Quince años antes…
Dos jóvenes se pasean tomados de las manos, cada uno compartiendo con el otro un mismo pensamiento, o al menos eso era lo que pensaba ella, Sasha Díaz, una joven de diecinueve años, de belleza juvenil y aspecto refrescante. Su mirada clara y sincera le daban ese toque angelical que cualquier hombre mataría por encontrar en cada chica, sin embargo, sus ojos solo se fijaron en el joven que en poco tiempo se convirtió en el dueño de cada una de sus emociones.
Se entregó al hombre que le sonreía y ponía su mundo de cabeza, Zack Herráiz, un joven apuesto y carismático con una vida secreta que nadie podía conocer, no obstante, no pudo evitar quedar flechado cuando la vio por primera vez, con su cabello ondeando al viento y su perfecta sonrisa deslumbrando a todos a su alrededor. Desde el preciso momento en el que sus caminos se cruzaron, el destino decidió torcer su jugada y enseñarles de la peor manera.
La vida de un joven que empieza a descubrir el mundo del crimen y se convierte en un asesino a sueldo nunca es el lugar ideal para que una inocente flor eche sus raíces. No se podía permitir tener un talón de Aquiles, una debilidad, algo o alguien que usaran en su contra, entonces opto por convertirse en el patán que provoco las lágrimas de una inocente que termino maldiciendo su nombre mil veces mientras se aferraba a su almohada.
Y mientras uno se hacía más fuerte y cerraba su corazón, convirtiéndolo en una fortaleza impenetrable, la otra sufría un mal de calvarios en el que una vez más perdió todo lo que le quedaba en la vida, su único hermano. Por lo que juró algún día hacerle pagar por sus lágrimas de una u otra manera.