La tarde comenzó a caer y el vaquero trigueño de ojos negros llegó al rancho San Miguel cansado y muy sudado, por eso decido darse un baño rápido para ir a cenar. En su mente estaba la llegada de su última amante y aun dispuesto a tener con ella el romance que planificó en la ciudad, solo para molestar a los invasores de su rancho.
Así que, después de bañarse y perfumarse bajó al comedor a cenar y llegó al mismo tiempo cuando llegaba Néstor con Yolanda y la madre de las chicas.
Él vio como los ojos de Yolanda brillaban con intensidad y él disimuló para evitar que ella lo saludara y así evitar explicaciones de su relación a Mercedes. De lo poco que ha conocido de la joven sabe que ella puede alejarse de él por ese motivo y es lo último que desea.
Después de unos cortos y fríos saludos lo
