CAPÍTULO TRECE Thanos miraba fijamente al espacio donde la costa de Felldust daba paso a las aldeas del Pueblo del Hueso, intentando ocultar la inquietud que sentía por ir a un lugar como aquel. Había escuchado muchas historias acerca de lo que hacían a los forasteros igual que cualquiera. Aún más, todavía no sabía si este era el paso acertado. Le dolía el corazón por volver a Delos, para ayudar a Ceres a defender la ciudad. Pero él era un hombre solo. Solo, no podía esperar detener la invasión. Necesitaba aliados. —¿Estás seguro de esto? —preguntó el capitán, mientras la tripulación empezaba a bajar la pequeña barca en la que iban Thanos y Jeva, la mujer del Pueblo del Bosque que él había salvado en los muelles. —Estoy seguro de que debe hacerse —dijo Thanos. Vio que Jeva asentía con