el suyo señorita. Un flashback del día de hoy llega a mi cabeza rememorando unos ojos azules que no hacen mas que comenzar a traerme dolores de cabeza… De eso estoy segura.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD