Un juramento

1119 Words
La puerta se abrió para recibir a una mujer muy herida, con su corazón sangrando y con su pequeño bebé en sus brazos. Zacary y Su los recibieron en su hogar, dándoles un lugar dónde vivir. Susana aún no deseaba tener hijos y Zacary pensaba que era lo mejor, aún eran muy jóvenes y tenían muchos planes para la hacienda y querían verlos realizarse antes de pensar en tener una familia llena de hijos. Estaban comenzando con la crianza de varios caballos que habían comprado en sustitución de los que ya estaban cansados y aunque esos caballos les habían generado buenas ganancias ellos necesitaban descansar y que otros tomarán su puesto en las carreras. A los caballos viejos los estaban usando para dar clases de equitación y Susana le ofreció a Magda trabajo en la hacienda enseñando a niños pequeños. La mañana que Magda la llamó llorando desde el hospital, le contó todo lo que había pasado con su amiga en común, Felicia y su esposo Gregor. Susana sintió pena por Magda y culpó a Gregor de no hacerla infeliz. Magda le pidió que la recibiera, en pocas palabras le pedía que la escondiera y que le ayudará a ocultar a su hijo. Ahora en la hacienda Porter que Susana y su esposo Zacary Wells dirigían, una triste Magda muy agradecida recibía la oportunidad de volver a empezar su vida con su pequeño hijo y sin Gregor Lorutto a su lado. Magda no quería que le quitaran a su hijo, Felicia le había asegurado que eso era lo que tenía planeado hacer con su hijo Gregor. La idea de que Gregor no la quisiera le dolía, pero podía superarlo, pero que Gregor no quisiera a su propio hijo, eso no podía perdonarlo. Magda pensaba que al divorciarse de ella, Gregor Lorutto le quitaría al bebé y se lo entregaría a su padre para que él se encargara de criarlo. Si Gregor hacía algo así, sería para ella una forma de castigarla y de deshacerse de las exigencias su padre. Ocupado el padre de Gregor en la crianza de su nieto lo dejaría hacer de su vida lo que él quisiera. Y Magda no le iba a permitir a Gregor que le quitara lo que ella consideraba lo más valioso de su vida. Tener a su hijo era un regalo que ella supo agradecer al cielo, recuperarse y estar bien su oportunidad de ser feliz al lado de su hijo. Y haber amado a Gregor antes de marcharse de la casa, no estaba en sus planes, pero lo deseo tanto que sin pensar en otra cosa se entregó a Gregor con todas sus fuerzas. Había sido un deseo oculto en su interior y una oportunidad que no quería desaprovechar. Magda amo sin límites a su marido y lo lleno del amor que sentía por él, sería su despedida de Gregor y su adiós y su final. El punto perfecto en su huida. Siempre creyó que Gregor estaría con alguna mujer mientras ella se escapaba de sus casa, pero Gregor no se alejaba de su lado ni del lado de su hijo, hubo momentos donde Magda pensó en desistir y quedarse a su lado. En especial que Gregor se veía cambiado, pero cada vez que sus emociones se escurrian enamoradas de su sonrisa, ella se forzaba a seguir adelante con su plan al recordar las palabras de Felicia. Ella no pondría a su hijo en manos de ningún Lorutto, su hijo era suyo y le pertenecía a ella y a nadie más. La oportunidad que le había brindado su amiga Susana y su esposo Zac, sería aprovechada por ella y le enseñaria a su hijo lo que significaba el amor verdadero. Su hijo sería un hombre bueno, no como su padre que no valoraba lo mucho que ella lo amo. Se prometió estar al lado de su hijo y mostrarle todo lo bello que eran para ella los caballos y la monta profesional. Todo en la vida de Magda estaba dirigido y diseñado para su nueva vida. Mientras en la mansión de los Lorutto unos pies corrían escaleras abajo gritando: ¡Papá! ¡Papá! ¿Que sucede Gregor? ¿Porqué esos gritos? ¡Papá Magda se fue y se llevó al niño? ¿Como que se fue? ¿Y a dónde se llevó a mi nieto? ¡No lo sé papá, no lo sé! Magda te dejo una carta dándote gracias y a mi me escribió sólo una palabra... ¿Una palabra? Sí papá; una sola; ¡Adiós! No puedo entender porqué lo hizo, ayer me amó y podía sentír su amor a manos llenas... Creí que eso significaba el inicio de nuestra vida juntos y ¡mira esto! Me dejó solo, me abandonó sin darme una razón o una explicación o a dónde se fue... Y no tenga ni la menor idea dónde puede estar... ¡Pero no puede irse así sin tu permiso no puede sacar al niño fuera del país! ¡es un delito! ¡Me engaño! Y lo explica en la carta que te dejo, ella lo arregló todo, tiene a mi hijo; se lo llevó y se llevó también con ella mi corazón... ¡Papá yo la amo! Lo entendí demasiado tarde lo sé; pero no voy a descansar hasta encontrarla y cuando encuentre a mi esposa voy a hacer todo para recuperarla y con ella recuperar a nuestro hijo... ¡Lo prometo papá! El corazón de Gregor estaba sufriendo mucho, había perdido a su familia, y no tenía ni la menor idea dónde buscarla. Gregor había comprendido el valor del amor de su esposa Magda al sentirla pérdida en el hospital, fue ante aquella camilla dónde todo le quedo claro en su mente y en su corazón. Se había dispuesto a vivir amando a una sola mujer, a su esposa Magda, a partir de ese momento ella sería la única mujer en su vida. Después de que ella lo amara esa noche, estaba dispuesto a hablarle de su amor y de sus deseos de formar una familia con él. Pero al buscarla en la habitación de su hijo y encontrar solo las dos cartas esa mañana, lo único que le interesó fue hacer un pacto consigo mismo. Encontraria a Magda y a su hijo y una vez la hallara, lucharía por ella para reconquistarla y así recuperarla y tenerla de nuevo en su vida y lucharía por ser el mejor padre para su hijo. Las dos cartas escritas por Magda se guardaron en un pequeño cofre que Gregor puso en su habitación y de allí no saldrían hasta que Magda volviera a ocupar su lugar como su esposa junto a él. Ese era su juramento.
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