Luego del fallido intento de conquistar a Lautaro, Nicol no había vuelto a salir de su casa. Pero estaba convencida de que no podía permitir que ese tropezón le arruinara sus ganas de vivir y de disfrutar. Se puso un sensual vestido sport n***o, que se ceñía muy bien a sus pronunciadas curvas. No poseía escote, pero sus voluminosos pechos destacaban como si el vestido estuviera pintado sobre ellos. Como no llevaba corpiño, sus pezones se marcaban un poco. En otra época esto la hubiera inhibido; pero ahora poco le importaba. Quería sentirse libre, y para ella, ahora mismo, la libertad era salir a la calle marcando pezones. Nunca fue aficionada a comprar ropa o perfumes, ya que había trabajado más de una vez en ese rubro, y nunca fue feliz haciéndolo. Cada vez que entraba a una boutique, o