Hemos dejado encargada a Lucy con Elvira, la mejor amiga de mi madre que a su vez es la madre de mi mejor amigo Gerónimo. Tampoco es como si Elvira sea la persona más adecuada para dejar encargada a mi hermana en esas cabañas de Arteaga, toda vez que esa milf es una mujer de cuidado, con quien nada menos anoche hice un trío en compañía de mi mamá. Pero no tenemos opción. Sí; desde hace poco tiempo mi madre y yo cruzamos esa línea del pecado, y hemos traspasando esa relación divina que debería de tener una madre con su hijo. Ambos nos hemos dejado llevar por nuestros instintos más primarios y nos ha valido un pepino nuestro parentesco. No nos importó que lleváramos la misma sangre y el mismo ADN. No importó que yo hubiese estado nueve meses en el vientre de mamá. No nos importó que yo hu