CAPÍTULO CATORCE Rómulo estaba parado en una loma alta al norte de Neversink, mirando el horizonte en un ataque de furia. Siendo comandante de todas las fuerzas del Imperio en ausencia de Andrónico, general número dos solamente de Andrónico, Rómulo era conocido por no soportar a los tontos. Era solo un poco más bajo que Andrónico, pero casi el doble de ancho, con un rostro regordete, una amplia mandíbula y hombros tan grandes que su cuello casi desaparecían. Tenía los labios gruesos, bárbaros, ojos negros centelleantes, orejas grandes y cuernos más pequeños que los de Andrónico. No llevaba un collar de cabezas reducidas como Andrónico. No era necesario. Cuando enfrentaba a sus enemigos, les partía la cabeza con sus manos y era sabido que los mantenía en el aire y miraba a los ojos del c**