La visita del enemigo

1074 Words
Gregor estaba muy arrepentido por todo el daño que le había hecho a su esposa Magda, había visto ante sus ojos el gran amor que ella le tenía. Y le dolía mucho comprenderlo ahora que ella se veía tan mal. Uno de sus más grandes defectos era ser necio y obsesivo. Y cuando se creyó enamorado de Susana, le costó tiempo desengañarse a sí mismo. Gregor era brillante en los negocios y como hombre inteligente, él empezó a notar lo mucho que le gustaba estar con Magda y no solo en la cama. Le gustaba amar a Magda y no desde que se casaron, desde que salía con Susana, él la solía llamar para que fuera a su departamento, mientras la miraba respirar muy lento y postrada en esa camilla, recordaba la noche de lluvia ya casados donde se amaron en la glorieta del jardín en la casa de su padre. Gregor mi amor, ¡nos verán! ¡Nadie nos verá, llueve mucho! Cielo, mi amor me da mucha pena... Los besos de Gregor no se detenían ni tampoco sus manos, justo antes de que la última palabra saliera de la boca de Magda su vestido ya estaba en el suelo. El mismo vestido que sirvió como suave cama entre los dos. Las manos de Gregor hacían muy bien su trabajo y la piel de Magda agradecía cada una de sus caricias. Un enloquecido amante lograba doblegar intensamente a su mujer. Los te amo en la boca de Magda eran una melodía acompañada de sudor e intensidad, su aliento entrecortado daba paso a besos tan profundos que Gregor sentía volar en los brazos de su esposa. Magda era su complemento. Tan intensa o más que él y la mujer con la que disfrutaba mucho el amor. Pero como la sombra de la culpa lo perseguía, cuando recordaba que Magda era amiga de Susana, algo dentro de él se levantaba y ponía un muro entre él y su mujer. Magda fue viendo su vientre crecer, a su hijo moverse y a su esposo y padre de su hijo desaparecer en los brazos de otras mujeres y a su amiga llevárselo entre sus piernas y darle el placer que ella ya no podía. Toda la aventura de su amiga Felicia había nacido después de una visita que ella le hizo a su casa. Magda pudo ver su descarado ofrecimiento y en lugar de callar discutió con Gregor y ella estaba segura que por su estúpides se lo había entregado en las manos. Gregor tenía sus aventuras y ella estaba segura de que así era, pero su amiga Felicia, le recordó a ella y entendió que al igual que ella lo deseo, quería a Gregor solo para ella. Sufría imaginando el día que Gregor le dijera: ¡Quiero el divorcio! Ella no quería divorciarse de Gregor, lo adoraba, muy a pesar de todos sus engaños, Gregor era el hombre de su vida. Su amiga Felicia se había aprovechado del estado complicado del embarazo de Magda para llenar a Gregor de todo el desenfreno que quisiera para adueñarse de la vida de su amiga y hacerse de su marido. Conmigo amor puedes tener lo que quieras... Felicia jugaba con los bajos instintos de Gregor, creyó que así lo retendría, pero había días y hasta semanas enteras donde Gregor Lorutto no se dignaba a llamarla. Así qué cuando pasaban muchos días ella le llevaba el placer a Gregor a su oficina. Durante tres meses estuvo jugando con eso, hasta que se creyó segura de su relación con el multimillonario. Ahora que Magda estaba grave, Gregor despertaba de golpe y veía todos sus desastres frente a él y a su esposa a quien descubrió amar y a su pequeño hijo, necesitando de su presencia a su lado. Cuando llegó su padre al hospital halló a su hijo deshecho ante la camilla de su esposa, le pedía perdón y le suplicaba que le diera otra oportunidad. Le pedía entre lágrimas y sollozos que se recuperara y volviera con él y con su hijo. Muy conmovido su padre lo abrazó y Gregor se desmoronó ante su padre y Gregor muy arrepentido le pidió a su papá por todo lo que había hecho. ¡Todo estará bien hijo, todo estará bien! ¡Ven! Vamos a tomarnos un café y platicamos, aquí no podemos hacer nada, más que impacientarnos... Ninguno notó las lágrimas que corrían por las mejillas de Magda, ella había escuchado a Gregor llorar y después pedirle que volviera a él. Poco a poco fue abriendo los ojos y cuando se halló completamente consciente, el rostro que vio a su lado fue el último que deseo ver. ¡No te has muerto! Veo que tienes más vidas que un gato... Pero aúnque hayas sobrevivido y alcanzado la lastima de Gregor; ¡Él no te amara nunca! ¡Solo le provocas lástima! Contigo nunca disfrutó del amor, él lo prefiere tener con otros cuerpos por que el tuyo le da asco.. Y le dará más asco ahora que tu piel está floja y herida por culpa del mocoso ese... ¿Crees que Gregor lo quiere? ¡Estás equivocada! A mi me dijo que apenas tuviera edad lo enviaría a un internado y que el error de ser padre no lo volvería a cometer en su vida, ¡jamás! Así qué no volveras a tener otra oportunidad de retenerlo, Gregor te pedirá pronto el divorcio; ¿No me Crees? Escucha esto, dijo poniendo el altavoz de su teléfono: Esta bien Felicia, le pediré el divorcio a Magda... ¿Te das cuenta? ¡No significas nada para él! Ni tu hijo tampoco... Piénsalo bien, amiga... Gregor no te será fiel ¡nunca! Lo que tú sueñas a su lado nunca lo tendrás, dale el divorcio, para que se divierta con libertad con mujeres hermosas, no como tú que ya no tienes nada que le interese a un hombre como Gregor. Ve.. Vete.. Ni siquiera puedes hablar, eres tan inútil como fea... ¡Me voy! Sólo pasé a saludar a una vieja amiga... Felicia... ¡Bruja! Sí, y tengo una linda escoba que fascina a los hombres. Dijo tocando sus caderas, con una sonrisa burlona salió de la habitación dejando a Magda llorando. Su mente consciente se llenó de ideas y buscando en su cabeza la mejor opción, tomó la decisión que creyó en su corazón que sería la mejor para ella y para su hijo.
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