Las paredes de aquella habitación eran blancas. Había un estante de cristal con herramientas médicas y una báscula electrónica. Frente a ella había una cápsula-camilla, era una cama alargada que se cubría por un enorme biombo de cristal a través del cual se realizaban diagnósticos apoyados por rayos láser y computadoras. —Te pediré que te quites la ropa por completo —dijo la doctora. Clara Luz estaba turbada y la doctora le brindó una mirada cálida—. Es necesario para la revisión. La chica no tuvo más remedio que obedecer, fue quitándose toda la ropa hasta quedar desnuda. No podía evitar llorar, la doctora entendió que algo no iba bien. Clara ingresó a la cápsula-camilla. Un rayo de luz horizontal pasó por encima de su cuerpo, la doctora solicitó que abriera sus piernas colocándolas e