CAPÍTULO QUINCE Thor estaba parado a un lado de las aguas brillantes de Neversink, los demás a su lado, mirando a los c*******s, y le hizo pensar. Dragones. Todos estos hombres, asesinados por dragones. La Espada robada fue llevada muy lejos. Por una parte se sintió aliviado de que no se perdió en el lago; sin embargo, también sintió un profundo miedo al saber a dónde fue. Estaba perdida, sólo que de una manera diferente. Los dragones eran una fuerza indomable, y vivían muy lejos. ¿Cómo podrían quitársela a ellos? ¿Había fallado su misión aquí? Una parte de él no pudo evitar sentirse como si así fuera. Sin embargo, al mismo tiempo, Thor sabía que no tenían elección. Estaban en una misión, y habían prometido cumplirla. No podían echarse para atrás, su honor lo impedía. Tendrían que hacer