Con menos preocupaciones por las mentiras que podía decirle a Ava, Callum recogió a Dove en el lugar que acordaron. Era super temprano cuando ella subió a su camioneta con una ropa cómoda para explorar y lo besó fugazmente. Callum la miró y alzó las cejas. Era la primera vez que la veía usando ropa más juvenil, acorde, y no los sacos del trabajo que para Callum todos eran iguales. Solo Dove tenía la capacidad de diferenciarlos. Él los veía idénticos. —¿Lista? —preguntó Callum. —Lista. Callum sacó el mapa de la guantera y se lo entregó. —Nuestro mapa —le dijo al tenderlos sobre sus muslos. Tal como la noche que decidieron el destino, Dove lo abrió. —Esto es emocionante. —Lo es. —Callum arrancó la camioneta y se dirigió a la interestatal para salir de la ciudad—. ¿Cómo te escapa