Una vez dentro de su dormitorio, Nicol se acostó en la cama mirando hacia el techo, cerró los ojos y mientras se iba despojando de toda su ropa, recorrió su cuerpo con caricias, centrándose especialmente en sus pechos. Cuando ya estuvo completamente desnuda, separó las piernas e inició el proceso de masturbación, de forma más mecánica de lo habitual. Le costaba concentrarse en algo que la excitara y sus toqueteos no estaban logrando grandes avances, apenas consiguió humedecer un poco su v****a. «Lo intenté —se dijo a sí misma después de unos minutos—, va a ser mejor probar con las fotos». Llamó a Matías dando un grito y el muchacho irrumpió en el cuarto apenas un segundo más tarde, como si hubiera estado esperando justo detrás de la puerta. Ella pudo notar cierto brillo libidinoso en los